Estoy generalizando de mala manera en el título. Lo sé. Quiero hablar sobre los libros de texto que actualmente (veo) que se usan (desde primer grado hasta bachillerato, por distintos motivos conozco una variedad relativamente amplia de los mismos); de cómo están hechos para que sean de usar y tirar y cómo, por el mal entendimiento del papel de la escuela (o por un concepto totalmente distinto de lo que para mí es y lo que para quienes crean el currículo educativos es); de cómo los padres que tanto se quejan de su existencia son los primeros en reclamarlos; de cómo más que una herramienta terminan siendo jaulas de oro para la formación de los pequeños de las casas. Pero cuando pienso en hablar de estos temas me siento como un total extraño, como alguien que solo tiene contacto con estas materias de forma tangente*, de quien no tiene la profundidad de estudios de, por ejemplo, esos que establecen el currículo oficial o de los que escriben esos libros de texto… Aún así, creo que algo puedo decir (porque así de pedante soy, las cosas como son).
Matrimonio, lo demás es maquillaje
Carlos Bruce vuelve a insistir en un tema que ya presentó en el pasado: las uniones civiles entre personas del mismo sexo (del que hablé en su día; proyecto no aprobado y archivado en la comisión correspondiente –pdf-). En realidad, la timorata propuesta de hace tres años del congresista se basaba en un acuerdo contractual de contenido netamente patrimonial (y fue rechazado por poder hacerse ya con otras modalidades de comunidades de bienes), ahora va más lejos y plantea una «Unión Civil no Matrimonial para personas del mismo sexo» (Proyecto de Ley 02647/2013-CR). Ya comenzamos mal. Primero: ¿por qué una unión civil solo para homosexuales? La verdad es que, ya puestos, se puede regular también para heterosexuales en la misma norma (no, tampoco es lo mismo que una unión de hecho); segundo: ¿de verdad hacía falta lo de no matrimonial en el propio título? Si es una «unión civil» y no un «matrimonio» queda claro, desde el nombre, su contenido no matrimonial.
Costes, pensiones, AFP y otros
El Gobierno de las Redes Sociales. Alguien apodó, con tino, de esta forma al actual ejecutivo del Estado peruano (más o menos). Normal, solo se toma en cuenta los gritos en esas mal llamadas «redes sociales», que por lo visto el barullo digital es más efectivo que tomar una carretera (no es tanto el dónde se hace la protesta, sino quiénes la protagonizan). El último caso es el de las retenciones obligatorias en favor de las AFP dentro de los recibos emitidos por los trabajadores independientes (autónomos, monocontribuyentes…), ese 13% que fue, se suspendió, e irá a las AFP (se dividirá entre la comisión y lo que iba al fondo de pensiones). Para situarnos, les recomiendo leer las notas al respecto de Sifuentes en La República (la seria y la selección de tuiteos, total, si son lo que valen) y el editorial de El Comercio sobre el tema.
Apple, El Comercio y las noticias
Muchas noticias son pura publicidad. No digo «publicidad ideológica», que para algo son sus medios, sino de esa que se hace a cambio de dinero. Que un medio generalista ocupe en un día siete noticias durante un día (como El Comercio ayer) sobre el lanzamiento de un producto de telefonía móvil, siempre para glosar lo maravilloso que es o para contar anécdotas («los memes en Internet», «las colas en Japón para adquirirlo», demostrando la expectativa causada) es, simplemente, increíble. Es curioso cómo se cubren los productos de Apple: nunca se señalan los cambios contradictorios de rumbo (Apple mantuvo que lo importante era una única experiencia con la máxima calidad, por eso había un único modelo a la vez, ahora hay dos, y uno en plan calidad media, y no es la primera vez que pasan estas cosas, con los MMS, con las tabletas de 7″, entre otros), solo se reproduce la versión oficial; y es extraña su relevancia sobre todo cuando hablamos de un producto consumido por una minoría (ya, segundo celular inteligente más usado, ¿pero cuánta gente -del total de usuarios de teléfono celular, por no hablar de todos los mayores de edad- tiene uno de esos bichos?). Ayer ya era noticia la decepción que supuso (no solo en medios económicos), para los inversores, los nuevos iPhones de Apple, y en El Comercio se olvidaron de ponerlo, por lo visto. Sí pusieron lo de «las burlas» por Internet, y también una noticia económica negativa de BB (con «tag» Apple e iPhone, eso sí). ¿Hoy lo harán? ¿Seguirán vendiendo el iPhone como lo han hecho anunciando los días de preventa, las condiciones de los contratos -en Estados Unidos, no en Perú, además- y el día de la venta oficial, sin decirnos nada de todo lo demás? Porque en El Comercio se anunció que era, el modelo notanbarato para América Latina y China, pero ya no dijeron nada de que en China ni es barato ni convincente ese modelo. EDITO: Sí que dijeron que el modelo no era tan barato en China. Claro que otras noticias negativas sobre Apple se leen poco en ciertos medios.
Siria: Sin el CSNU, no; con el CSNU, imposible
(Tira de hace dos años para graficar una nota sobre Libia.)
