Cada vez que el PSOE gobernante anunció un drástico recorte de derechos y libertades para los ciudadanos, o un paquete de ayudas para las grandes empresas financieras, o una subida de impuestos especiales e indirectos, lo hizo de la mano de una promesa: Subir los impuestos a los más ricos. Desde que quitó el impuesto de patrimonio y bajó el IRPF en sus escalas superiores (y dos veces lo ha bajado), es una promesa que se repite cada verano, o antes del verano, pero que no se concreta nunca. Otros años lo prometieron para los presupuestos, aprovechar el cambio de año, y tal, para subir impuestos. Nunca lo hicieron. No los directos, sí los indirectos. En alguna autonomía, sin querer queriendo, sí llegaron a plasmarlo en leyes, incluso con la aceptación del Partido Popular (como en Extremadura). Pero a nivel nacional, nada.
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¡Viva la temporalidad! Otro golpe a la clase trabajadora
Mientras se habla tanto de la absurda reforma constitucional (¿ven cómo no es tan complicado meterle mano a la Carta Magna? en un par de semanas han acordado una reforma) el Ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, ha defendido otro gran retroceso en los derechos laborales de los trabajadores. Cuando alguien no cumple la ley o se mejora la vigilancia del cumplimiento o se mejora la redacción para que no sea fácil saltarla, no se hace lo que el Ministro propone, que es suspender la aplicación de la ley. Gómez afirma:
«Muchas empresas y algunas instituciones públicas importantes no renuevan los contratos temporales si con esa renovación se incurre ya en la regla de que a la próxima se tiene que convertir ese contrato en indefinido.»
Esta práctica empresarial no solo existe, sino que se viene dando desde que esa regla se aprobó ya hace mucho tiempo, esto es, no es un incumplimiento de la norma vinculado a la crisis económica, sino una norma toreada desde que se aprobó por la falta de control (lo mismo que la causalidad de los contratos temporales, es imposible que 9 de cada 10 contratos nuevos cumplan las causas de la temporalidad). Ahora el ministro lo suelta como excusa: Ya que no renuevan los contratos, quitemos la norma que los obliga a convertir a fijos para que esa persona mantenga su empleo.
¿Sobran inmigrantes?
Hace no mucho Jorge Majfud escribió un muy buen artículo sobre los «Seis mitos fundamentales sobre la inmigración» -que leí gracias a que Kotler me pasó el dato-, en que deja claro cómo ciertas preconcepciones sobre los inmigrantes son falsas, tales como el aumento de la criminalidad, el que quitan el trabajo a los nativos, que son una carga porque usan demasiado los servicios públicos, que no pagan impuestos (los ilegales) o sobre el «poder corporativo» de los inmigrantes indocumentados. El discurso xenófobo, construido en gran medida por quienes mantienen el mito de las naciones, cala y mucho entre una población acrítica (y «educada» para nunca plantearse nada), que busca una «cabeza de turco» para la crisis que ve, para los problemas que siente, ¿y qué mejor que hacerle mirar a los inmigrantes como «culpables» de la crisis, o por lo menos como escollo para salir de la misma?
¿Y el plano laboral en el gobierno de Ollanta cómo quedará?
Mientras la aprobación de Ollanta Humala cae según El Comercio (impresionante, y todo esto antes de asumir el gobierno), todo por el tema del hermanísimo, y medios como El Comercio siguen fijando su atención básicamente en quién será o el próximo Primer Ministro o, lo que parece más importante, el próximo Ministro de Economía, a mí me sigue preocupando quién puede llevar la cartera de trabajo (y otras como Educación). Cada día que avanza la transferencia, que salen posibles nuevos ministros, que se ven los lineamientos del próximo gobierno, parece, y digo parece, que es un todo cambia para que nada cambie. Que los actores del renovado gabinete ministerial que acompañan a Ollanta sean los mismos que hemos visto los últimos 10 años no es precisamente una buena señal, sobre todo en temas sensibles como la economía, educación o el tema laboral.
