En los rifirrafes en las elecciones prefiero no entrar la verdad, que si García participa, que los candidatos se quejan por ruptura de la «neutralidad» (absurdo, es un político), que si él les exige que no le «ataquen» (¡pero bueno!), que si Bayly no sabía o sí sabía que Kouri iría por «su partido» (léase «plataforma electoral tipo “vientre de alquiler”»), tonterías típicas en cualquier campaña, totalmente superficial… Me ha despertado la curiosidad dos hechos estos días, por una parte, que el Partido Nacionalista Peruano (PNP) «descartara» apoyar a la socialdemócrata Susana Villarán por no «considerarla de izquierdas» y que exista un pacto entre Bayly y Cambio Radical para NO presentar candidatos al Congreso.
Categoría: Actualidad del Perú
Cambio Radical presenta a Álex Kouri
Hay quien dice que lo importante es estar, sin importar con quién. Supongo que esa es la política de José Barba Caballero, que ha sido diputado y senador por el Partido Aprista (de 1985 a 1990 y de 1990 a 1992, respectivamente), miembro del Congreso Constituyente por Convergencia Democrática (1992-1995), congresista también entre 1995 a 2000 con esa misma formación, para ser electo en el 2001 por Unidad Nacional, pero, tras un escándalo de firmas falsas (con el recién fundado Cambio Radical) no volvió a postular en el 2006. Fue premiado por el APRA como embajador en Panamá. Durante su vida pública ha apoyado diversas opciones (como se ve por su camino entre partidos), hace no mucho estuvo lanzando flores a Luis Castañeda Lossio para apoyar a Solidaridad Nacional para las próximas presidenciales hasta que se pasó Jaime Bayly Letts por delante suyo y le regaló su cuestionable partido para que se pudiera lanzar a presidente. ¿Siempre fiel? Esto es política (politiqueo mejor dicho).
Los congresistas y sus votos
Un interesante apunte de J. Francico Canaza, «¿Cuántos votos se necesita para ser congresista?», se ocupa de la «facilidad» para entrar en el Congreso de la República, se ocupa en concreto de los votos recibidos por Carlos Raffo y los compara con los obtenidos por congresistas de otras circunscripciones electorales. Considero que el análisis trae consigo dos errores clave: Confunde el voto preferente con el voto en sí mismo (que es a partidos) y olvida la barrera electoral que existe a nivel nacional. Además, faltaría contar el tamaño de las distintas circunscripciones (siendo Lima de las más proporcionales por su tamaño) y el sistema de reparto usado (dentro de los proporcionales, en Perú usamos una variedad del D’Hondt, que es más mayoritario).
Sobre la Salvadora Lima y uno de sus Comandantes
Hay determinados temas que me generan sentimientos encontrados, uno de ellos, al menos en apariencia, es el concerniente al Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Perú (CBVP). No deberían existir. Lo digo desde el corazón, los bomberos voluntarios no deberían existir, no como la única fuerza de bomberos (si eso, como apoyo a los bomberos profesionales). La labor de los Bomberos Voluntarios es totalmente encomiable, digna de admiración y aplauso, pero debería, por riesgo y para mejorar el servicio, ser un cuerpo profesional y profesionalizado, el que sean voluntarios habla muy mal de cómo se realizan los Servicios Públicos en Perú (además de que en Perú los bomberos hacen labores que no son propias de su profesión, como las urgencias médicas, lo que es cargar más de trabajo a quienes lo hacen simplemente por ayudar), máxime si tenemos en cuenta que si bien los bomberos son voluntarios, la mayoría del resto del personal son trabajadores (muchos bajo la horrorosa modalidad CAS, pero al menos son ocupaciones remuneradas). Y sé que a ellos les enorgullece saberse voluntarios, que lo ven como un valor fundamental del cuerpo. Es una contradicción, pido su profesionalización (aunque ellos no la soliciten), pero a la par me llena de orgullo saber que hay gente que dedica tanto esfuerzo (y pone en riesgo su vida) para que todos los peruanos disfrutemos de unos bomberos que hacen un trabajo más que digno. Admiro, y bastante, a los conocidos que tengo en el cuerpo, y se me hincha el pecho de puro orgullo recordando que mi abuelo fue Brigadier General del Cuerpo de Bomberos del Perú y que sirvió a la Bomba desde antes de cumplir los 19 años hasta que falleció ya con 84 (¡como si tuviera algún mérito ser nieto de quien soy!).
Del Castillo, «petroaudios» y movimientos políticos
Mi estimado congresista adoptado, Jorge Alfonso Alejandro Del Castillo Gálvez, cada vez se mete más en el fregado de los Petroaudios, a la par que el partido de la estrella, también conocido como APRA, se divide entre sus defensores y detractores (que le atacan incluso con más ahínco que la inexistente, a ratos, oposición), y que humalistas hayan olido sangre y decidan lanzarse contra la presa (y esta vez, con toda la razón del mundo y un poco más).
Fujimoristas contra fujimoristas
La «ruptura» dentro del fujimorismo es casi graciosa. Y falsa. En todas las elecciones pasa algo como esto, uno de los tantos movimientos que se reclaman fujimoristas intenta ir por libre, y el resto, en mancha, le niega el carné de autenticidad, o algo así. Lo más gracioso es que esta vez la facción «disidente» es ni más ni menos que Cambio 90, partido que lanzó a Fujimori en 1990, partido que se niega a seguir el camino marcado por la actual lideresa del fujimorismo (hija del caudillo) que ha fundado el enésimo partido fujimorista (en el ADN del fujimorismo está el fundar partidos y movimientos como quien cambia de lema electoral, forma parte de su política anti-partidos) por… por… por lo que sea. En fin, Carlos Raffo dice que los de Cambio 90 no son fujimorista, pero ¿qué es ser fujimorista realmente? Porque si es entrar en política para forrarse a costa de todos, idolatrar a un líder preso por casos de corrupción y crímenes contra la humanidad, justificar matanzas, apostar por la mano dura y por «el mercado» y odiar la democracia de partidos y todo lo que huela a izquierda así como ocultar la propia ideología bajo el paraguas del «pragmatismo», Cambio 90 es tan fujimorista como Carlos Raffo.