Una de las razones de la ONU –de su creación– fue la de poner límite al uso de la fuerza entre los Estados. Evitar, en otras palabras, una tercera guerra mundial. Antes la Sociedad de Naciones –impulsada por Estados Unidos, que luego no participó– nació con similar propósito y la II GM demostró que la tarea, de partida, era difícil. Así, la Carta de las Naciones Unidas limita, y mucho, el posible uso de la fuerza; no lo excluye, crea una suerte de órgano policial encargado de que los delitos contra la humanidad, los grandes crímenes, puedan ser combatidos, y para ayudar a los Estados que se ven atacados a defenderse. Así se inventan el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU en adelante).
Pues bien, los países que ganaron la II Guerra Mundial no estaban dispuestos a perder ni una pizca de su poder, y el poder se demuestra mediante la guerra –más en su concepción del mundo–, así que decidieron –para guardar los trastos– que serían ellos los que controlarían el Consejo de Seguridad.
AlB: Pre-jaque, pre-presentación del ‘fanzine’ «Lee los Lunes»
Desde hacía unos meses que tenía ganas de poner por acá esta página:
En la página 11 del nº1 del fanzine Lee los Lunes fue publicada (den clic en la imagen para ir hacia la Web de la revistilla y poder ver la imagen más grande).
El soldado oruga
«Vista de oruga». Sentía el calor de la sangre escapándose de su cuerpo, el estruendo exterior casi no le dejaba escuchar sus ya débiles pensamientos. Ya casi ni parpadeaba. El sudor se mezclaba con el olor del barro, polvo, vómito, orina y excremento que inundaban el ambiente, al lado de la omnipresente sangre. Sangre formando lodo. Su propia sangre como cama de último reposo para él, como para tantos otros.
La batalla continuaba, él lo sabía, llevaba un rato en el suelo, esperando su final, recibiendo pisotones de soldados a pie y de caballos, no siempre con jinete. Vista de oruga, pero mal encuadre, todo estaba de lado. Solo podía ver por el ojo derecho, el izquierdo… ¿aún tendría el ojo izquierdo? No podía ver mucho, polvo y movimiento. Él intentaba recordar qué había pasado, cómo había llegado a besar el terroso suelo, y por qué carajo solo podía pensar en que lo que veía era un puñetero plano oruga… y cómo sabía que era eso. Antes del último suspiro tenía que recordar.
La derecha se baja de FS
Fuerza Social se presentaba como socialdemócrata e izquierda liberal (¡menudo oxímoron!), esa suerte de «centro izquierda» que tira al «centro», como la cabra al monte. Ni sus colores eran los carmesís, ni querían que lo fueran: eran una alianza variada con el partido de la lideresa en el centro de la descentralización. La derecha, tan abundante y llena de caras como está, nunca terminó de abrirle los brazos, más bien ninguneó a FS (por otro lado, normal teniendo en cuenta los resultados electorales previos). A la izquierda encontró algunos amigos -tampoco vamos a exagerar en su cuantía o capacidad movilizadora de voto- y por esos lances del destino la alianza y el partido consiguió colocar a una persona al frente de la Alcaldía de Lima, ni más ni menos, venciendo a la candidata de UN (que, al igual que la de FS, previamente había sido candidata presidencial). Ni bien la reina verde era coronada, le salieron revocadores hasta debajo de las piedras. No pudieron con ella -Susana Villarán recibió apoyo de sectores que no habían votado por ella, el enemigo del enemigo es tu amigo-, pero con sus «rojos aliados» sí, (casi) todos cayeron. Pero toda esta historia ustedes ya la conocen. Mientras tanto, el JNE canceló la inscripción de FS por sus resultados electorales a nivel nacional (junto con otras once formaciones).
Proyectos, proyectos…
¿Los congresistas no tienen correctores de estilo? Mejor dicho: ¿por qué no tienen correctores de estilo? Es que hay proyectos llenísimos de faltas ortográficas… y no solo eso. ¿Cómo es posible que una pregunta tenga termine con signo de cierre y seguida de un punto? ¡Punto! En fin. Saben (y si no lo sabían, ahora ya lo saben) que uno de mis «placeres culposos» es revisar los proyectos de ley que hay en el Congreso, se encuentran verdaderas perlitas. Normalmente busco algún tema concreto (por ejemplo, las reformas penales propuestas), otras veces solo miroteo… en parte para ver qué hacen nuestros congresistas (también le pego vistazos a los diarios de sesiones; pero esto menos y solo por temas concretos).
El peñón del circo
Iba a poner de título, en un alarde de creatividad desmesurada, «El peñón de la discordia»… pero lo que hay con Gibraltar no es discordia como tal (que sí), sino mucho, pero que mucho circo. Y parece que siempre es en verano o cuando faltan otros temas para servir los periódicos y tertulias de radio (sí, «servir»). Y pico el palito y me meto en este follón absurdo.
