Ready Player One, novela de Ernest Cline, acaba de estrenar su adaptación cinematográfica. Es un poco rara la historia de esta obra de ciencia ficción (mantengámosla en esa categoría aunque sea algo muy secundario, en realidad), puesto que antes de imprimirse ya habían sido vendidos los derechos de la película y el propio Cline iba a ser uno de los guionistas de la adaptación (a cargo de Steven Spielberg). En libro llevaba al menos un par de años en mi pila de pendientes, por pura temática: realidad virtual y referencias frikis a raudales. Sí, la nostalgia vende, aunque tras leerlo creo que es justo para la generación anterior a la mía. En fin, como era un libro que ya lo tenía como «antes de ver la película lo tienes que leer», pues este finde ha caído.
Etiqueta: internet
El unicornio llamado «neutralidad de la red»
Estos días se está hablando mucho de la «neutralidad de la red» a raíz de la reciente decisión de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (FCC) de EE.UU. que manda a las operadoras de Internet de la Categoría II (servicio de telecomunicaciones) a la Categoría I (servicio de Información) que significa, básicamente, pasar de ser un servicio público (con regulaciones y restricciones) a un área de libre competencia pura y dura (donde antes se encontraba, sea dicho). Lo cuentan bastante bien Marta Peirano en El Diario y, previamente, Manuel Moreno en Cuarto Poder.
Su casa, sus reglas
Cada vez se repite con más frecuencia: una persona con cierta llegada o un colectivo ven cómo su página o usuario en una -mal llamada- red social es bloqueado. Las explicaciones suelen ser nulas y las razones se encuentran, no pocas veces, en una coordinación de los «reportes» de algo que ha publicado esa persona o colectivo. Por supuesto, en esas redes hay mil mensajes peores -en todos los sentidos- que nadie ha reportado o no lo suficiente para su bloqueo. Además, en algunas de estas plataformas, por lo que quieren ser, directamente impiden que se suba o publique determinados contenidos, lo cual hasta obliga a cambiar logotipo a algunos colectivos.
Sobre los «clickbaits»
El 30 de septiembre Marco Sifuentes publicó «Oda al clickbait» en La República que, por cierto, es un titular «clickbait». Lo primero es explicar qué es «clickbait» (para no usar la definición de Marco, tiro de la Wikipedia): «[…] dependiendo de titulares sensacionalistas para atraer mayor proporción de clics y fomentar el envío de dicho material a través de las redes sociales. Los titulares clickbait típicamente apuntan a explotar la «brecha de curiosidad», proporcionando la información suficiente para provocar curiosidad al lector, pero no para satisfacer su curiosidad sin hacer clic en el contenido enlazado.» Sifuentes, conocido en la red (durante muchos años) como Ocram, fundador de Útero, sabe de lo que habla, tanto por el público que él ha sabido construir como por la comprensión de las prácticas en las redes peruanas y extranjeras… y justamente por eso lamento que se posicione así, por más que sea bajo ese «peor es nada» con el que acaba. Con lo pedagógico que es otras veces, acá se posiciona por la moda.
Comentarios anónimos y sistemas
«La mayoría de los trolls y las chorradas vienen de «Pobrecitos Habladores» ¿Habéis pensado en eliminar los comentarios anónimos?
Lo hemos pensado. Pensamos que la posibilidad de hacer comentarios anónimamente. Algunas veces la gente tiene algo importante que decir, pero tienen miedo de que se les relacione con ello. Los comentarios de Pobrecito Hablador continuarán existiendo previsiblemente en el futuro.» del P+F de Barrapunto
Es interesante la nota «Aldo Mariátegui tiene razón» de Marco Sifuentes en el Útero; nota con la que, por cierto, estoy muy poco de acuerdo. Por un lado, termina siendo una defensa de no poder escribir anónimamente salvo un par de razones (un filtro previo para comentar, filtro realmente inexistente, como demuestran sus propios comentaristas), esto de por sí me parece increíblemente perjudicial; por otra parte, defiende como mal menor el ceder tu sistema de comentarios a Facebook.