¿La violencia necesaria?
A la vista de los datos de la Defensoría, pareciera que sí… Siempre es lo mismo. Unas protestas de lo que sea (como si es por la implantación de una granja de caracoles, casi que da igual el tema), no hacen caso a los manifestantes por nada hasta que estos se hartan y montan la de Dios es Cristo y no hay tutía que claudiquen hasta que llega el gobierno central (normalmente él y sólo él, el resto de autoridades normalmente dejan de existir por el camino, así como la estructura institucional en favor de «mesas de diálogo») y tras hechos de extrema (o no tanta) violencia se llega al diálogo, que hablando se entiende la gente. A buenas horas mangas verdes, y demasiada sangre derramada…
Sobre el JNE y los neonazis
Desde el Jurado Nacional de Elecciones (JNE para los amigos) se ha actuado correctamente: Si cumplió con los requisitos legales para inscribirse, no se le puede negar la inscripción. Los requisitos legales, que son excesivos para mi gusto, en ningún caso pueden entrar a valorar la ideología del partido que se inscribe (menos cuando, al momento de inscribirse, no se requiere entrega del ideario), por más deleznable que esta nos pueda resultar, como es el caso de «Igualdad Nacional Cristiana Autónoma» (INCA), grupo que, según denuncia el IDL-Reporteros.
Sindicatos de oficio y sindicatos de clase: De Perú a España y viceversa
El estallido de los conflictos laborales en las ONG peruanas ha puesto sobre la mesa, una vez más, la necesidad de que los trabajadores de dichas entidades se organicen y defiendan sus derechos laborales (que hay que empezar por casa, señores de oenegés), no es una necesidad nueva, claro, ya se ha intentado antes y se sigue intentando (pueden verlo en la bitácora del «Sindicato Nacional de Trabajadores en ONGs y afines»), solo que ahora (tal vez y por lo que veo y leo) existe más consciencia de su necesidad por parte de los trabajadores (hay cierta idea de «sacrificio» entre los trabajadores en favor de la causa de la ONG que, sin dudas, es encomiable, pero no debe mezclarse con el «que se salten la legislación laboral conmigo», que termina siendo lo que pasa).
¿»Poner freno» al TC?
En el fondo lo que quieren es carta blanca. «Piden que se ponga freno al TC en materia económica» titula Perú21. La cuestión, como tantas otras veces, se plantea como un «límite» a un organismo fiscalizador cuyas resoluciones no gustan sobre un tema concreto, en este, las «vinculadas a aspectos del manejo económico», esto es, cuando hay dinero de por medio, limitar la labor del máximo intérprete de la constitución en el país, norma suprema del ordenamiento jurídico cuya garantía, a la postre, es la del Estado de Derecho en sí mismo.
¿El hambre con las ganas de comer?
Si en su día un irreconocible UPP se juntó con Ollanta Humala y aceptó en su seno a personas provinientes de otro partido (el PNP, que no consiguió la inscripción), hoy la alianza «contranatura» (parcialmente) sería la del PPC (sin la carga de UN) y el PNP juntos en las locales. ¿Qué hace un partido apoyado por izquierdistas conocidos juntándose con el partido conservador por antonomasia de nuestro país?
Comisión aprueba modificación de ley electoral regional
Poniendo titulares no tengo límites. Al lío, la Comisión de Constitución aprobó un proyecto de ley (que unía dos, presentados por el PNP y el APRA) que modifica la ley N.º 27683, De Elecciones Regionales, publicada el 15 de marzo de 2002, en el sentido de permitir que sean candidatos para dichas elecciones tanto los residentes (que prueben tres años de vida en la región) como los que aun no siendo residentes sí han nacido en dicha región. Todos los grupos representados en la comisión votaron favorablemente. Ahora toca que el pleno la vote y tal…
Partidos políticos en Perú: Cantidad, calidad y otros
El siempre ínclito Martín Tanaka plantea, en su columna de La República titulada «Fragmentación y transfuguismo», el tema de la dispersión de partidos, de la facilidad de cambio de camisetas de las «personalidades» políticas de una formación a otra (siendo los partidos con inscripción meras marcas para poder lanzar caudillos varios).
UN se descompone, otra vez
Imagínese una alianza electoral que intenta aglutinar a las fuerzas de la derecha cristiana y la liberal, imagínese que, además, se llena de «independientes», gentes de derechas que no quieren compromisos partidarios pero sí los cargos políticos, imagínense que las distintas formaciones que se juntan en la alianza no están dispuestas a dejar sus propias agendas, imagínense que es un partido con más «personalidades» que militantes, donde las lealtades son nulas, todo en un contexto caudillista en que los partidos no importan…
Romerías partidarias y caudillos varios
En Perú no tenemos partidos. Tenemos marcas electorales, y posiblemente el APRA (y sin exagerar tampoco), pero no mucho más. Eso sí, tenemos una buena cantidad de caudillos de distintos niveles, hombres-marca que en sí mismos aglutinan votos, y si se juntan varios de ellos bajo un eslogan pegadizo y un par de colores mal combinados, obtenemos lo que normalmente llamamos «partidos políticos». Gracias al chiste de Bayly tenemos un manual para bobos de la política de partidos en Perú del Jorobado de Notre Dame (por algunos conocido como Carlos Meléndez).