Cuando te dejas engañar

Estos días el aumento salarial de Mercadona está siendo noticia. Los medios de comunicación han presentado la versión de la empresa: salen unos directivos y cuentan algo así como «no queremos que nuestros trabajadores sufran por el IPC, así que anunciamos subidas salariales según el IPC». Oh, vaya, ¡qué buena gente! La prensa lo vende tal cual: Mercadona es buena gente y sube los salarios el IPC. ¿O no es tan «buena»? Quiero decir, hay unos convenios colectivos que tienen pactadas subidas. ¿Esta es superior a lo que dice el convenio?

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Comentarios sobre los planes de gobierno. Clase trabajadora

Pancarta Primero de mayo

Introducción

En las próximas entradas haré una serie de comentarios sobre los planes de gobierno de los distintos partidos políticos que compiten a la presidencia del Perú. Por supuesto, es un resumen que incluye mi opinión sobre dichos planes de gobierno, no pretende un análisis imparcial ni mucho menos. Les comparto mi lectura de dichos documentos que los partidos presentan.

Todos los planes de gobierno los he colgado en esta otra entrada.

Notas previas

Creo que a nadie le cabe duda que, dado el panorama, el empleo es uno de los puntos fundamentales de cualquier programa de gobierno. Además, la situación precaria de la clase trabajadora en Perú viene de antiguo, no podemos obviar el nivel de informalidad que tenemos (superior al 70 % de la PEA) sin contar, acá, a la cantidad de personas que trabajan como «por honorarios» cuando están cubriendo un puesto de trabajo de planilla de forma más que evidente. También en la estructura del Estado.

Junto con esto, los salarios son bajos, el empleo precario, la represión sindical es altísima, no hay ningún tipo de conciencia de clase, pensiones que no llegan, sistema previsional en ruina e insostenible…

¿Qué dicen nuestros partidos sobre esto?

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Día de las y los trabajadores: un día para reivindicar [Delicias D=a=]

El «Bloque crítico» está organizando actos en Delicias (Valladolid) relacionados con el día de los trabajadores, el Primero de Mayo (25/4 en Plaza del Carmen a las 7pm). Delicias, tradicionalmente un barrio de obreros y combativo, con el paso de los años ha caído en el mismo letargo que el resto de la sociedad, presentándose al mundo de forma individualista y consumista, donde el papel de «receptor de servicios» configura la identidad propia antes que, entre otras, la consciencia de clase. Delicias conjura actualmente las dos nuevas realidades de los trabajadores y trabajadoras del país: precariedad y desempleo (que se ceba particularmente en los jóvenes, en los inmigrantes y en otras minorías étnicas, colectivos amplios en el barrio) y una población envejecida (todos esos trabajadores que construyeron el barrio, hoy jubilados), en parte dependiente.

El Bloque Crítico (donde están sindicatos como la CNT y CGT, además de otras organizaciones de trabajadores como Bloque Obrero y Parad@s en Movimiento de Valladolid) ha consensuado una serie de reivindicaciones (el cartel que ilustra esta entrada) que, parece increíble, se muestran hoy como necesidades básicas cuando cualquier sociedad debería cubrirlas como punto de partida para la convivencia: [Continúe leyendo Delicias D=a=].

Salarios y poder de negociación [De Igual a Igual]

Es interesante (y triste) que siempre que sale un colectivo con buenos salarios la opinión publicada nos convenza de que no se lo merecen y deberían bajarse. Porque sí. Dicen que ganan más que, por ejemplo, los médicos o los profesores, ¡cómo será posible!; así que en vez de pedir que le suban a médicos y profesores, lo que pedimos es que se lo bajen a los otros. Les llamamos «privilegiados» aunque no tengamos idea de qué hacen, cómo lo hacen o en qué condiciones lo hacen. Da igual, ganan más que nosotros y que los médicos, algo malo habrá. Los distintos gobiernos (locales o nacionales) recurren a mostrarnos los salarios cada vez que tienen un conflicto con algún grupo de trabajadores especialmente movilizados (desde controladores aéreos hasta personal de limpieza de las corporaciones locales, curiosamente también los profesores –¡¡que secuestran a nuestros hijos!!-, últimamente usados de ejemplo como tope para otras profesiones, han sufrido esta presión y sus condiciones se han reducido bajo el aplauso de muchos que ahora reclaman cosas sobre los sueldos de los estibadores). Siempre nos colocamos desde el punto de vista del consumidor, demostrando lo mal que anda el movimiento obrero y nuestra propia consciencia de clase (sí, somos una panda de alienados). [Continúe leyendo en De Igual a Igual].