Tras los resultados de Brasil (primera y segunda vuelta en Elecciones – De Igual a Igual) he escrito un breve artículo para De Igual a Igual titulado «Brasil y el fracaso de las izquierdas», que les invito a leer.
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Unas notas sobre «lo que quiere hacer» Sánchez en el PSOE
«No sabemos lo que propone». Hace nada fueron las primarias en el PSOE, solo tres candidatos compitieron por la secretaría general del partido; como en otras formaciones, primero eligen líder y luego proyecto (en una de las grandes, ahora se eligen en conjunto). Las primarias enfrentaron a la principal baronesa del partido, Susana Díaz, y al ex secretario general, al que le echaron de una forma un tanto rara, Pedro Sánchez, como principales figuras en conflicto; como tercero en discordia estuvo un «exsanchista», Patxi López, otrora Lehendakari y presidente del Congreso de los Diputados.
PPK, izquierdas, derechas y los de siempre
Es casi divertido ver al informado Mariátegui (y por tanto, de derechas y buena gente, a diferencia de todo izquierdista, que es o mala gente o desinformado -como repite Mariátegui cada vez que puede-) calificar de «rojimio» al nuevo fichaje de PPK, Rudecindo Vega Carreazo (exministro de vivienda con Toledo y de trabajo con Humala). Claro que la visión de qué es derecha y qué izquierda del columnista de Perú21 es un poco… mmmm… «todo lo malo es izquierda».
Centro y consenso: todo en la derecha
«Hemos vuelto», dijo el jefazo del PSOE. Así que era cierto: se habían ido. Rosa María Arta, en El Diario, apostillaba «desde la derecha sin remilgos» (y explica por qué lo dice, claro). Esta frase, junto con cuatro pinceladas más, han servido a la derecha más reaccionaria para tachar al PSOE de «radical», «extrema izquierda» y demás sandeces tan lejos de la realidad del propio partido y, mucho más, de sus experiencias de gobierno. Si el PSOE fuera la mitad de socialista de lo que dicen que es, España ni sería una monarquía ni tendría un sistema económico capitalista. De hecho, el PSOE se reconoce lejos de IU -y no por la izquierda, se entiende- y Bono, por dar nombres, prefiere que el PSOE pacte con el PP que con IU por esa «vocación a las mayorías»… En realidad el PSOE siempre ha votado más con el PP que con IU -incluso en esa época llamada de «la pinza» entre IU y el PP, la realidad parlamentaria fue otra-.
La derecha se baja de FS
Fuerza Social se presentaba como socialdemócrata e izquierda liberal (¡menudo oxímoron!), esa suerte de «centro izquierda» que tira al «centro», como la cabra al monte. Ni sus colores eran los carmesís, ni querían que lo fueran: eran una alianza variada con el partido de la lideresa en el centro de la descentralización. La derecha, tan abundante y llena de caras como está, nunca terminó de abrirle los brazos, más bien ninguneó a FS (por otro lado, normal teniendo en cuenta los resultados electorales previos). A la izquierda encontró algunos amigos -tampoco vamos a exagerar en su cuantía o capacidad movilizadora de voto- y por esos lances del destino la alianza y el partido consiguió colocar a una persona al frente de la Alcaldía de Lima, ni más ni menos, venciendo a la candidata de UN (que, al igual que la de FS, previamente había sido candidata presidencial). Ni bien la reina verde era coronada, le salieron revocadores hasta debajo de las piedras. No pudieron con ella -Susana Villarán recibió apoyo de sectores que no habían votado por ella, el enemigo del enemigo es tu amigo-, pero con sus «rojos aliados» sí, (casi) todos cayeron. Pero toda esta historia ustedes ya la conocen. Mientras tanto, el JNE canceló la inscripción de FS por sus resultados electorales a nivel nacional (junto con otras once formaciones).
La izquierda que necesita…
¿Se enteraron que el otro día tuvimos una «Jornada de lucha» en todo el Perú? Sí, seguro que sí. Muchos de ustedes -la grandísima mayoría- se enteró tarde y solo por los «inconvenientes» («caos» según ciertos medios). Ando lejos, ustedes lo saben, así que de las cosas me entero por pura fuente indirecta; es increíble -no, increíble no es el adjetivo correcto, justo lo contrario- cómo los principales medios dedicaron páginas y bits para enseñarnos el «desorden» pero no contar nada, esto es, no decir por qué y para qué se salía a la calle, que era lo importante. Todo lo demás es anécdota -exagero-.
