Una pequeña nota de prensa, por lo visto, fue todo lo que necesitó el PPC para cambiar el sentido del voto. Ya saben, no hay como decir «verde» para que dicho color sea verídico y palpable. Así que, con esa advertencia cromática, ya podemos dar por hecho, al menos en principio, que la primera dama, Nadine Heredia, no influirá nadita en este gobierno de gabinete con confianza recién ganada. Por los pelos. Ollanta Humala respira tranquilo.
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Sin confianza
Lo que normalmente es un trámite se ha convertido en una nueva crisis del gobierno de Ollanta Humala. Ni en primera ni en segunda votación el nuevo gabinete consiguió el voto de confianza por parte del Congreso. Mientras el presidente de la república juega la carta «díganme amén a todo para que el país avance» -típica salida tangencial- los ministros han obrado como se espera en un caso así, poniendo el cargo a disposición del Jefe del Estado.
Ni es de izquierda ni quiere serlo
Desde el momento en que se inició la segunda vuelta de las últimas presidenciales, el humalismo se despojó de toda su izquierda en esa hoja de ruta pactada con la derecha para derrotar al fujimorismo (aunque tuvo reflejo posterior, esa sangría de los congresistas más reconocidos a la izquierda y la expulsión, hace ya un tiempo, de todos los izquierdistas de sus ministerios), pero, no nos engañemos, Humala nunca fue de izquierdas ni quiere serlo. Gana Perú se presentó con un programa de amplio espectro, que traía consigo un apoyo claro a un tipo de capitalismo más o menos estatista, plan que nunca cumplió por esa ruta que, al final, ha sido más de lo que ya teníamos.
Diez Canseco sancionado
El posible conflicto de intereses por las acciones que no son acciones, acabó dejando ese «posible» en «es», esto es, con la sanción de 90 días de suspensión para Javier Diez Canseco Cisneros. Fujimoristas (que presentaron la denuncia) y buena parte de la bancada oficialista (con la que fue electo Diez Canseco) votaron juntos en contra de Diez Canseco, también acusado de haber engañado a un compañero para que presentara un informe en su favor. Ya en su día hablé de este caso, la verdad es que queda mal que un congresista presente un proyecto que le pueda favorecer (en este caso la proposición de ley 00564/2011-CR, PDF, que sigue en trámite), Luis Bedoya, del PPC, defendiendo a JDC manifestó que en el parlamento de forma habitual se presentan proyectos como ese, que benefician al congresista al menos tangencialmente… bien, que otros lo hagan no significa que esté bien, o que sea totalmente limpio y transparente.
Y así acabó la gran transformación
La gran transformación terminó, no la del país, sino la de Ollanta Humala. Al igual que el cambio responsable fue el sufrido por Alan García, siempre desde el punto de vista de la oligarquía económica peruana, la transformación de Humala fue pasar de criticar con dureza los escritos de García sobre «el perro del Hortelano» a abrazar todas sus coletillas, puntos y comas. Su transformación fue relativamente rápida, no requirió gran esfuerzo para desembarazarse de los elementos «críticos», al menos de aislarlos, y cuando los aisló a estos elementos no quedó otras que tomar la puerta…
Izquierdistas del humalismo dejan Gana Perú
Verónika Mendoza (militante del PNP, electa por Cusco), Javier Diez Canseco (militante del PS, electo por Lima y extranjero) y Rosa Mavila (también electa por Lima y extranjero) dejan el grupo de Gana Perú en el Congreso (PDF de la carta de los dos últimos enviada al presidente del Perú y líder del PNP para comunicar su baja). Daniel Abugattás ya salió, tan rápido como siempre, a minimizar estas bajas realizadas en el ala izquierda del «humalismo», asegurando que es una «formalización» del desacuerdo ya existente entre esos congresistas y la bancada, a la par que intenta tirar porquería sobre los renunciantes dejando caer que es un acto de «transfuguismo» (quién es más tránsfuga, ¿quien se sale del grupo o el grupo que se sale de lo prometido?). Esto es algo que se veía venir, más tarde o más temprano, pero tenía que pasar. El propio acuerdo que permitió «ganarse el centro» a Humala en las elecciones generales (en la segunda vuelta), la dichosa Hoja de Ruta, y, sobre todo, desde el nombramiento de Valdés y ya el viraje pleno del gobierno a la derecha.
