Hablamos demasiado de las elecciones presidenciales, tal vez porque se prolongan bastante más en el tiempo que las del congreso, tal vez porque realmente somos un país fuertemente presidencialista, tal vez porque son más interesantes para los inversores, tal vez porque el Congreso no nos importa para nada, tal vez… Tal vez tantas cosas. Al margen de una curiosa entrada de Ocram (por más que su DNI se empeñe en llamarle Marco Sifuentes) y de denuncias varias sobre los nexos de tales o cuales congresistas o con las mineras (esas que tan dadivosamente financiaron la campaña de muchos candidatos, y de distintos partidos a la vez) o con los narcotraficantes, u otras yerbas nada positivas sobre los representantes del pueblo, se habla poco del Congreso. Veíamos un minuto a minuto de los resultados presidenciales en distintos medios, afanados por actualizar la información, esa final que no fue de foto pero estuvo cerca, mientras que del Congreso no teníamos ni noticias lejanas (algunas sí). En la presente entrada me centraré en la circunscripción de la Provincia de Lima y Extranjero, la más grande con diferencia del Perú (y en la que yo ejerzo mi derecho-deber al voto) y jugaré con los resultados, no sin antes llamarles la atención por los siempre indeseables efectos de la barrera electoral.