El paro registrado es el resultado de realizar una serie de exclusiones dentro de los «demandantes de trabajo» apuntados en las oficinas públicas de empleo a último día de mes; así, lo primero que se excluye son los «ocupados» -personas inscritas para mejorar su actual puesto de trabajo, lógico, no son desempleados- y luego a los que buscan «empleos específicos o con disponibilidad limitada», aunque estén sin trabajo -¿por qué? porque se consideran demandas muy especialitas, para decirlo de forma poco técnica-. Entre los demandantes «desocupados» se produce una nueva criba -se excluye a quienes buscan un empleo de corta duración, a quienes quieren empleos de algo menos de media jornada (lo cual no coincide con ese «fomento del tiempo parcial» que tanto dice el gobierno), distintos «tipos» de «estudiantes» (incluso mayores de 25 si aún no han trabajado, algo ahora habitual), las personas que el SPEE considera que han rechazado un «empleo adecuado» (que es cualquier cosa) y otros-, todo regulado en la Orden Ministerial de 11 de Marzo de 1985. ¿Por qué les suelto todo este rollo? Porque hoy toca la alegría gubernamental por los datos del paro registrado. ¡Ha bajado!
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¿Qué cambio de tendencia dicen?
Ya tenemos dato de la EPA del primer trimestre del año, como se esperaba, otro desastre. Y se esperaba, claro, por más que en el gobierno hablen de que se están «invirtiendo las tendencias», que la destrucción de empleo «disminuye». A mí me cuesta ver esos dos extremos. Sube el desempleo, baja la tasa de actividad (población en edad de trabajar que busca activamente empleo o ya está ocupada), baja la tasa de ocupación (que no sirve de mucho, pero ahí la tenemos), es que por bajar, sigue bajando la población entre 16 y 64 años (con la que Eurostat juega; algo que ya no tiene sentido cuando se quiere forzar la jubilación a los 67), pero esto último es lógico por tres fenómenos paralelos: el envejecimiento de la población española, el aumento de la emigración (de residentes en general, sin olvidar que el propio gobierno ha invitado a salir a los inmigrantes) y el parón en la inmigración (que se nota desde el 2009… al punto que hoy en España hay 683,5 mil personas menos en edad de trabajar con respecto al primer trimestre de 2009).
Nuevas notas sobre los efectos de la reforma laboral
En las noticias de RNE se ha insistido en las palabras de la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, sobre los contratos indefinidos de apoyo a emprendedores, noticia de hace tres días, en realidad, que se repitió harto como argumento contra la Huelga General (lo digo en serio). Supongo que tras la huelga se tiene que recordar lo «positivo» de la Reforma, y eso se hace en números y sensaciones, se insiste, así, en que si se ha destruido empleo, ha sido menos que sin la reforma (no lo dirán por los ERE, espero) y, en los números, se insiste en esa fórmula contractual. Pero hay trampa, claro.
¿Realmente qué proponía sin proponerlo?
A veces no sé si quienes debaten algunos temas de altura tienen idea de lo que se cuece en la calle. Hablo de la propuesta esa de los «miniempleos» por 400 euros. No tengo nada claro por qué surge como una «propuesta informal» del presidente de la patronal de patronales. Y no lo sé porque: a) ya existen miniempleos; b) 400 euros al mes por 15 horas semanales es más que el sueldo pagado en la mayoría de miniempleos ya existentes; c) quien decide por cuánto tiempo demanda el trabajo (la jornada parcial) es el empresario, ¿o es uqe quieren que se les subvencionen trabajadores? Legalmente, por si las moscas, se puede hacer un contrato de trabajo por 10 minutos al año, si se quiere. No sé ustedes, pero yo sí conozco muchas personas que tienen varios miniempleos, o que viven de miniempleo en miniempleo, todo precario y sin futuro (no hablamos de completar un trabajo con otro pequeño o de, como en otros países, ser una fórmula para que jóvenes accedan a su primer empleo o para personas que quieren trabajar muy pocas horas*).
Los falsos o hipócritas argumentos de los mercantilistas
¿Cuántas veces hemos oído a la patronal de las patronales, madre de todas las patronales de España, la CEOE, pedir bajada de los pagos de la seguridad social y despido libre y lo más barato posible, encaletado en eliminar las causas para el despido procedente (sea objetivo o disciplinario) para que así, realmente, deje de existir el improcedente (salvo temas de nulidad, claro)? Demasiadas.