Breve nota sobre a quién se desprotege al salirse de un tratado de protección de derechos humanos

Corte Penal Internacional

«Estados Unidos no es firmante CPI, Rusia no ha firmado la CPI, India no es signataria de la CPI (…) ¿por qué hemos firmado el tratado?». Lula, presidente de Brasil

¡Por protección al pueblo brasileño! Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, se equivoca en la razón por la que cuestiona la Corte Penal Internacional. La principal razón para formar parte de dicha corte, de la de San José (para el ámbito americano) o cualquier convención u organismo de derechos humanos es, sobre y ante todo, para la protección de la propia población del país. El problema no es que Brasil forme parte de la CPI, el problema es que EE. UU., Rusia y demás NO son parte es un problema.

Una debilidad de la CPI y demás organismos o tratados sobre derechos humanos se encuentra en la resistencia de los propios gobiernos, que no se creen el contenido de los derechos humanos, con lo que entorpecen o dificultan el cumplimiento de los tratados… o directamente no los firman.

Cuestionarse la presencia en la CPI porque están persiguiendo a un criminal (porque Putin lo es, por muchos motivos, entre ellos esta guerra) que es tu socio estratégico en la lucha contra la hegemonía de un país es blanquear al criminal y, sobre todo, ir en contra del sentido de estos instrumentos internacionales y, con ello, de la protección a los derechos humanos de tu propio pueblo.

El enemigo de tu enemigo no es tu amigo. A veces nos queda poco claro que determinadas cuestiones se fundamentan en valores y principios, que no podemos ponerlo todo a los pies del pragmatismo, de las alianzas comerciales u otras consideraciones «prácticas» o «cómodas».

Rusia, bajo el mandato de Putin, es un país tremendamente conservador que atenta constantemente contra los derechos de su población, un país imperialista que ha decidido jugar con la vida de millones de personas no solo en Ucrania, si no en buena parte del globo. Que sea un «contrapoder» a una hegemonía estadounidense, al imperialismo de ese país, no es un cheque en blanco ni es justificación alguna para tapar todo lo que está mal en esa política (que es mucho más que solo Putin).

Es cierto, muchos países no son parte de determinados instrumentos; de hecho, Estados Unidos no ha ratificado la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), es el único país del mundo que no la ha ratificado. La gran mayoría de países incumplen total o parcialmente esa convención, todos los países pueden mejorar la protección a la infancia, sin dudas, siendo el primer paso entender que la CDN son los derechos mínimos. Salirse de la CDN porque EE. UU. no es parte de dicho instrumento, por ejemplo, a quien desprotege de forma efectiva es a la infancia del país que se retira del tratado, no afecta en nada al otro país que no es parte. Eso mismo ocurre con cualquier instrumento de protección de derechos humanos, contando la CPI.

Cuestionar el sistema de derechos humanos es, sin dudas, necesario; pero no para retroceder (lo que está pasando ahora) si no para avanzar.

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