Sobre la posición de Ollanta Humala en el espectro
Ni es ni quiere serlo. Estos días volvió el debate con fuerza: ¿es Humala un izquierdista? (véase por ejemplo las columnas de Sifuentes y Tanaka). Pues no, no lo es. Él viene diciéndolo desde hace tiempo, e insistiendo en esa idea. Hacerse aliado electoral de algunos que sí lo son no le volvieron más que eso, un aliado (nada, acá no vale tanto el «dime con quién andas y te diré quién eres», sobre todo cuando las compañías son variadas, dispersas y fugaces). Ahora sus principales aliados son otros, y están todos a la derecha del espectro político (a los antiguos amigos ni el pan).
Primero de mayo
Día de los trabajadores. Día de los trabajadores. No del trabajo. La tira (especial) de Igualito va de eso, justamente, de eso.Y es que no es lo mismo celebrar «el trabajo» que reinvidicar condiciones dignas del trabajador. Claro que los trabajadores tampoco nos ponemos muy de acuerdo de cómo o qué debemos pedir, ni a quién seguir. Lo reconozco, me coloco con grupos minoritarios en este sentido. Hoy en Valladolid tres manifestaciones paralelas se ejecutaron, por un lado (completamente a su bola) CGT y Bloque Obrero, por otro, partiendo del «lugar común» pero sin siquiera compartir el paseo Recoletos, la CNT (a la que acompañé) y por el centro y al centro, la conjunta de los sindicatos más amarillitos (CC.OO. y UGT) acompañados con un sinfín de organizaciones de todos los tipos y colores (hay que reconocer que era la más variada). En De Igual a Igual he publicado las fotos del primero de mayo pucelano (incluye un poco de las dos últimas que menciono). Hoy toda la portada de D=a= es.
Ni es de izquierda ni quiere serlo
Desde el momento en que se inició la segunda vuelta de las últimas presidenciales, el humalismo se despojó de toda su izquierda en esa hoja de ruta pactada con la derecha para derrotar al fujimorismo (aunque tuvo reflejo posterior, esa sangría de los congresistas más reconocidos a la izquierda y la expulsión, hace ya un tiempo, de todos los izquierdistas de sus ministerios), pero, no nos engañemos, Humala nunca fue de izquierdas ni quiere serlo. Gana Perú se presentó con un programa de amplio espectro, que traía consigo un apoyo claro a un tipo de capitalismo más o menos estatista, plan que nunca cumplió por esa ruta que, al final, ha sido más de lo que ya teníamos.
Una posición desde izquierda para el 8N argentino
El correo y los grupos de discusión aun existen. Aunque usted, amigo facebuquero y tuitero, los considere de otro siglo. En las redes se ha abierto un debate la mar de interesante sobre lo perdida que está la(s) izquierda(s) argentina(s) para saber ganar la calle, para estar y conducir, convenciendo, a esas masas descontentas, y siempre por el miedo, el miedo a esos «progresistas» que te acusan de «hacerle el juego a la derecha» cada vez que se critica a los pro-K. ¡¡Como si el gobierno argentino fuera de izquierdas o no fuera de derechas!! En uno de esos grupos Leonidas Ceruti, conocido historiador de la zurda, declaró públicamente que apoyaría las marchas con un discurso y razones propias, y criticó la postura de no tener postura (los comunicados de algunos grupos de izquierda fueron de crítica al gobierno de Fernández pero dejando la calle para que la derecha campe a sus anchas entre el pueblo enfadado), quitando todos esos izquierdistas que solo supieron insultar, se armó un debate interesante sobre las izquierdas y el momento argentino actual. En De Igual a Igual reproducimos un artículo en que Ceruti expone su postura de forma algo más ampliada que en el primer correo mandado. La tira de Igualito de ayer va en el mismo sentido que «los ceruti» argentinos, una postura que, mientras más me informo, más comparto (y de paso incorporamos un nuevo personaje a nuestra tira).
