El gobierno peruano ha pasado de asumir la defensa legal de miembros de los cuerpos armados y de seguridad del Estado procesados por delitos contra los derechos humanos a pedir, directamente, una amnistía para los procesados, y todo ello sin despeinarse. Esta iniciativa, que está lamentablemente dentro de las atribuciones constitucionales del Congreso de la República, cuenta con el apoyo de Unidad Nacional y el fujimorismo.
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Guantánamo: 17 detenidos deben ser puestos en libertad
Una buena noticia, que recalca la importancia de los tribunales civiles sobre el corporativismo de los militares y el abuso de poder por parte de la administración: «Un juez federal estadounidense ordenó el martes que 17 chinos musulmanes de la etnia uigur, detenidos en Guantánamo sin cargos en su contra, sean liberados en suelo estadounidense«, reza la noticia de AFP. La cuestión es más o menos sencilla, como tantos otros presos en Guantánamo, estos 17 chinos no habían sido acusados formalmente de nada (su crimen era vivir en Afganistán, refugiados, y ser musulmanes) y no existían pruebas contra ellos. Por supuesto, el gobierno estadounidense apelará la decisión del juez, y está en su derecho (derecho que pretende arrebatar a los presos en Guantánamo).
«No se aceptan reclamos sobre Derechos Humanos»
Una pizarra en la puerta del arzobispado de Ayacucho se leía «No se aceptan reclamos sobre Derechos Humanos«, clara y tajante era la cuestión, Cipriani no quería saber nada con las denuncias contra las fuerzas armadas, no durante el fujimorismo, no contra su amigo y aliado, Alberto Fujimori, o esas Fuerzas Armadas con las que tanto confraternizaba (continuos viajes en helicópteros del ejército lo dejaban más que patente). «No se aceptan reclamos» sigue retumbando en la cabeza de muchos cristianos de esas zonas que intentaban buscar refugio en la Iglesia, y esta se lo negaba sin siquiera escuharlos. Si tienes algo que decir contra el ejército, cállate, era básicamente la postura oficial de esa Iglesia.
El Ministro de Defensa, la celeridad y Accomarca
La Justicia no es Justa. La Justicia lenta no es Justicia. La Celeridad, junto con la seguridad jurídica, son dos términos que deben ir de la mano para que un proceso pueda ser calificado como justo dentro de sus propios límites para alcanzar lo inalcanzable. El Ministro de Defensa, más preocupado por conseguir la impunidad de los miembros de las fuerzas armadas y de denunciar a modelos que posan desnudas sobre banderas peruanas ha salido en defensa, otra vez, de los militares imputados por delitos de lesa humanidad.
Un vicepresidente que apoya el terrorismo de Estado
Ni el gobierno en términos generales, pero hablemos de Luis Alejandro Giampietri Rojas, vicepresidente del gobierno del Perú y otrora contralamirante de la marina con causas pendientes por violaciones de derechos humanos (de las que se «salvó» por una «prescripción» hecha contra la CIDH): Luis Giampietri sigue justificando el terrorismo de Estado, y en ese línea debemos entender sus repetidas y constantes críticas a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Estados Unidos financia a las FARC
Tenía ganas de hablar del tema desde que vi las primeras informaciones aparecidas en El País en que se vinculaba de forma directa a Hugo Chávez y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC o FARC-EP), y desde Estados Unidos el Señor Bush declaró que se estudiaba incluir a Venezuela entre los países del «eje del mal» (estados que apoyan fuerzas terroristas), a la par que mencionó que Ecuador era un paraíso para la guerrilla colombiana. Y claro, los presidentes de los dos países suramericanos pusieron el grito en el cielo.
¡Que intervenga el ejército! (gritan)
El gobierno peruano se está preparando para la guerra, pero el enemigo no es una potencia militar extranjera, sino que son sus propios ciudadanos. La policía, por lo visto, no es lo suficientemente letal para frenar la protesta social, no es lo suficientemente efectiva frente a los conflictos que amargan al habitante de palacio. Quien ocupa el sillón de Pizarro quiere aplicar soluciones fracasadas de antaño a problemas jamás resueltos, en su nuevo catecismo donde han abandonado cualquier lucha en favor de la justicia social, la mano dura y el militarismo cobran nuevos bríos desde el Decreto Supremo Nº 007-2008-DE, por el cual se permite que el Presidente de la República mande tropas a zonas que no están declaradas en emergencia. Esto es, carta blanca para el presidente, con una norma del ejecutivo, para que el ejército reprima al pueblo que juró proteger.
APRODEH y el MRTA, sacando las cosas de quicio
Las cosas se han ido de madre, y en gran medida por lo que creo que es una interpretación exagerada e incorrecta tanto de los hechos como de la importancia de los mismos. También desconocimiento de cómo funcionan esas «listas negras» de organizaciones terroristas. Las cosas como son, el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) fue una organización terrorista peruana con cierta presencia en los 90, e internacionalmente conocida por el secuestro de la casa del embajador de Japón en 1996 (que acabó con la Operación Chavín de Huántar, en la que al parecer se ejecutó extrajudicialmente a emerretistas por orden presidencial). La cuestión es que se está aprovechando un hecho sobredimensionado para perseguir a las organizaciones de derechos humanos.
Patrocinador esquivo
«Irán es el principal patrocinador del terrorismo», brama Bush. Hace unos años, el principal patrocinador era Afganistán, poco después lo fue Iraq, y esos dos países cayeron bajo las bombas estadounidenses y de sus aliados, bombas y bombas, autorizadas por la ONU o no, eso es indiferente para la mayor potencia del mundo. El patrocinador, al parecer, resulta realmente esquivo. Estuvo ya en dos gobiernos, y el cambiar de mandatarios (¿y sistemas?) en esos países no cambió nada en el panorama internacional de los terroristas. Más aún, ahora hay más atentados que antes, ahora hay más muertes.
No Alan, eso NO
No a la propuesta de Alan García de publicar la lista de los liberados que pasaron por la cárcel con la acusación de terrorista. Me causa una gran preocupación las nuevas cazas de bruja del presidente García, que ya lleva un tiempo echando la culpa de su mala gestión e incapacidad a otros (y, curiosamente, a gente que no tiene una posición de poder), quiere plantear. García habla, sin más, de entregar a los ciudadanos las listas de «liberados» para que la gente «conozca a sus vecinos», no hace distingos entre quienes cumplieron sus penas (y no debieran ya ser perseguidos), los injustamente castigados (casos a patadas, ya sea por juicios mal hechos o porque se les condenó sin pruebas por esos jueces sin rostro que impartían castigos y desconocían la palabra justicia). A la par, García recuerda que quiere pena de muerte.
Grupo Colina: Terrorismo de Estado
Siempre se habla de «Grupo Colina», hay quienes los mencionan como paramilitares y otras personas defienden lo realizado por este grupo porque, a fin de cuentas, nos dicen, buscaban el orden en una época de caos (un «el fin justifica los medios y lo que yo digo que es correcto lo es y punto»), pero: ¿Qué fue el Grupo Colina? Por un lado, podemos decir que no eran paramilitares, en tanto que estaban dentro del sistema de Inteligencia Militar del Estado, por otro, sabemos que eran los ejecutores (uno de los grupos de este cariz) de la guerra sucia planteada por el Estado a los movimientos subversivos del país.