Reinterpretamos constantemente las leyes; sobre todo en los países con un fuerte Derecho consuetudinario y tradición casuística, como es el caso de Estados Unidos. Así, una enmienda de 1866 (ratificada en 1868) es lo que permite que ningún Estado pueda desconocer un matrimonio celebrado en otro Estado cuando en el mismo los contrayentes son personas del mismo sexo. Además, por lo visto, la Corte Suprema interpreta que esa misma enmienda (la primera sección, si no he entendido mal) obliga al tratamiento igualitario de todas las personas, por tanto, que viene de suyo una prohibición de limitar el contrato-institución del matrimonio a las parejas del mismo sexo, o, en otras palabras, que se debe permitir el matrimonio igualitario (PDF, en inglés, de la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos).
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Cierran las puertas a la «unión civil»… intentemos abrir las del matrimonio igualitario
Ya es definitivo: el proyecto de Carlos Bruce para establecer una Unión Civil No Matrimonial para personas del Mismo Sexo quedó archivado, tras rechazarse el pedido de reconsideración en la Comisión de Justicia del Congreso. Esta vez el proyecto solo tuvo dos apoyos… La noticia de esos días era la aprobación en Chile (nuestro vecino al que le copiamos todo lo que tiene que ver con los dineros pero nada de lo social) de la Unión Civil (allá planteada para parejas independientemente del sexo de los intervinientes, con efecto sobre los hijos del otro contrayente), en Perú se cerraban esas puertas.
¿«Unión Civil» rechazada? Vamos (vayan) por el matrimonio
En el Congreso se votó en contra del proyecto de la Unión Civil para parejas de personas del mismo sexo (voto muy dividido por bancadas, salvo Gana Perú, que mostró nuevamente su cara reaccionaria). Pueden ver un interesante recopilatorio de reacciones en Útero por Diego Pereira, y leer las notas enlazadas completas. Esta entrada es «chiquita», sinceramente me hubiese sorprendido un resultado distinto. La lucha sigue…
Sin etiquetas
Una vez eran tres… No, no era eso lo que les quería contar. Ya nació el semanario Sin Etiquetas, que es, como ellos definen, «un espacio periodístico online para visibilizar las historias de la comunidad de Lesbianas, Gays, Transexuales, Bisexuales, Intersexuales y Queer (LGTBIQ) en América Latina», medio que pretende «dejar atrás los estereotipos, los prejuicios y la homofobia». Teniendo en cuenta cómo está nuestro patio, resulta más que necesario. Continúa el colectivo explicando su motivación: «La consigna del grupo es la defensa de los derechos humanos sin excepción y la creación de un espacio donde se acepte la diversidad, se practique la tolerancia y se propicie el diálogo sin agresión».
Popurrí de comentarios
Estos días se han ido juntando los temas, uno detrás de otro, pero no siempre con «entidad» suficiente (de mi parte, no por el tema en sí). Intentaré ser breve, incluso con los más novedosos.
El triste final de la primavera árabe en Egipto
No solo en Egipto terminó mal, pero fue uno de los puntales en todo esto. Esos periodistas condenados por «apoyar a los Hermanos Musulmanes» (organización declarada terrorista tras el golpe de Estado; no son, claro, los primeros represaliados, ni serán los últimos) que no ha levantado gran queja por los gobiernos occidentales que, a su vez, mantienen su apoyo a Abdel Fattah el-Sisi (sí, el que dio el golpe de Estado contra Morsi y ganó unas nada limpias elecciones hace un mes). Y ese es el tema, al imperialismo occidental le importa tres cominos si en Egipto hay o no hay respeto alguno por los derechos humanos, si hay o no hay democracia, lo único que les importa es que quien gobierne sea amigo suyo. Lo único que diferencia a Sisi de Mubarak es que el segundo al menos no dirigió un golpe contra el gobierno del que formaba parte.
Las parábolas las carga el diablo
La analogía (forzando: la parábola) de Cipriani para explicar por qué se opone a la Unión Civil y todos deberían hacerlo creo que es un tiro al pie:
«Sí es un derecho vivir, es un derecho de todos, pero si tú quieres ‘yo quiero que los días jueves ir en bicicleta por el medio de la avenida Brasil’. Perdón, eso no es democracia, nos hemos puesto de acuerdo para que la avenida Brasil sea para carros, tú tendrás que ir en bicicleta por la derecha. ‘Pero, ¿cómo? No respetan el derecho de las minorías’. No, todos nos hemos puesto de acuerdo, como no es un derecho fundamental, hemos decidido que tú irás por la derecha de la avenida, hay muchos carros por el centro.»
Muchos ya han respondido a esa parábola, entre ellos Cynthia Yamamoto (Utero.pe) lo hace con tino. Creo que hay motivos para estar contra el proyecto de Ley 02647/2013-CR (por escaso, eso sí), pero, en todos los casos, hay que tener siempre cuidado con las parábolas y analogías.
Sobre la marcha por la Unión Civil
Ayer la conservadora Lima, dentro del muy conservador Perú, celebró la marcha en favor de la Unión Civil entre personas del mismo sexo (fotos). Fue un éxito. Es que ya lo era desde el momento en que cumplió uno de sus objetivos: visibilizar el reclamo, el tema. Incluso El Comercio ha estado abordándolo bastante y no de forma unidimensional -más desde las columnas de opinión (con dos líneas de comentarios contrapuestas), y dejando más espacio para los incendiarios en la parte de las noticias-. Sobre el tema, una bitácora que lo ha tratado bastante y, además, bien, es la del Útero, así que les dejo el enlace hacia la etiqueta «Unión Civil» y vayan navegando por esa página.
