Posiblemente ningún ministerio esté dejando más claro el conservadurismo y clasismo del gobierno como el de Educación. Ni Empleo (Báñez), ni Justicia (Ruiz-Gallardón), ni Sanidad (Mato), ni Interior (Fernández), ni Economía (Guindos), ni Hacienda (Montoro) están a la altura del clasismo que está demostrando el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert Ortega. Y miren que se empeñan, las reformas laborales de Báñez, las de Ruiz-Gallardón, los estropicios de Mato (contando, por supuesto, el pasar olímpicamente de temas como el aborto y decir que eso es de Justicia), los ajustes del dúo dinámico De Guindos-Montoro o el conservadurismo filofascista de Fernández con respecto a, bueno, todo, desde la homosexualidad hasta las manifestaciones en la calle. Se empeñan en conseguirlo, pero Wert abre la boca y se lía parda.
Mes: junio 2013
Sobre la posición de Ollanta Humala en el espectro
Ni es ni quiere serlo. Estos días volvió el debate con fuerza: ¿es Humala un izquierdista? (véase por ejemplo las columnas de Sifuentes y Tanaka). Pues no, no lo es. Él viene diciéndolo desde hace tiempo, e insistiendo en esa idea. Hacerse aliado electoral de algunos que sí lo son no le volvieron más que eso, un aliado (nada, acá no vale tanto el «dime con quién andas y te diré quién eres», sobre todo cuando las compañías son variadas, dispersas y fugaces). Ahora sus principales aliados son otros, y están todos a la derecha del espectro político (a los antiguos amigos ni el pan).
Firme aquí, por favor (o eres el demonio)
Me encanta ver cómo se «pontifica» la proposición no de ley que firman el PP y el PSOE. No solo eso, se ataca directamente a los partidos que no han querido firmarla. ¿Por qué no se unen al pacto? ¡Es por intereses electorales! Chillan desde el PP y el PSOE (y sus acólitos tertulianos). Es por señalar y atacar al bipartidismo, no por convencimiento… Vamos a dejar claro dos cosas: No se invita a nadie a la redacción del texto (así que no es un pacto o acuerdo, es un documento de adhesión para el resto); el día de la presentación-firma pública no se llegó a invitar a todos los grupos y, al ver que solo una formación aceptaba asistir, lo cancelaron sin más, dejando colgado a la única formación que estaba bien dispuesta (una falta de respeto gorda). En fin, parece que más importante es la foto del pacto que el contenido (se nos ha comunicado cuatro cosas con las que, por cierto, yo no firmaría); parece que se usa para acusar a ciertos grupos de no pactar por sentimientos mezquinos (sin tomar en cuenta ni su ideología ni el proceso del no-pacto). Personalmente dudo de la utilidad de este tipo de pactos, más cuando lo importante es la foto.
¿Sin culturas democráticas?
«Pero desde su propia génesis resulta ilegítimo democráticamente hablando. No nos sirve.»
Víctor Alonso Rocafort en El Diario.
Les recomiendo la lectura del artículo de Rocafort, «Expertos, objetividad y odio a la democracia», publicado ayer. Sin querer descontextualizar la frase citada, creo que se equivoca en plantear esas «comisiones» como parte del problema. En realidad la cuestión no está tanto en quién o cómo se hace un borrador, sino en lo que se hace luego con él. Bien señala Rocafort a lo largo del texto enlazado varias de las cuestiones, el discurso que envuelve dichos proyectos, la falta de debate posterior (ahí hay que incidir) y, por supuesto, ese «odio a la democracia» que se ve en la propia estructura de toma de decisiones y en cómo las mismas se venden. El problema, en el fondo y como ya señala el autor, es que vivimos en una democracia formal donde el acto de votar agota la vida pública… acto que luego no sirve para nada (como vieron los griegos o italianos recientemente).
Contrato de emprendedores: ¿un fracaso?
Las empresas de cincuenta o menos trabajadores constituyen, según datos del Directorio Central de Empresas del Instituto Nacional de Estadística, el 99,23% de las empresas españolas. La reforma laboral trata de facilitar la contratación de trabajadores por parte de estas empresas, que representan a la mayor parte del tejido productivo de nuestro país y que albergan las diversas fórmulas de organización empresarial que posibilita nuestro ordenamiento jurídico, entre las que cabe destacar el trabajo autónomo y las diversas familias de la economía social. Con esta finalidad se crea una nueva modalidad de contrato de trabajo por tiempo indefinido de la que sólo podrán hacer uso las empresas que tengan menos de cincuenta trabajadores que, pese a la situación de crisis económica, apuesten por la creación de empleo. Además, se establecen dos incentivos fiscales para sujetos pasivos del Impuesto sobre Sociedades y contribuyentes del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas que realicen actividades económicas, destinados a incentivar este tipo de contrato. El primero de los incentivos resulta aplicable exclusivamente a aquellas entidades que carezcan de personal contratado, mientras que el segundo va destinado a las empresas de cincuenta o menos trabajadores, que realicen la contratación de desempleados beneficiarios de una prestación contributiva de desempleo.
El párrafo citado corresponde a la exposición de motivos de la Ley 3/2012, de 6 de julio, de medidas urgentes para la reforma del mercado laboral, que modificó levemente la anterior Real Decreto-ley 3/2012, de 10 de febrero (una de las cosas que cambió fue, justamente, la redacción de ese párrafo, no el contenido), esto es, la última gran reforma laboral en España. Por ahora, que en nada nos caerá una más gorda. Sobre este contrato hablé bastante en su día, así que acá no entraremos en la regulación sustantiva, sino en su utilización práctica.
Breve sobre el reglamento de la Ley del Servicio Militar
El gobierno, en vez de recular en su absurdo plan de hacer obligatorio el servicio militar voluntario (que ahora lo de voluntario es más sarcasmo que realidad) aprobó el Decreto Supremo Nº 003-2013-DE, Reglamento de la Ley Nº 29248, Ley del Servicio Militar (PDF de El Peruano de 3 de Junio de 2013, los anexos se publicaron el 4). Mantiene, claro, algunos de los problemas, como que sigue manteniendo una exclusión solo a los universitarios (sí, el presidente del Consejo de Ministros dice que no hay distinción, que «universitario» es una categoría propia de la Ley, eso no es cierto, para que funcione la exhoneración es necesario una acreditación de la Universidad, ¡¡universidad!! no centro de estudios o similar, por ello exige copia del carné universitario). La norma no solo es discriminatoria sino que «lo sabe», «sabe» que el que hará el Servicio Militar es de clase baja y de ahí los beneficios diseñados. Es hora de plantear en serio un movimiento de insumisión militar.
Notas sobre el Tratado sobre el Comercio de Armas
Ayer se abrió el plazo de firmas del Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA; PDF). Es una buena noticia que ya más de 60 países lo hayan firmado (PDF)*, lo cual es el primer paso rumbo a la entrada en vigor de ese instrumento internacional (que requiere de cincuenta ratificaciones). El TCA fue adoptado hace un par de meses por la Asamblea General de la ONU en abril, con el voto favorable de 154 estados (entre ellos EE.UU., cuya postura con respecto a este texto cambió por el 2009), en contra tres (Siria, Corea del Norte e Irán), la abstención de 23 (entre ellos China y Rusia) y la ausencia de muy pocos (13). Un camino tortuoso iniciado en el 2006…