Desde hace un tiempo mantengo la opinión que en estos lides interneteros (y permítanme el palabro) estamos viendo un cambio de intermediarios más que una eliminación de los mismos. Estos «nuevos» intermediarios odian el lenguaje antiguo, no quieren llamarse agencia inmobiliaria o de viajes (o todos los nombres posibles) y prefieren cancamusa de la Web2.0 y neologismos como «consumo colaborativo». Dentro de este concepto, curiosamente, toma fuerza el uso de plataformas «en línea» y todo el sistema de reputaciones, comentarios y el servicio cerrado de un tercero de confianza, más que el propio hecho de «entre particulares» que parecería darle su origen o sentido. ¿Cómo puede ser algo persona a persona cuando lo más importante es el intermediario?
Ley pulpín: Igualito, Humala y Meléndez
Aunque con retraso (estaba pensada para hace dos semanas, así que ha sido un poco actualizada) Igualito discute con Kevin por la llamada Ley Pulpín; aunque creo que deberíamos haber apuntado más a las mentiras de Humala.
Lo malo es que no es una inocentada
Hace no mucho, Marco Sifuentes contaba en La República cómo su actual medio masivo había superado a El Comercio en visitas (no a todo el grupo, solo a ese diario), les recomiendo leer las notas sobre eso: «Mira aquí qué significa nuestro primer lugar», «El día después del periodismo» y «De qué estábamos hablando». Esto ha generado una tendencia a frivolizar las portadas de los principales diarios, donde no en pocas ocasiones el recopilatorio de «los mejores memes sobre la noticia del día» supera en exposición y trascendencia a la propia noticia glosada.
Dejen de mentar el 103º de la Constitución, por favor
«Artículo 103°. Pueden expedirse leyes especiales porque así lo exige la naturaleza de las cosas, pero no por razón de las diferencias de las personas. La ley, desde su entrada en vigencia, se aplica a las consecuencias de las relaciones y situaciones jurídicas existentes y no tiene fuerza ni efectos retroactivos; salvo, en ambos supuestos, en materia penal cuando favorece al reo. La ley se deroga sólo por otra ley. También queda sin efecto por sentencia que declara su inconstitucionalidad.
La Constitución no ampara el abuso del derecho.»
Ese precepto constitucional -su primera oración, en concreto-, desde el Día Cero de la llamada Ley Pulpín (Ley nº 30288), se ha blandido contra la norma, afirmando que la edad no puede servir para hacer diferenciación entre las personas y, por tanto, la norma podría ser inconstitucional. Dos cuestiones sobre este punto: a) la constitucionalidad o inconstitucionalidad de la ley pulpín es, en realidad, una anécdota que no afecta en nada al fondo de los reclamos que están en la calle; b) la norma puede ser inconstitucional por otros puntos, pero creo, sinceramente, que no por el 103º de la Constitución Política del Perú. Con esta entrada intentaré explicar por qué se está leyendo mal la disposición constitucional en muchos de los artículos (de opinión o información) aparecidos sobre la ley pulpín en que se menciona el mandato constitucional.
Un manifiesto
Hubo un pequeño momento, realmente pequeño, en que él pensó que era una buena idea. Soltó todo lo que tenía en mente, tras tantos años de rumiarlo, de carrerilla. En su cabeza eso funcionaba igual que una oposición: tenía que soltar la larga parrafada reflexionada y llena de florituras, circunloquios y palabros anticuados, tal cual la había aprendido, que era como la sentía pero en palabras más bien poco claras, aparentemente directas y sin tapujos. Todos los puntos sobre las íes se pusieron en una larga perorata digna de tal nombre.
Ley pulpín: Ya la hemos leído y no la queremos
El gobierno ha decidido que el problema de la «Ley que promueve el acceso de jóvenes al mercado laboral y a la protección social», Ley nº 30288 (PDF de la separata legal), conocida por todos como Ley Pulpín, es que los jóvenes no se la han leído. Se han dejado llevar por lo que ciertos líderes (¿cuáles?) les han dicho y salen a la calle por las puras. Palabras de Humala, el presidente (más o menos). Bien, leamos juntos la ley y veamos ciertos argumentos en defensa de la norma. No voy a entrar en lo que nadie discute (carencia de CTS, vacaciones solo de 15 días, remuneración diferente…).
Urresti y Otárola deben dimitir
El segundo, el Ministro de Trabajo y Promoción del Empleo, Fredy Rolando Otárola Peñaranda, por la que ha montado con esta ley. Así de simple. Cierto, él no la escribió, pero es su cartera. El segundo, el Ministro del Interior, Gral. EP (r) Daniel Belizario Urresti Elera, por la que ha montado con las masivas manifestaciones. En las primeras manifestaciones la represión fue brutal (la acostumbrada por nuestra policía, tampoco pensemos que es algo fuera de lo común), pero en las de ayer, donde el ministro se las quiso dar de conciliador, en realidad llegó a insinuar una vulneración masiva del derecho a la manifestación. Sus amenazas veladas subieron tanto de nivel que la propia defensoría del Pueblo tuvo que salir a poner puntos sobre las íes (PDF). O deberían echarles. (No pasará ninguna de las dos cosas porque ambos son del agrado de la pareja presidencial, claro).
