Tras las elecciones siempre se hacen todo tipo de análisis y comentarios, barriendo para casa mientras sea necesario, y es hora, como quien dice, de jugar sobre las posibles alianzas poselectorales, al menos para la investidura, o como dice D. Ernesto, ahora empieza el intercambio de cromos. No creo que este año la gobernabilidad sea difícil, las tres mayorías simples anteriores (93, 96 y 2004) se mantuvieron con menos escaños de la primera minoría (PSOE o PP), aunque es cierto que ahora el gobierno no cuenta, a primera vista, con un partido que le dé los suficientes votos para llegar sin problemas a la mayoría absoluta (salvo CiU, otra vez), pero la receta de Rodríguez Zapatero de ir con unos o con otros sin demasiado problema (cuestión que el PP nunca ha sabido hacer -y no sé si le honra o le quita posibilidades-), hace pensar que el gobierno no será demasiado difícil. En fin, me interesa más remarcar algunas cuestiones electorales, y comienzo con una que me parece importante: Ganó el bipartidismo.