Estaba anunciado, hace unas semanas, el General en retiro Edwin Donayre avisó que estaba esperando la señal de Dios para saber si se presentaba a… ¿a presidente? ¡a político profesional! Eso, a político profesional. Seguro que a Presidente. Lo mínimo. La cosa es que todos esperábamos el buen criterio de Dios para no dar señal alguna a tremendo militar en retiro, tristemente famoso por mostrar ese nacionalismo exacerbado, cavernario y antichileno, pero recordado también por querer impunidad de los suyos, por aplaudir a golpistas y otras lindezas que desearíamos que gente con armas no hiciera o dijera, pero la realidad nos contradice constantemente. Como decía, la idea es que Dios, en todo su poder, no se apareciera. Pero el Nazareno nos ha jugado una mala pasado, una broma tal vez, o pura esquizofrenia del candidato, se apareció, ¡señal de Dios! Y ahora Edwin Donayre, personaje de triste recuerdo y rabiosa actualidad, anuncia que se presentará en las elecciones tras recibir «la señal divina del Señor Nazareno».
Lo que nos faltaba, un militar en retiro iluminado por Dios para competir con Humala y Keiko por la presidencia del Perú. O contra otros por la alcaldía o gobierno regional de cualquier otro lado de nuestro sufrido país, que ve como esta gente copa la escena política sin siquiera medio reglón de mal redactado programa, cómo los diarios le prestan atención y no por cualquier cosa, este sujeto salió a hombros del ejército…
Un poco de memoria: Donayre impulsó un injustificado premio a La Razón por sus contribuciones a la institución castrense (inexplicable, salvo que los objetivos del ejército sea buscar la impunidad de sus miembros); el ejército, bajo el mando e impulso de Donayre, junto con el Instituto Nacional de Cultura censuraron la exposición de Piero Quijano (por «ofensas» al ejército); se ha posicionado varias veces (incluso como columnista en La Razón) contra el procesamiento de los militares por los supuestos crímenes que cometieron durante el conflicto armado interno; el ejército, bajo su mando, financió una película sobre el conflicto; impulsó el convenio con, si no mal recuerdo, Miraflores para que los militares den Educación Cívica en los colegios; implicado en el caso de corrupción con la gasolina (y de castigar usando los destinos a los que investigaban el caso)… Entre otras lindezas.
¿Este es un buen candidato a lo que sea? No se sabe su programa, pero les puedo adelantar una frase que lo podría definir: Nacionalcristianismo militarista contrario a los derechos humanos. Entre lo reaccionario, lo más. ¡Y creíamos que a fujimoristas no los podían ganar por derecha!
Amigo Jomra:
Es obvio que se trata de un globo de ensayo para ver qué tal es este «candidato» para quitarle votos a Humala. La idea es «enfrentar cholo contra cholo», de modo que el susodicho no pueda aglutinar el caudal de votos necesario para pasar a la segunda vuelta.
¿Qué se trae esto? Pues, de ser así, pasarían a la segunda probablemente Toledo con Keiko, con lo que estaríamos ante un retorno cantado del ex presidente. ¿Será eso a lo que estaría jugando García?
Por un lado podría ser, ya que, cuando estuvo Toledo en el cargo, García visitaba Palacio y se movía cómodo en la oposición. Sería un calco del 2000-2005 con grandes posibilidades que retorne Alan en el 2011. Por el otro, si ganara Keiko, la alianza seguiría cómoda pues el fujimorismo solo podría gobernar democráticamente con el apoyo de la bancada aprista.
Pero en esta última opción salta la pregunta: ¿querrá el fujimorismo dejar el poder? Es probable que Alan sepa que el fujimorismo se iría a la reelección, con lo que él no podría ir para su tercer período. Es la típica desconfianza de los piratas cuando se alían (como en las películas).
Entonces, en este caso, sí le convendría que ganara Toledo porque, mal que bien, éste no tiene ni el carácter ni fuerza para cambiar el sistema y quedarse más de lo que debe. Toledo no es un animal político ni es un facho.