No todo lo que tenga usuarios es p2p; esos nuevos intermediarios
Desde hace un tiempo mantengo la opinión que en estos lides interneteros (y permítanme el palabro) estamos viendo un cambio de intermediarios más que una eliminación de los mismos. Estos «nuevos» intermediarios odian el lenguaje antiguo, no quieren llamarse agencia inmobiliaria o de viajes (o todos los nombres posibles) y prefieren cancamusa de la Web2.0 y neologismos como «consumo colaborativo». Dentro de este concepto, curiosamente, toma fuerza el uso de plataformas «en línea» y todo el sistema de reputaciones, comentarios y el servicio cerrado de un tercero de confianza, más que el propio hecho de «entre particulares» que parecería darle su origen o sentido. ¿Cómo puede ser algo persona a persona cuando lo más importante es el intermediario?
Sin etiquetas
Una vez eran tres… No, no era eso lo que les quería contar. Ya nació el semanario Sin Etiquetas, que es, como ellos definen, «un espacio periodístico online para visibilizar las historias de la comunidad de Lesbianas, Gays, Transexuales, Bisexuales, Intersexuales y Queer (LGTBIQ) en América Latina», medio que pretende «dejar atrás los estereotipos, los prejuicios y la homofobia». Teniendo en cuenta cómo está nuestro patio, resulta más que necesario. Continúa el colectivo explicando su motivación: «La consigna del grupo es la defensa de los derechos humanos sin excepción y la creación de un espacio donde se acepte la diversidad, se practique la tolerancia y se propicie el diálogo sin agresión».
¿«Conectado» es lo mismo que «informado»?
Desde antes de las elecciones el movimiento encabezado por Pablo Iglesias –luego llamado Podemos- ha tenido una trascendencia pública tal vez mayor a la que los más optimistas en el partido esperaban y deseaban. Supieron jugar sus cartas y que todos hablasen de ellos -algo positivo en ese mundillo-, ya sea para mostrarles como una alternativa a los anquilosados partidos en el poder, sobre todo los de la izquierda institucional -IU y PSOE, fundamentalmente- o para que les muestren como la «nueva amenaza roja» -cosa que les reafirmaba ante su potencial electorado-. Algunos partidos han sobredimensionado todo lo que significa o podía significar la cuarta nueva fuerza electoral en España -y lo han hecho para lastimar a su principal competencia y para reafirmarse ante su propio electorado, no por error o falta de olfato político-. Tras las elecciones europeas, además, se (¿nos?) lanzaron a analizar quiénes podían ser los votantes de Podemos, los reales y los potenciales -importante esto último cuando las encuestas muestran una tendencia al alza de este nuevo partido, que recién se está configurando-.
Dos sobre la «Propiedad Intelectual»
Otra reforma, ahora sobre la ley de Propiedad Intelectual. Esta contenta a los más acólitos del gobierno (nomás miren la portada de ABC de ayer, La Razón la ve necesaria pero insuficiente) y a los «medios tradicionales» (en El Mundo ya lo plantean como la salvación de la prensa escrita) tras decir que los resúmenes o entradillas de noticias son pirateo (todo es ETA, digo, pirateo), ahora bien, esta es una nueva deuda de esos medios con el gobierno; editores digitales también contentos (se les excluye, en la práctica, de la «copia privada») y los productores y distribuidores abriendo copas de cava (más dureza contra las páginas de enlaces). Las entidades de gestión respiran tranquilas. Sí, les trae nuevas obligaciones, pero nada como lo que se temían; además que podrán actuar más contra intermediarios (páginas de enlaces).
Motivos para estar (o no) en las llamadas «redes sociales»
La semana pasada, tras mi rabieta, leí una interesante entrada en Guerra Eterna sobre Siria y la «actitud» de Facebook, no es de extrañar que FB «borre» ese tipo de contenido (previo toque de atención de gobiernos o multinacionales), no es de extrañar que los poderosos (gobiernos o grandes empresas) deseen con todas sus fuerzas que las voces oprimidas se canalicen por un medio centralizador (qué fácil es «cortar FB»* o pedir a FB que «borre» algo, sobre «cortar Internet» o pedir a otro tipo de proveedores que bloqueen) que, además, tiene muy claro que su objetivo no es ser el paladín de la justicia, su negocio y tema es otro (por ejemplo, si quieres mantener el anonimato ya atentas contra las condiciones de uso de FB, con lo que te pueden borrar la cuenta sin problemas). Me vinieron a la mente, también, los comentarios que hacen muchos sobre la cultura de la adhesión base de esas plataformas (entre ellos, David de Ugarte en el Poder de las Redes, Versvs cada vez que puede, y un librito sobre la Sociedad del Control donde también toca estos temas), lo cual imposibilita realmente la creación de alternativas; sumado recordé el artículo -que ya tiene muchos añitos- de la FIJL en El Fuelle nº 3, «¿Lucha? en Internet» (PDF, págs. 4 y 5)… ¿A qué viene todo esto?
