Toca hablar del fallo de La Haya

Poco he hablado del diferendo marino entre Perú y Chile (creo que solo una vez), largo, tedioso, lleno de patriotismo de patio de colegio, de miradas sobre el hombro y odios idiotas, lleno de, en otras palabras, lo que significan los Estados y sus fronteras. No deja de ser eso, una pelea sobre por dónde va la frontera del mar. Como estaban las cosas, lo mejor sin dudas fue ir a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), ubicada en La Haya, que resolvió el pasado 27 (sobre las reacciones y cobertura de ese día, les recomiendo la columna de Sifuentes en La República).

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¡Perú se adhiere a la «Apostilla»!

Esta sí que es una buena noticia, sobre todo para todos los peruanos que pululamos por el extranjero: Perú se adhiere (¡por fin!) al Convenio de La Haya de 5 de octubre de 1961, Suprimiendo la Exigencia de Legalización de los Documentos Públicos Extranjeros (también conocido como «Convenio de La Haya sobre Apostilla»). Así que, si todo va bien, a finales de septiembre todo será más fácil en cuanto a los documentos públicos. ¿Qué significa? Que la «Apostilla de la Haya» reemplaza todo el larguísimo trámite de legalización de un documento, que una vez sellado el documento con dicha apostilla ya vale para todos los Estados parte del convenio. Más información sobre la «Apostilla» en: Hague Conference on private International Law. (Esta también es una buena noticia para los extranjeros que viven en -o irán al- Perú.)