Cuando la legalidad estorba la estrategia
El contrato temporal es la excepción, no la norma. Los contratos temporales son causales, no se pueden usar a cualquier realidad. No se rían, eso no es que lo diga yo, lo dice la ley (el Estatuto de los Trabajadores, para más señas), pero no solo la realidad se cisca en la ley (como sabemos, 9 de cada 10 contratos nuevos son temporales, y abunda el uso de los mismos para todo tipo de situaciones fuera de las causas recogidas por la ley), sino, como resulta lógico, en los manuales y las clases sobre dirección de Recursos Humanos no se atiende a las exigencias legales y se plantea la posibilidad del tipo de contrato según el soberano deseo del empresario, las consideraciones legales ni se mencionan, por supuesto. Aish…
Cómo manipular con un titular
Ayer la portada de El Mundo lo ponía claro: «Las regiones del PER suben el IRPF y gravan a la banca» (PDF de la portada), y hoy en El Mundo recogen: «Rajoy proclama que ‘ninguna comunidad del PP va a subir los impuestos’». ¿Y en Valencia, Murcia y Castilla y León, «regiones PER», no han subido los impuestos según el primer titular? Vayamos por por partes, realmente el PER no existe (son los padres), desde hace mucho tiempo (1996) se cambió por el «Acuerdo para el Empleo y la Protección Social Agrarios» (AEPSA), aunque se le sigue llamando popularmente «PER», sí cuenta con una diferencia fundamental: A quiénes se aplica. Cuando era PER solo se aplicaba en Extremadura y Andalucía, desde el 99 ya no (se expandió a toda «zona rural deprimida», que cubre varias regiones de otras tantas autonomías, entre ellas las tres mencionadas más arriba), aunque estas dos autonomías (las clásicas del PER) sí son las que cuentan con más personas «subsidiadas» por el AEPSA. Ah, además, el AEPSA es algo estatal, así que no guarda relación con los impuestos autonómicos o el gasto autonómico (no directamente), no viene a cuento relacionarlos (o sea, no se suben impuestos para pagar el PER, que es lo que se deduce de la portada prácticamente). Así que la portada del otro día de El Mundo es mentirosa (qué novedad), incorrecta (raro, ¿verdad?), tendenciosa (¿a qué rayos viene mencionar el inexistente PER ahí?) y manipuladora (anonadado estoy). En dos líneas tantos errores, unos cracks los elmunderos. (No sé si las autonomías del PP subirán los impuestos, lo que sí sé es que cada vez que dicen eso, los ayuntamientos del PP suben las tasas municipales, e impuestos como el IBI.) Actualización (12/6/10) medio en excurso: El PP extremeño votó a favor de la subida del IRPF de esa comunidad (subida criticada por el PP nacional). Dice un miembro Comité Ejecutivo del PP: «Se trata de una propuesta asumible [el aumento del IRPF para rentas de más de 60 mil euros]. La subida afectará a unas 8.000 personas. Y las rentas de 60.000 euros en Extremadura no las tiene la clase media, si no la alta».
Funcionarios y solidaridad de clase
«Increíblemente una de las medidas que más resistencia ha causado por unos ha sido aplaudida en secreto por otros ha sido el anuncio de la bajada de salarios de los empleados públicos, que se sonríen pensando que ya les tocaba pagar algo a ellos también, la envidia que les tiñe mancha el firmamento de la postura contraria al tijeretazo del gobierno de Rodríguez Zapatero, que dice ser socialista y obrero, ambas palabras tan lejanas a la práctica diaria de su ejecutivo.»
Continúe leyendo en De Igual a Igual (y vea la tira completa, claro).
Primero de mayo en Valladolid
Me olvidaba: Reflexiones varias para un primero de mayo (desde el sinsabor de las manifestaciones pucelanas de hoy): «Primero de Mayo: Aun sin unidad», en De Igual a Igual.
Previa del Primero de Mayo
El año pasado hice trampa y recopilé una serie de artículos que había escrito que tenían que ver con el trabajo, con el trabajador y la explotación en la que nos vemos sometidos (para especificar más), esa compilación sigue siendo recomendable para cualquier primero de mayo, contando el que pronto iniciará, el título es «Globalicemos la Lucha«. Todo primero de mayo es un buen día para reivindicar, realmente lo es cualquier día, pero somos animales de costumbres que sacralizan fechas a fin de cuentas, lo cual es positivo, es una forma de no olvidar, y de luchar por lo que creemos justos en una fecha que todos podemos compartir.