La verdad es que el tema es jurídicamente simpático, políticamente entretenido (en el plano diplomático) y lleno de comentarios totalmente fuera de lugar (esos contertulios, ¡qué haríamos sin ellos!), con una mezcla de lo público, lo privado y lo fiscal que resulta hasta tierna. Todo ello sazonado de mucho pero que mucho patriotismo (por parte de todos), y demagogia barata (y cara).
Berrinche: El trabajador oferta Trabajo, no lo demanda
Esto es un «berrinche» en el sentido más estricto; y una maldición entre dientes a quien lo escribió y al que lo editó. En uno de esos horrorosos libros de texto que usan ahora los chicos me encuentro -dando apoyo de cara a la recuperación de septiembre- la definición imposible: El empresario oferta Trabajo y los trabajadores lo demandan. Lo hacen para mantener el mismo «estilo» que en el mercado de bienes y servicios: el empresario oferta y el consumidor demanda. Pero justamente se estudia por separado los mercados de trabajo por sus peculiaridades, y la principal es que el empresario es el que demanda el trabajo y las personas quienes constituyen la oferta -los neoclásicos tienen claro ese punto, no es un tema de clásicos frente a noclásicos-; sin tener claro ese «detalle» todo lo demás carece de sentido, todas las peculiaridades y toda la estructura, así como lo segundo más importante: Es un mercado derivado. Si la estructura fuera como dice ese «libro», en un contexto como el actual (exceso de demanda -la de los trabajadores, por el desempleo- y escasa oferta -la de los empresarios-), el precio del trabajo (salario) subiría, no bajaría (la receta liberal, sea dicho). Quien tiene el trabajo (la fuerza de trabajo) es la persona, no la empresa, el empresario necesita convertir la fuerza de trabajo en bienes y servicios, para ello tiene la organización, el capital y consume la materia prima necesaria. Edito: Estos casos me causan problemas; lo que el alumno quiere es aprobar, si el profesor es de los que se apegan a los manuales, tiene que repetir los mismos aunque la información no sea del todo «correcta», así que uno debe ayudarle a que sea capaz de hacer eso, entendiendo lo que pone… ¡pero es que lo que pone está mal! ¿Qué hago en esos casos? Hasta ahora voy por lo «fácil», repito lo que pone el libro, le digo que está mal, le explico por qué y puntualizo: «en el examen pon lo que dice el libro, y si te atreves, agrega lo que te estoy explicando yo».
Reforma laboral en una ley ómnibus con «nombre» positivo
Me encantaría conocer al que se encarga de poner los nombres a las leyes en España. Sé que no hay «una persona» con dicha ocupación, pero hay veces que merece un premio por saber ocultar todo en un nombre casi positivo. Eso pasa con el Real Decreto-ley 11/2013, de 2 de agosto, para la protección de los trabajadores a tiempo parcial y otras medidas urgentes en el orden económico y social (PDF, otros formatos). Por favor, vuelvan a leer el nombre. Los operadores jurídicos tendemos a llevarnos mal con las leyes ómnibus, esas que tocan mil y un temas, a veces con mucha profundidad, a veces por encima, pero que no hay un hilo conductor claro, sino un remiendo de inconexos temas que los han metido todos dentro de la misma norma para ahorrar procesos y procedimientos (algunas sí tienen un tema transversal claro, otras, como este, son «económicos y sociales», o sea, todo).
Sobre el 27J y los medios
Hay algo internacional: La información totalmente centrada en la violencia por parte de quienes están en contra de dicha protesta. Y si se puede, se acusa de terrorismo y santas pascuas. Algo así está pasando con el «27J» en Perú, que también será un «28J» (no hay mejor forma de celebrar la independencia que reclamando derechos y en contra de los abusos del poder).
De «repartijas» y sistemas
Hace no mucho se mencionaba como causa de la no-existencia de «indignados» en Perú que los mismos habían ganado las elecciones en 2011. Puede que en parte fuera cierto. Puede, también en parte, que esos motivos de «indignación» (caída estrepitosa de la confianza en las instituciones públicas) en nuestro país no se dieron en un corto plazo, más bien vienen produciéndose desde hace más de treinta años. Más aún, gobiernos enteros han insistido en desprestigiar sus propias instituciones. ¿Cómo puede nadie indignarse con la falta de representatividad del Congreso de la República si nadie cree que represente algo? Los congresistas en Perú siempre han tenido una valoración bajísima. La corrupción nos ha acompañado tantos años que hay muchos que cínicamente la apoyan («roba, pero hace obra»).
La izquierda que necesita…
¿Se enteraron que el otro día tuvimos una «Jornada de lucha» en todo el Perú? Sí, seguro que sí. Muchos de ustedes -la grandísima mayoría- se enteró tarde y solo por los «inconvenientes» («caos» según ciertos medios). Ando lejos, ustedes lo saben, así que de las cosas me entero por pura fuente indirecta; es increíble -no, increíble no es el adjetivo correcto, justo lo contrario- cómo los principales medios dedicaron páginas y bits para enseñarnos el «desorden» pero no contar nada, esto es, no decir por qué y para qué se salía a la calle, que era lo importante. Todo lo demás es anécdota -exagero-.