La política hace extraños compañeros de cama. No hay duda de ello. Y lo importante, como dijo un pepero asturiano, es ganar, no importa cómo o a qué coste, si no simplemente ganar. Y eso lo saben bien los que están en la llamada alta política, que son lo más bajuno que hay entre los seres humanos. Así pues, los políticos viven en un interminable te quiero pero te odio con los contendientes, en un «siempre estuvimos en guerra con Eurasia, nunca con Eastasia», en plan 1984. Y es lo que le pasa al PP con respecto a los nacionalismos periféricos, saltan de ser el demonio a los amados demócratas con una facilidad pasmosa.
Etiqueta: rajoy
No le interesan tus derechos
El PSOE no realiza el anunciado «giro a la izquierda», hasta mantiene su opinión sobre la directiva de retorno de inmigrantes (que de progresista tiene más bien poco), pero sí da un cierto paso en cuanto a las libertades civiles y políticas con respecto a ciertos temas y colectivos: Voto en las elecciones municipales para los inmigrantes regularizados, regulación del llamado «testamento vital» y legislación sobre los cuidados paliativos.
Nueva consigna en la derecha mediática
Odia a Mariano. Es la nueva consigna de la derecha mediática, que ahora descubre la falta de democracia interna en el Partido Popular. No lo termino de entender, me refiero a su doble rasero o a su falta de conocimiento, ya que aplaudían a Mariano Rajoy por ser el sucesor designado a dedo por el entonces presidente del gobierno, José María Aznar. Esto es, la elección de Rajoy fue cualquier cosa menos democrática, todos recordamos cómo se realizaron cambios estatutarios para impedir, de hecho, la presentación de candidaturas paralelas o de estructuras de base que se enfrentaran a la cabeza del partido. Y el apoyo a Rajoy fue bastante… mmm… claro. Sí, la radio que ahora más le ataca ya le insultaba bastante, pero desde ahí se afirma que «se callaron mucho» para favorecer a Rajoy (con lo que dejan el deber de informar por el suelo, pero ese cuento ya nos lo sabemos).
Ni un voto para ellos
La campaña de Rajoy es ambigua, pero con ideas claras (según ellos), muestra xenofobia y homofobia por todos sus lados y se acerca a las posturas más conservadoras de la Iglesia para luego decir que ellos no cambiarán la situación actual salvo que harán cumplir la ley (que es, realmente, lo que pasa ahora), pero aún así se quieren ganar el visto bueno con grandilocuentes frases vacías de contenido o explicación (como suelen ser las campañas electorales, pero teñidas de ambiguas imposturas que desacreditan desde el inicio el discurso populista y demagógico).
Sin Alberto Ruiz Gallardón es posible
Niños y niñas, el fichaje del inefable y bien pagado Pizarro no fue gratuito, no era para compensar el «efecto Solbes», nada de eso (sobre todo por el anticatalanismo, al menos aparente, del nuevo ecónomo popular, que como dijo el segundo vicepresidente en funciones del Reino de España, por fin deja de hacer política en las sombras para pasar a primera línea), era para que el gran fichaje opacara lo máximo posible la negativa de Rajoy de incorporar a los líderes madrileños en la carrera a un curul en el Congreso de los Diputados.
Rajoy, error de concepto y propuesta de futuro
«Es inaceptable por ser sospechoso» dice Rajoy. ¿Sospechoso? ¿Acaso la copia es algo ilegal? ¡¡Un delito debe ser para que se considere a alguien sospechoso de copiar!! En todo caso, se pagaría por ser culpable sin serlo, no por ser sospechoso. Rajoy comete el error de ligar el canon con un hecho ilegal (justo uno de los mitos y mentiras que denunciaba sobre el canon). Es triste que Rajoy, jurista él, no entienda la diferencia entre «lo legal» y «lo ilegal», y que uno no es «sospechoso» de hacer algo «legal»; no me extiendo más porque ya hablé de eso en el artículo enlazado. El Partido Popular ha protagonizado el caso de esquizofrenia colectiva más extraño en la actual legislatura, primero votó que sí a una enmienda de Entesa Catalana de Progrès en la que se pide al gobierno que elimine el «canon digital» (¿y el analógico?), para luego desdecirse por medio de la portavoz de cultura para, finalmente, decir que votaron lo que creían conveniente votar. Ahora Rajoy dice que recién el lunes su grupo parlamentario decidirá qué votar en el Congreso. Lo lógico es que votase lo mismo que en el Senado, ¿no? Bueno, según parece, se abstendrán…
Sobre el ABC de ayer…
Hoy estuve leyendo el ABC de ayer, cosas de la vida y de la sobre carga del PC, que me dejó tiempos libres salteados… A lo que iba, me sorprendió la cantidad de artículos en defensa de Mariano Rajoy, o sea, de las declaraciones de Mariano en que hablaba de su primo y tal, no sólo en artículos de opinión (con la honrosa excepción, entre los artículos que hablaron del tema, del firmado por Ignacio Camacho), sino de contenido, contando con un artículo elevando al olimpo al Catedrático de Física apellidado Brey, y explicando sus palabras (las mal citadas por Rajoy) sin olvidar dar la contra a los que han puesto el grito en el cielo por las brabatas de Mariano.
A reprimir se ha dicho
Recuerdo las manifestaciones con Aznar en el gobierno, recuerdo lo rápido que las fuerzas y cuperpos de seguridad del Estado (o las que se tercien) cargaban en cualquier momento. Seguridad. Seguridad decían los muy cínicos (no es que haya cambiado radicalmente este panorama, pero sí un poquito). Hoy Mariano Rajoy me ha recordado por qué no se debiera votar por él, y por su partido. No es por su pasado, ni el de los suyos (recordar los orígenes falangistas y antidemocráticos es ocioso, no lleva a ninguna parte), sino por la idea que tienen del Estado, y no lo digo por la economía (que también), sino por el uso de la fuerza. «Ante los ataques a la Corona yo habría usado las Fuerzas de Seguridad del Estado», declaró el sucesor de Aznar.