Deshaciendo amigos
Hace ya un tiempo Ollanta Humala encargó a Carlos Tapia la construcción de Gana Perú (donde estaría el Partido Nacionalista Peruano y varios partidos y movimientos más, nacionales y locales) y Ciudadanos por el Cambio (CxC), esa plataforma de intelectuales, técnicos, camaradas, colegas, agrupaciones amigas y demás que «se identifican y defienden los principios y propuestas expresadas en el Plan de Gobierno de Gana Perú» (según ellos mismos). Estuvieron muy presentes en la campaña, en la transferencia del gobierno aprista al nuevo ejecutivo, y durante el primer gabinete, poco a poco el gobierno los alejó de las esferas de decisión y al final el colectivo ha roto con el gobierno de Ollanta Humala. O bueno, algo así (en la nota de prensa hablan de definirse «como una fuerza autónoma ante el gobierno y de no estar comprometidos con su actual conducción»).
Acciones que no son acciones y conflicto de intereses
Un lector me recuerda un tema de actualidad relacionado al congresista acá adoptado, y enlaza una nota de Perú21, que debemos completarla con la aparecida en El Comercio, Correo (y más en ese medio) y La Primera (uno de los pocos periódicos que ha preguntado a Javier Diez Canseco por el tema, o que al menos se ha molestado en no repetir, sin más, lo que el fujimorismo dice). Hay dos cuestiones en todo esto: Un posible (más que posible) conflicto de intereses por parte de JDC (y su familia) y el tema sobre la participación de los trabajadores en la empresa (que en Perú, desde hace unos años, se ha limitado a recibir parte de los dividendos o poder adquirir acciones que no son acciones*).
Humala presidente: ¿Y ahora qué?
Ahora toca fiscalizar que cumpla y no haga burradas
El candidato presidencial de Gana Perú, Ollanta Humala, se levanta como el vencedor de la segunda vuelta al obtener más del 48,3% de los votos emitidos, unos dos puntos y medio sobre los conseguidos por la candidata de Fuerza 2011, Keiko Fujimori, que roza los 45,8% de votos insertados en las ánforas (en porcentaje de votos válidos, al 90,5% contabilizado, GP 51,36%, F11 48,63%). Puede ver el nuevo mapa político del Perú en: «Resultado electoral segunda vuelta en mapas – Perú 2011» (se va actualizando). Ollanta ha ganado en casi todo el Perú, sin desmerecer los nada desdeñables resultados de la hija del dictador, al 88% escrutado, el dirigente de Gana Perú consiguió el triunfo en 19 de los 24 departamentos, y Keiko solo en 5 regiones y la Provincia Constitucional del Callao. En Ica se dio la mayor «batalla» entre los dos candidatos (ahí realmente hay «polarización», GP se hace con la plaza al obtener el 50,09% de los votos válidos) seguido por San Martín.
Tienen un plan… Hagamos que fracase
Hace casi 4 años salió publicado en el conservador diario chileno «El Mercurio» un reportaje sobre las intenciones de Alberto Fujimori de presentar a su hija, Keiko Fujirori, a la presidencia del Perú si él no pudiera presentarse (los cables de Wikileaks confirman el plan global de la vuelta del fujimorismo), hace cuatro años afirmé, al final de un artículo, lo siguiente:
«Por suerte, no creo que los peruanos seamos tan idiotas como para aupar otra vez al fujimorismo a la casa de Pizarro, no creo que el APRA lo haga tan pero tan mal que vuelva a permitir que un Fujimori ocupe palacio, y no creo que la izquierda sea tan inocente de confiar otra vez en un Fujimori como el mal menor (bastante torpes hemos sido en las últimas elecciones -y bueno, las de los últimos 25 años más o menos-). Pero, por si las moscas, hay que estar atentos a las maquinarias publicitarias de un ex mandatario que siempre ha tenido buenos asesores en eso de manipular.»
Para pitonisa no valgo, eso lo tengo más que comprobado. Hoy veo las encuestas, de una arrolladora victoria de Ollanta Humala hemos pasado, primero, a una victoria holgada de la ex primera dama y, ahora, de un final de fotografía que favorece a la hija del criminal Fujimori.