Organización y lucha contra una reforma negativa
La ley Pulpín, o esa norma que lo único que hará es arrebatar derechos a los trabajadores jóvenes, ha sido contestada masivamente en las calles. Por supuesto, algunos prefieren ocultar el origen de todo y fijarse en los actos de violencia ocurridos (que, a pesar de todo, son anecdóticos simplemente), obviando que en la mayoría de casos la policía comenzó los desmanes; esa que reprime por órdenes del gobierno, esa cuyo arma son las bombas lacrimógenas y los palos.
Trabajo precario, cortesía de gobierno y Congreso
«Beneficiará a unos 260 mil jóvenes que estarán en planilla y contarán con 15 días de vacaciones, pero no tendrán CTS ni gratificación.» (La República)
¿Cómo que beneficiará a esos jóvenes? Hace no mucho protestaba en esta página por una medida del gobierno que premiaba el incumplimiento de la legislación laboral, ahora toca señalar una cachetada a la juventud peruana. Para formalizar el empleo que ya existe no hace falta rebajar las condiciones legales del trabajo, sino aplicar la ley existente. Esto es, si las empresas no formalizan los contratos es, básicamente, porque no quieren; generar un régimen de precarización del trabajo como «gancho» para la formalización es disparar al pie, es hacer que los contratos que se celebrarían de todas formas se realicen con peores condiciones para los trabajadores.
¡Los queremos vivos!
Adiós, Chespirito, adiós
Voto libre: una cuestión de principios

De cuándo en cuándo vuelve a salir el tema del voto obligatorio en Perú, si conviene mantenerlo o quitarlo. Las opiniones están ahí, de todos los palos y para todos los gustos; desde los que creen que, por principio, debe ser obligatorio (en tanto que el sufragio es entendido como un deber ciudadano) y los que pensamos, en cambio, que o es voluntario o no tiene sentido; existen posturas intermedias, llamémoslas así, que se fijan sobre las consecuencias de una forma u otra al momento de votar, así pues, están quienes por principio preferirían el voto voluntario pero nos ven o como una democracia aún joven o desinstitucionalizada o, en el peor de los casos, temen simplemente que una baja votación abra el espacio para los antisistemas, que deslegitime a las autoridades electas. Dentro de este último grupo creo que podemos encajar a Carlos Meléndez, que en su columna de hoy, «¿Voto voluntario u obligatorio?», se ocupa del tema.
Caso catalán: referendos, consultas y otros
Años con un diálogo de sordos. Pero muchos años. Y lo de diálogo es por llamarlo de alguna forma. La postura del gobierno español está clara: de acá no nos movemos; no quieren que se pregunte. El gobierno español es quien tiene la potestad de autorizar o no un referendo como el pretendido en Cataluña, siempre y cuando fuera no vinculante; así que no, el tema no es legal, es político. Y su postura política viene de su fuerte nacionalismo español (no es por «defensa de la Constitución» ni mandangas de ese estilo). Por el lado secesionista catalán (no digamos «soberanistas», eso lo son todos; solo fíjense en los españolistas, defienden justamente que el soberano es el pueblo español y por ello no se puede consultar solo en Cataluña y no quieren que se consulte en todo España), se está agrandando su propia fuerza a base de ver grandes números donde hay discretos resultados (contando su propio poder político). Ambos están dando la espalda a todos los que no le aplauden a rabiar.
Sin etiquetas
Una vez eran tres… No, no era eso lo que les quería contar. Ya nació el semanario Sin Etiquetas, que es, como ellos definen, «un espacio periodístico online para visibilizar las historias de la comunidad de Lesbianas, Gays, Transexuales, Bisexuales, Intersexuales y Queer (LGTBIQ) en América Latina», medio que pretende «dejar atrás los estereotipos, los prejuicios y la homofobia». Teniendo en cuenta cómo está nuestro patio, resulta más que necesario. Continúa el colectivo explicando su motivación: «La consigna del grupo es la defensa de los derechos humanos sin excepción y la creación de un espacio donde se acepte la diversidad, se practique la tolerancia y se propicie el diálogo sin agresión».
Ante las elecciones estadounidenses
Es increíble la cantidad de burradas juntas que uno puede escuchar en una tertulia sobre un tema. No sé si quienes hablaban eran expertos o, como en otros casos, simplemente son opinadores (como yo) que hablan porque sí. ¿La diferencia? Si son expertos, me da que mentían descaradamente. Ayer en Radio 5 estaban alabando el sistema, la alta participación (¿qué? hablamos de un país que dificulta, por sistema, saber la participación y donde la misma no llega al 45% en elecciones como esta; como ejemplo, la del 2010) y obvien mencionar (después de alabar el bipartidismo fuerte) el simple hecho que nos encontramos ante un sistema mayoritario que, justamente, hace que se tienda a ese voto concentrado. Claro que también uno comentó que el presidencialismo, con sus dos legitimidades, solo funciona en EE.UU., mientras que en el resto del mundo «provoca guerras». No es el problema Congreso-Presidente el que las genera, ni es un oasis el país norteño que nos ocupa en estos temas, en realidad, el presidencialismo está muy presente en todo el mundo (y en todo el continente americano) sin que sea la causa de mucho conflicto.