Matrimonio, lo demás es maquillaje
Carlos Bruce vuelve a insistir en un tema que ya presentó en el pasado: las uniones civiles entre personas del mismo sexo (del que hablé en su día; proyecto no aprobado y archivado en la comisión correspondiente –pdf-). En realidad, la timorata propuesta de hace tres años del congresista se basaba en un acuerdo contractual de contenido netamente patrimonial (y fue rechazado por poder hacerse ya con otras modalidades de comunidades de bienes), ahora va más lejos y plantea una «Unión Civil no Matrimonial para personas del mismo sexo» (Proyecto de Ley 02647/2013-CR). Ya comenzamos mal. Primero: ¿por qué una unión civil solo para homosexuales? La verdad es que, ya puestos, se puede regular también para heterosexuales en la misma norma (no, tampoco es lo mismo que una unión de hecho); segundo: ¿de verdad hacía falta lo de no matrimonial en el propio título? Si es una «unión civil» y no un «matrimonio» queda claro, desde el nombre, su contenido no matrimonial.
PNP: Reglamento homófobo
Hace unos días en Perú estalló la polémica tras la aprobación por el ejecutivo de Ollanta Humala el Decreto Legislativo nº 1150, que regula el régimen disciplinario de la Policía Nacional del Perú (PDF del cuadernillo de normas legales de El Peruano, corrección de errores publicada el 14 de diciembre). ¿Por qué la polémica? Porque contiene normas homófobas. Con la máxima sanción posible (pase al retiro del policía) se sancionan las «relaciones entre personas del mismo género» cuando causen «escándalo o menoscaben la imagen institucional» (está el tipo entre las infracciones muy graves contra la institución), al mismo nivel que pertenecer a . Ojo con la conjunción «o», porque en este caso parece disyuntiva (se podrá sancionar tanto por un escándalo, aunque no «menoscaben la imagen» como por menoscabar la imagen -a entender del que aplica la sanción- sin que medie escándalo). Pero no solo es una norma contraria a la libertad e identidad sexual de los homosexuales, sino fuertemente conservadora en general, y reaccionaria en particular, por ejemplo sanciona las relaciones extramatrimoniales entre los agentes de la PNP («que causen escándalo o menoscaben…»), teniendo mayor castigo que maltratar a la pareja o padre o hijo. La norma, además, coarta la libertad de expresión de los miembros del PNP (se prohíbe «difundir ideas» que vayan contra la «cohesión institucional», siendo muy grave). Y se repiten los vicios del reglamento de 2009 que este presidente prometió corregir.
TC: Estatuto catalán y matrimonio homosexual
Será que no vivo en Cataluña, y por eso la demora en la sentencia no me importa demasiado. Demora debería entrecomillarlo, como ya he dicho en alguna ocasión, esa lentitud más que excepcional es la norma, y ello es en sí mismo más triste que la falta de dicha sentencia. El Estatuto de Autonomía de Cataluña es una norma indudablemente importante, dentro del llamado «bloque constitucional», es, por así decirlo, la Constitución de Cataluña dentro de (desarrollando) la Constitución de España, y sin dudas es importante y afecta de forma más o menos directa (o indirecta) la vida de los ciudadanos de esa parte de España, pero no hay más.
Homofobia institucional y religiosa en Marruecos
Mano dura contra los homosexuales, anuncia el gobierno. ¿Más mano dura? Se preguntan los homosexuales en esa monarquía de corte islámico donde actualmente las relaciones entre personas del mismo sexo están penadas con cárcel (entre seis y tres años de cárcel, aunque no son muchos los condenados, sí lo son los arrestados). Ahora el gobierno de ese país quiere aumentar las penas y, además, castigar a quienes hagan «apología» de la homosexualidad.
El Cardenal y los homosexuales con la Iglesia se toparon
¡Qué ciertos son algunos refranes y frases hechas! Esta es una noticia curiosa, que no debería dar para mucho, pero bueno, es una noticia curiosa y acá va resumen con comentario, esta es una de esas veces en que se da un choque medianamente absurdo entre seglares creyentes y la jerarquía de turno. Hablo del caso del Cardenal John Henry Newman. El cardenal va a ser beatificado y desde el Vaticano, siguiendo su procedimiento, pidió la exhumación del cadáver del cardenal y el gobierno británico la autorizó (hasta acá sin problemas, si no nos cuestionamos por qué se ha hecho una excepción a una, eso sí, poco lógica ley ya demasiado antigua)… El problema comienza cuando se anuncia que el cardenal exhumado será «recolocado» en otro lugar, en una tumba distinta a la suya, para que los creyentes puedan adorarle.
Despedida por homosexual y nacionalista
publicado originalmente en De Igual a Igual
Porque estas cosas no pasan sólo en Perú, a veces creemos que nosotros somos los retrasados e intolerantes, pero no vemos que el retraso es, realmente, más general de lo que parece. Y es triste ver noticias como la presente, en que la cadena Cope despide a una trabajadora por segunda vez (sí, el primer despido fue declarado nulo) a una periodista por ser nacionalista y lesbiana (ambas cosas grandes pecados para la cadena de los obispos).