Poco he hablado del diferendo marino entre Perú y Chile (creo que solo una vez), largo, tedioso, lleno de patriotismo de patio de colegio, de miradas sobre el hombro y odios idiotas, lleno de, en otras palabras, lo que significan los Estados y sus fronteras. No deja de ser eso, una pelea sobre por dónde va la frontera del mar. Como estaban las cosas, lo mejor sin dudas fue ir a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), ubicada en La Haya, que resolvió el pasado 27 (sobre las reacciones y cobertura de ese día, les recomiendo la columna de Sifuentes en La República).
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AlB: Igualito por Chile
Tercera entrega de Igualito (sí, tercera) con la incorporación de un nuevo personaje y todo eso… Espero que les guste.
Sobre impuestos a las mineras
Fj me pasa un enlace de un comercial de Oblitas sobre la minería retransmitido en el entretiempo de la semifinal entre Perú y Uruguay. Esa publicidad está pagada por la Sociedad Nacional Minería Petróleo y Energía (SNMPE, la mayor patronal del sector). ¿Qué de verdad tiene esa afirmación? En la bitácora Perú País Minero (cuyo enlace ponen al final del anuncio del ex seleccionador nacional) enlazan un documento donde, para el 2009, dicen que la carga efectiva máxima al inversionista es del 65%, siendo la mínima superior al 40%, por encima de Canadá, Chile y Australia, e indican como fuente el IPE. Como «impuesto» recogen las participaciones que se reparten entre los trabajadores. Las mismas se deberían incluir como coste laboral más que como impuesto, y así poder comparar, por ejemplo, el coste laboral en Canadá con el de Perú, o el de Chile con el de Perú. Considerarlo un impuesto simplemente juega en contra de México y Perú.
Y ganó la derecha
Aunque ustedes ya lo saben, lo vienen leyendo, oyendo y viendo desde el domingo, el candidato de la más que derechista «Coalición por el Cambio» (pacto electoral entre el grupo Alianza por Chile, ChilePrimero y otros partidos políticos), el «empresario» Miguel Juan Sebastián Piñera Echenique, ganó la segunda vuelta de las presidenciales de nuestro vecino del sur, compitiendo contra el oficialista y democristiano Eduardo Frei Ruiz-Tagle (que ya fue presidente, del 94 al 2000, para quien no lo recuerde). ¿Qué podemos esperar?
Sobre la última encuesta ante las elecciones chilenas (II)
Como decíamos ayer, hoy más, pero no mejor. Vamos a ver las preferencias electorales con los datos segmentados, por un lado, por edad, y por otro, por la autoconsideración de izquierda-derecha que tiene el individuo sobre sí mismo, y vamos a mostrar los datos con respecto a la clasificación que esos mismos individuos tienen de Enríquez-Ominami (como se deduce del artículo anterior, no es lo mismo hablar de una media o una mediana que de un subgrupo determinado), mantenemos la visión en seis categorías de derecha a izquierda e indefinidos en vez de usar la escala dada en la encuesta.
Sobre la última encuesta ante las elecciones chilenas
Carlos Meléndez (alias Jorobado) en su última columna para Correo, «Elecciones en Chile 1: Frei vs. Enríquez-Ominami» realizó una interesante aproximación a las elecciones en el país vecino, viendo por un lado la desafección que poco a poco se da con el sistema político y cómo los «jóvenes» se inclinan por el candidato «independiente» justo en detrimento del oficialista. Hay que tener en cuenta, para comenzar, que el «independiente» no es un «outsider», ni ha sido durante mucho tiempo «independiente», es un diputado díscolo del PS que ha renunciado a su partido para lanzarse en solitario y ha conseguido el apoyo de nuevos partidos (como los ecologistas) y de viejos lobos chaqueteros (como los humanistas).
