Jugando con los resultados: Ahora el País Vasco

En el País Vasco (Euskadi), además del fuerte cambio que supone la vuelta de la llamada izquierda abertzale, cabe destacar que habiendo cinco partidos en la cámara autonómica no están los cinco más votados. Izquierda Unida – Los verdes (IU-LV), habiendo quedado por encima de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) en el cómputo global, no sacó ni un parlamentario, en cambio UPyD (por su buen resultado en Álava) sí tiene un diputado vasco. IU, además, no superó la barrera electoral en ninguno de los Territorios Históricos (provincias), quedándose cerca en Álava (2,96%). En Euskadi IU no fue capaz de pactar con Equo ni con su antigua entidad confederada (Ezker Batua – Berdeak), entre las tres formaciones suman 5,27% de votos válidos y el ir por separado les ha costado estar en la asamblea autonómica (claro que era una alianza difícil, sobre todo entre EB-B y Ezker Anitza (la federación vasca de IU-LV), en tanto que el parlamentario de EB-B se pasó a la recién nacida Ezker Anitza a principios de año… En fin, en la izquierda aun queda mucho por debatir y refundar, puentes que tender, y parece que los responsables vascos de IU no han querido entender nada (por lo que hoy escuché a uno de ellos en la radio, hablando que si bien no estaban en el parlamento eran el referente en la calle… ¿de verdad?). En fin, como hice con Galicia, como prometí ayer (e hice hace tres años), toca repartir de otras formas el resultado electoral:

Consideraciones iniciales:
Copio y pego lo del artículo anterior:

Huelga decir que, claro, que los sistemas electorales influyen en nuestras elecciones, si el sistema fuera distinto se votaría, a su vez, diferente, esto no pasa de ser un pequeño ejercicio para que quede claro cómo el sistema tampoco es neutro (más allá de condicionar nuestra cultura electoral, y que esta cultura condicione, a su vez, el sistema), decidir que hay múltiples distritos electorales (en este caso coinciden con las provincias, y acá es importante cuántos se reparten por circunscripción también) y que dentro de ellas se reparta mediante el sistema D’Hondt en vez de, por ejemplo, el de Resto Mayor usando el método Hare no es, ni mucho menos, inocente. Depende de lo que políticamente se busque (más concentración de poder en pocas formaciones, más pluralismo en las instituciones, y esto a su vez influye en cómo se vota, en la preferencia o no por el «voto útil» y la capacidad de los partidos de ser «atrapavotos»).

Los resultados cambian

Fueron nueve partidos los que superaron el 1% de votos, usando un reparto de Resto Mayor con el método Hare entrarían en la cámara vasca hasta 9 partidos (uno de ellos Escaños en Blanco, esto es, si cumplen lo que prometen el curul quedaría vacío), usando el Sistema D’Hondt en un distrito único sin barreras o vallas electorales (ese 3% absurdo) tendríamos siete partidos en el parlamento (todos los que superan el 1,5% de votos válidos), curiosamente en este ultimo caso el PNV mantendría 27 escaños (lo que supone una pequeña sobrerrepresentación), son los escaños de los siguientes tres los que se reparten para IU-LV (dos) y EB-B (uno). Con un reparto con circunscripciones múltiples (y recordando que el PNV ganó en dos de tres) pero con el método Hare el PNV cae hasta 24 (y se queda algo subrepresentado), PSE-EE cae un escaño y Bildu dos curules, ganando sobre todo Equo (que entra con un parlamentario gracias a Álava), IU-LV (tres) y UPyD (otros tres), ambas quedan sobrerrepresentadas, mientras que EB-B, con más votos que Equo, no entra en el hemiciclo.

Mirando los resultados y los distintos repartos uno observa que el gran perjudicado del sistema actual (contando su barrera electoral) es Izquierda Unida – Los Verdes, por supuesto, sin olvidarnos de todo lo antedicho en la entrada de esta anotación, de la incapacidad de esta formación para pactos que le hubiesen dejado en un muy buen lugar. En Euskadi, además, el reparto es más difuso, ningún partido tiene una clara ventaja sobre los demás (otro análisis viene por la caída estrepitosa del PSE-EE, pero eso sería otra nota), así el partido más votado no llega al 35% de los votos válidos, y el siguiente está en el 25%, a casi un punto del 20% el PSE-EE sueña con lo que hace tres años fue. En todos los escenarios, eso sí, el PNV podría gobernar pactando o con Bildu o con el PSE-EE o sin mayoría y bajo eso llamado «geometría variable». En ningún caso la suma con el PP dan la mayoría absoluta (por un escaño).

¿A cuántos representan?

Como en el caso anterior, toca hablar de «a cuántos representan», y ahora lo digo casi enfadado con ese de IU que habló en Radio Nacional, así vemos cómo el partido que pretende ser la voz única de todos los vascos representa el 21% de las personas con derecho a voto y el 17,56% de la población vasca, y será el líder de esta formación quien mande en ese territorio. EH Bildu, uno de los grandes triunfadores, solo ha conseguido movilizar el voto del 15,6% del electorado a su favor, mientras que el PSE-EE 11,94% y el PP el 7,32% (y este es el partido que gobierna con «mayoría absoluta» en España). Pero miren bien, el 100% de la cámara está ocupada por partidos que suman el 57,67% del electorado, o el 46,87% de la población.

Ricardo Mella tenía razón.