Pero esto es en caso que el plan «Donayre» funcione. Lo más probable es que Humala sí pase a la segunda (Flores y Castañeda no tienen arraigo popular, indispensable para gobernar el Perú) junto con Keiko, lo cual nos llevaría a plantear la cercanía de la segunda opción. Recordemos que a personas como García lo único que les importa es estar en el poder, así sea en un país pobre como en uno rico, en una situación estable como en plena guerra. Es el simple afán por el poder.
Y eso no es ser un estadista.
Muchas gracias.
Cámbiese el nombre de Donayre por Bussi, cámbiese la geografía Perú por Tucumán, y cámbiese el mando de Presidente por Gobernador, y verá como es posible que estos personajes deambulen por las calles y se presenten como candidatos con toda la tranquilidad del sistema. Aquí es donde yo siempre digo que el sistema así como tiene sus grietas por donde a veces se filtran actos de justicia, como la sentencia contra Fuji… a veces las grietas son grandes agujeros por donde se filtran estos personajes que encima se ponen el vestido de «Salvadores de la patria». En fin, en todas partes se cuecen habas. Hitler murió, Franco murió, Mussolini murió… pero aquí es donde el dicho popular no vale: muerto el perro la rabia nunca acaba.
Salud y buena semana
Donayre es una buena muestra de como el nacionalismo puede ser de reaccionario y conservador. Más allá de lo tristemente pintoresco del personaje, seria interesante un debate sobre nacionalismo entre los dos ex militares: Humala y Donayre.
Salud
@ Luis Enrique: No sé hasta qué punto puede ser una jugada del APRA, salvo que se presente a la alcaldía de Lima con el partido de la estrella (la única forma de que el APRA pueda pelear la municipalidad). Ya vemos que el APRA no tiene «ascos» por fichajes raros para elecciones locales. Fuera de eso, el APRA con Toledo no se siente «tan» cómodo, es cierto que funciona como una oposición activa, pero es eso, oposición, no ayuda de gobierno, que es lo que ellos quieren si no consiguen el poder. Con Keiko tendrían más margen de maniobra, aunque comparto el recelo entre piratas que usted menciona, no hay confianza entre las dos formaciones, hay intercambio de favores en la desconfianza. Y no creo que sea para «cholo contra cholo», en tanto que Humala no es el único que entre en esa categoría, ahí tiene a Toledo. Sería «militar contra militar» en esa lógica. De todas maneras, creo que los votos al General en retiro pueden venir tanto de humalistas como de fujimoristas. ¿Una forma de sangrar a los dos y que un candidato aprista pueda ganar con la mínima?
@ Rubén Kotler: El de Bussi es un genial ejemplo. Estos caudillos, además del miedo que dan, son tan reaccionarios que consiguen más votos de los que la lógica electoral les debería otorgar, pero así han montado el sistema, para que esa gente pueda ganar…
@ Carlos Mejía: Pues sí, un debate así sería interesante. ¿Y veríamos que la base de ambos está en el nacionalismo castrense? Y también veríamos cómo en el matiz pueden estar las grandes diferencias…
Hasta luego y gracias por sus comentarios ;)
El juego de la democracia cuando no hay instituciones sólidas ni partidos políticos bien estructurados, permite que personajes pintorescos, con discursos re-populistas traten de llegar a ostentar el poder político en nuestro país, pero si por azares del destino o una mano siniestra (como la de Alan), o la poca información de nuestro pueblo, llegan al poder, solo se dedican a copiar recetas extranjeras (Fujimori), que al final no nos ayudan en nada.
Alan García cree que el Perú le pertenece, cree que solo él nos puede gobernar, el pueblo con mucha amnesia le ha dado una segunda oportunidad, pero otra vez fue una decepción, espero que no dejemos que García manipule las elecciones ni la mentalidad de los peruanos, los blogs tienen un gran papel.