Una sentencia anunciada (y filtrada) trae ya tres días de manifestaciones en Cataluña… y en el resto de España. En Cataluña se han producido situaciones violentas, sin dudas, pero están lejos de ser tan masificadas como lo que, a veces, se nos muestra. Claro que lo que se nos muestra tampoco corresponde con lo que está pasando (como esas imágenes de TVE por las que pidió disculpas porque son de hace 9 años).
Siga leyendo…Etiqueta: demagogia
Granados y la libertad
«Granados ha señalado que la medida [de reducir la velocidad máxima a 110 km/h] es un “atentado contra la libertad” de los ciudadanos» en Qué… El debate sobre la velocidad de circulación es pasto de demagogias baratas, y lo va ganando Granados. Me gustaría que el consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, nos explicara por qué el límite de 120 km/h no es un atentado contra la libertad y cambiarlo a 110 km/h sí lo sería. O por qué no se quejó del de 120 km/h… Argumentos a favor de la medida son los del ahorro energético y la reducción de contaminación, en contra dicen que no hay casi ahorro y que se pierde en tiempo y por otros lados, o la ineficacia total de ese tipo de medidas -cuando vas a 120 por autopista y te pasa uno como un rayo son una prueba de ello-, bien, todos son argumentos más o menos sostenibles y de peso, pero ahora Granados saca uno que nos deja boquiabiertos a algunos: ¡Por la libertad!
En España, xenofobia y mentiras repetidas
Estos días muchos partidos muestran su cara más racista, menos solidaria, y muchos de esos partidos se dicen de izquierda (PSC y ERC, sin ir más lejos), hasta han comprado el discurso de la derecha sin sonrojarse ni un poquito (bueno, a veces rectifican, al ver las que les cae), y eso que la derecha nacional no se termina de aclarar (aunque lleva tiempo pidiendo que se endurezca la ya dura ley de extranjería, y mintiendo descaradamente sobre los efectos de la misma en extremos como la reagrupación familiar -que finalmente se ha limitado, por enésima vez-, así como azuzando la xenofobia), va, eso sí, dejando de lado el doble discurso para centrarse en lo importante para ellos: «No cabemos». La extrema derecha lleva años apostando por ese lema, deben estar aplaudiendo hasta con las orejas.