Chile y producción peruana
El presente artículo recoge un correo que mandé a la lista de mi promoción (del colegio), escrito como respuesta de un debate armado a partir de la columna de César Hildebrandt, «Compre peruano (¿dónde?)» (publicado en La Primera en febrero de este año), este texto iba seguido con una larga soflama anti-chilena que se centraba totalmente en los negocios chilenos en Perú, primero en los centros comerciales controlados por ellos, y luego anunciaba lo perjudicial que era para los peruanos además de indicar que todo era un proyecto geopolítico chileno para «conquistar» (no lo ponían literalmente, pero casi, incluso lo vinculaban con el diferendo territorial marítimo) Perú, seguido por una lista de marcas chilenas, o productos hechos en Chile (porque habían marcas suizas cuyos productos llegan al Perú hechos en Chile y eran tachados como «no aptos», así como marcas originarias en Chile que se producen en Perú y eran igualmente «vetados»). A esto respondí así (cambio los nombres de mis compañeros y modifico, eso sí, un par de cosas):
«Desequilibrio en la región»
La paz obtenida con el filo de la espada no es más que una simple tregua
El canciller peruano, José Antonio García Belaúnde, nos ha recordado que aun se mantiene la mentalidad tipo guerra fría en los altos mandos de nuestros países al manifestar que: «Si un país empieza a comprar armas después crea un desequilibrio y va a haber otros países que van a querer compensar este desequilibrio, entonces entramos a lo que sabemos que es una carrera armamentista» (Y eso que fue bastante comedido en general). Por un lado, tenemos la falsa idea del equilibrio armamentístico entre los estados de la región, por otro, la mentalidad de los vecinos como enemigos.
¿Por qué se habla tanto de la convención del Mar?
Hay algo que no entiendo, y que por más que busco información, no encuentro la respuesta (y no conozco personalmente a ningún experto en el tema como para ir y preguntarle directamente), así que planteo mis dudas en público: ¿Por qué se cita tanto la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982 (que entró en vigor en 1994) en el tema del diferendo marítimo con Chile si nosotros no somos parte del mismo?
Matando al mensajero
El ex comandante general del Ejército Edwin Donayre soltó una sarta de burradas hace más o menos poco, alguien lo grabó y subió a Youtube y el congresista (suspendido) Gustavo Espinoza sacó a la luz, unas semanas atrás, el tema, «chivándose» a sus colegas chilenos y demás. Eso es historia conocida. Pues bien, la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso de la República del Perú ha decidido «matar» al «mensajero» y da vía libre a una acusación constitucional contra el inefable congresista por «desequilibrar las relaciones cordiales con un país con el cual tenemos un diferendo limítrofe» al propagar una información ya publicada.
El otro 11 de Septiembre
El atentado contra las Torres Gemelas y otros lugares de Estados Unidos básicamente borró el resto de acontecimientos sucedidos en cualquier 11 de Septiembre. Todos quedaron subsumidos en aquel acto criminal que desencadenó, con unas mentiras tras otras, en una escalada de violencia que aun hoy vivimos. Pero hace 35 años hubo otro 11 de Septiembre, el golpe de Estado contra Salvador Allende que aupó al enésimo dictador de derechas en el continente al poder, siempre de la mano o con el beneplácito de esos Estados Unidos que se supone «defienden la democracia» ahí donde van…
De banderas y fachadas
«Convencen a mujer trujillana de retirar los colores de la bandera chilena de su casa» titula Perú21. Aparte de la redundancia en el titular («mujer trujillana», si es «trujillana» es «mujer» por pura definición, el usar el sexo sin venir a cuento para remarcar la condición del mismo es machista) me sorprende la noticia. No tanto por el titular, uno piensa, normal, no les gustan los colores, se acercan a la vecina y le dicen «ya pues vecina, cambie esos colores, estos quedarían mejor» y santas pascuas. Pero leyendo la noticia uno se sorprende del patriotismo meapilas y la estupidez política tanto de los vecinos, como del alcalde.