En España, xenofobia y mentiras repetidas

Estos días muchos partidos muestran su cara más racista, menos solidaria, y muchos de esos partidos se dicen de izquierda (PSC y ERC, sin ir más lejos), hasta han comprado el discurso de la derecha sin sonrojarse ni un poquito (bueno, a veces rectifican, al ver las que les cae), y eso que la derecha nacional no se termina de aclarar (aunque lleva tiempo pidiendo que se endurezca la ya dura ley de extranjería, y mintiendo descaradamente sobre los efectos de la misma en extremos como la reagrupación familiar -que finalmente se ha limitado, por enésima vez-, así como azuzando la xenofobia), va, eso sí, dejando de lado el doble discurso para centrarse en lo importante para ellos: «No cabemos». La extrema derecha lleva años apostando por ese lema, deben estar aplaudiendo hasta con las orejas.

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La guerra contra Iraq, esa gran mentira

Desde esta bitácora siempre he mantenido que la guerra en Iraq se basó en mentiras, muchos de los responsables decían «en ese momento pensábamos que era cierto, que Iraq tenía armas de destrucción masiva» aunque todos los hechos públicamente conocidos desmentían esa información. Poco a poco nos hemos ido enterando de que ellos no sólo sabían que estaban mintiendo, sino que incluso manipularon a sus servicios de inteligencia para mentirnos a todos nosotros.

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FONAVI: El gobierno sigue mintiendo y dando largas

¿Cómo se puede mentir en un tema tan sensible? Todos sabemos que los gobiernos tienden a endulzar la realidad, pero de ahí a que den información directamente falsa hay un paso bastante grande, no se puede permitir que desde las oficinas de comunicación del gobierno se rebote noticias que no son tales y los medios, encima, las recojan sin entenderlas o analizarlas. J. Francisco Canaza en Apuntes Peruanos nos advierte: «El Gobierno miente: No hay devolución de aportes a los Fonavistas».

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Tarifas planas que no son planas – Publicidad y mentiras

La publicidad es el mundo de la mentira. No de «endulzar la realidad», sino de la burda y directa mentira. ¿Cómo se puede declarar «navega sin límites» mientras las condiciones a pie de pantalla (esas «obligatorias» que dan las condiciones reales de contratación para que con la publicidad no se les obligue a ofrecer lo que prometen pero no piensan cumplir) se lee «límite de consumo de 500MB/mes». ¿No les parece contradictorio decir «tarifa plana», «sin límites» y a la par marcar un bajo límite de consumo? ¡Es peor que las antiguas tarifas planas de la época de los modem de 56kbs, al menos en esas tarifas ondulares no había límite de descargas -más allá del límite de la propia banda-!

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