Izquierdistas del humalismo dejan Gana Perú
Verónika Mendoza (militante del PNP, electa por Cusco), Javier Diez Canseco (militante del PS, electo por Lima y extranjero) y Rosa Mavila (también electa por Lima y extranjero) dejan el grupo de Gana Perú en el Congreso (PDF de la carta de los dos últimos enviada al presidente del Perú y líder del PNP para comunicar su baja). Daniel Abugattás ya salió, tan rápido como siempre, a minimizar estas bajas realizadas en el ala izquierda del «humalismo», asegurando que es una «formalización» del desacuerdo ya existente entre esos congresistas y la bancada, a la par que intenta tirar porquería sobre los renunciantes dejando caer que es un acto de «transfuguismo» (quién es más tránsfuga, ¿quien se sale del grupo o el grupo que se sale de lo prometido?). Esto es algo que se veía venir, más tarde o más temprano, pero tenía que pasar. El propio acuerdo que permitió «ganarse el centro» a Humala en las elecciones generales (en la segunda vuelta), la dichosa Hoja de Ruta, y, sobre todo, desde el nombramiento de Valdés y ya el viraje pleno del gobierno a la derecha.
Claro que no es de izquierdas
«En realidad, esa división entre izquierda y derecha es algo del pasado. Terminó con la caída del muro de Berlín.» Ollanta Humala
Humala, el presidente de Perú, no se reconoce como alguien de izquierda. Más aun, según él, existe una categoría que se define por sí sola («nacionalista») y que la distinción entre izquierdas y derechas no tiene sentido tras la caída del muro de Berlín (ni un día antes, ni un día después). Nunca entenderé por qué la izquierda lo tomó como el caudillo con el que se podía llegar al poder. ¿Y ya ven los resultados? La izquierda no gobierna, se le desconoce, gobiernan los mismos que antes, el discurso transformador (o al menos así se presentaba) se ha vuelto en «mantenedor» del statu quo. Aun no entiendo cómo Diez Canseco y otros congresistas se resisten tanto en abandonar la bancada oficialista.
La rendición de Rodríguez Zapatero
El gobierno tapa sus vergüenzas en uno de los peores debates del Estado de la Nación de los últimos años. Es normal, es difícil defender una cosa, la contraria, el guiño a la derecha y a la izquierda a la vez, es difícil decir que se gobierna para los más necesitados mientras se les exige pagar favores para alegrar a quienes causaron, básicamente, la crisis, es difícil decir que se es de izquierda cuando se gobierna solo con la derecha, es difícil aceptar que los principales programas sociales (mal hechos desde el inicio) se cortaron por un tema meramente económico, como es difícil mantener las misiones de Libia y Afganistán con un discurso que permitió sacarlas de Iraq, es difícil explicar por qué se está al lado del gobierno marroquí y no del pueblo saharaui… Eso ni lo tocó, al menos no en las intervenciones que vi. En todo caso, Rodríguez Zapatero nos ha descubierto un nuevo principio: «Principio de realidad», que es de «sentido común».
Hace falta resucitar a la izquierda
He comentado la columna de hoy de Juan Carlos Escudier, «La izquierda ha muerto», en De Igual a Igual, pueden leerlo dando click acá: «Hace falta resucitar a la izquierda». La pregunta sigue siendo «¿cómo?»; algo que no contesto, por supuesto (sino no estaría acá)…
¿Socialdemócratas keynesianos?
El subdirector de Público, Jesús Maraña, en su columna de hoy señala:
«Dirigentes y votantes de izquierda se preguntan cómo es posible que las ideas socialdemócratas avancen (a su manera) en EEUU y que gobiernos de derecha en la UE apliquen políticas keynesianas mientras los partidos progresistas retroceden.»
En Público, medio de «izquierdas», llevan unos días analizando el retroceso de la socialdemocracia europea, indicando lo obvio, que en general ha caído estando o no en los gobiernos, mientras que otros partidos de derechas en gobiernos, aunque bajan en votos, no caen tanto como la oposición socialdemócrata, los análisis han sido de todo tipo, pero, para mi gusto, los más certeros indican que la socialdemocracia ha perdido los referentes, o ya no son, directamente, socialdemócratas. Y creo que el artículo de Jesús Maraña es un buen ejemplo de ello.