Los nativos digitales sí necesitan formación
A veces se nos olvida que todo lo que somos es un proceso, y en el mismo el aprendizaje (en todas sus facetas) es indispensable. Los «nativos digitales», esos menores (o ya no tan menores) que han vivido más o menos rodeados de tecnología, que casi no entienden la vida sin pantallas acá y allá y ya tienen cuenta en todas las «redes sociales» habidas y por haber, y que les presumimos, los mayores a los que nos costó aprender cómo movernos, que ya están de vuelta de todo, necesitan, claro que necesitan, formación. Además, el saber cómo usar algo no significa que se sepa cómo funciona. Todos sabemos «usar» (en el sentido de «usuario») un avión, un televisor y una radio, pero, ¿realmente sabemos cómo funciona? Además del «cómo funciona» desde el punto de vista técnico hay que aprender, también, el cómo funciona desde el punto de vista económico, político y, claro, los riesgos y beneficios que el sistema tiene, no ser un mero «usuario» pasivo, también los derechos y obligaciones que supone un uso de, bueno, ese mundo digital, y la relación con terceros.
Ya ni siquiera buscan, solo preguntan
Ya ni siquiera van a su buscador preferido, sino a cualquiera de esos servicios, que hay a patadas, que ofrecen poder preguntar a una comunidad más o menos grande que encantada te da la respuesta que necesitas, contando los enlaces a trabajos ya hechos (que no usarán como «referencia», simplemente copiarán). No es que se copie más (no lo creo francamente), es que copiar ahora requiere menos esfuerzo (también detectar copias), tenemos mayor acceso a la información, pero no nos esforzamos para asimilarla (ni lo intentamos).
«Por una verdadera red humana: pacto de responsabilidad social»
«Por una verdadera red humana: pacto de responsabilidad social
Porque en la era de la globalización quienes tenemos acceso a la Red sólo somos el 24% de la población mundial, porque 5.100 millones de personas no tienen acceso a Internet, porque no somos la sociedad, sino sólo una parte de ella, porque no queremos ser una elite, porque no queremos sentirnos privilegiados, porque no queremos generar más invisibles y excluidos, nosotros, parte de la ciudadanía internauta, demandamos un compromiso firme y decidido para acabar con la brecha social y digital. Pedimos un verdadero pacto de responsabilidad social a los organismos supranacionales -principalmente a la ONU y la UE-, a los gobiernos central, autonómicos y locales, a los partidos políticos, a los medios de comunicación masivos y sociales, a las empresas, a las organizaciones no gubernamentales y a la ciudadanía en su conjunto para que: Siga leyendo…
Reforma, manifiesto y debate
Creo que ya todos conocen la historia, el gobierno presenta al parlamento el Proyecto de Ley de Economía Sostenible, en el mismo se cuela, mediante Disposición Final (eso, que se note que es un parche sobre el texto) una importante propuesta de reforma del Real Decreto Legislativo 1/1996, de 12 de abril, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Propiedad Intelectual, regularizando, aclarando y armonizando las disposiciones legales vigentes sobre la materia (LPI en adelante) y la Ley 34/2002, de 11 de julio, de servicios de la sociedad de la información y de comercio electrónico (LSSI en adelante) donde se modifica la Comisión Mediadora y Arbitral de la Propiedad Intelectual., dependiente del Ministerio de Cultura, que pasará a ser la Comisión de Propiedad Intelectual, con funciones de mediación y arbitraje (como las que tenía) además de poder tomar medidas ejecutivas de «salvaguarda de los derechos de propiedad intelectual» y podrá aplicar el artículo 8 de la LSSI, al que se le añade la posibilidad de bloquear Webs que vulneren los derechos de autor.
Servicios centralizados y control
Otra vez me aprovecho de una columna de Marco Sifuentes (más conocido como ocraM o «el del Útero ese») como punto de partida para un artículo, y es en parte por una noticia de la que no tuve conocimiento hasta leer dicha columna, y aprovecho para meter cabe a los «servicios» de esta tan cacareada «web2.0». Al lío, lean el artículo de Sifuentes en Perú21 de este domingo: «No es censura pero se parece».