Meras fotografías y otras yerbas

Una de las bitácoras que frecuento es «La Mesa de Luz» de José Pujol, editor gráfico de Público, el último artículo publicado, «Los jueces deciden si tu foto es arte», trata sobre la reciente sentencia del TS que decide que una foto no es una obra de arte, sino una mera fotografía. Esta sentencia no es novedosa por ninguna parte (la verdad es que no sé por qué hay tanto revuelo), incluso al parecer la Audiencia de Barcelona tiene (o tenía) la costumbre nada sana de rebajar toda foto que pasa entre sus manos a la categoría de «mera fotografía» sin importar lo que digan los expertos sobre el tema (que el peritaje existe para algo). P. J. Canut, en una entrada de hace ya casi cuatro años, extractó una sentencia del Supremo del 95 en que ya recordaba este extremo.

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Que ETA pida el voto para el PP

En la portada de La Razón de ayer (PDF) encontramos una foto de un ex-etarra con un cartel hecho a mano pidiendo el voto para Bildu, el titular, muy informativo, es el siguiente: «ETA pide el voto para Bildu. ¿Hacen falta más pruebas?» Vamos a dejar de lado el confundir a un ex terrorista con toda la organización, vamos a dejar de lado que el propio TC ya ha dicho que el que una organización terrorista pida el voto por un partido NO contamina al voto (esto por lo de Iniciativa Internacionalista), para centrarnos en la «lógica» de La Razón: si un (ex) etarra pide el voto por una formación, es suficiente prueba (no hacen falta más pruebas, atendiendo a la pregunta retórica) para considerar que esa organización es ETA. Pues bien, como dije hace dos años: ETA debería pedir el voto por el PP (el PSOE y demás partidos españoles). Me encantaría ver a La Razón aplicar la misma lógica y pedir la ilegalización del PP y demás partidos. Si no aplican la misma lógica es porque sí hacen falta más pruebas. Más aun, esa foto no prueba absolutamente nada, salvo que un condenado por terrorismo que ya cumplió su pena apoya a una formación legal (y su voto, en una democracia, pese a quien le pese, es tan legítimo como el de cualquier otro ciudadano).