¿A quién temen y por qué?

Es interesante seguir cómo nos cuentan las subidas y bajadas de la bolsa, por lo visto ahora son por Grecia (nota: efecto retardado claro; además, era algo que se daba por descontado). No deja de ser curioso, en todo caso, que exista tal temor en los mercados por la entrada de un partido de izquierdas en un gobierno de la zona euro y no teman, a su vez, al Pa.So.K (Πανελλήνιο Σοσιαλιστικό Κίνημα, Panellínio Sosialistikó Kínima, ΠΑΣΟΚ, PASOK o Movimiento Socialista Panhelénico; partido en caída libre) o a ND (Νέα Δημοκρατία, Néa Dimokratía, ΝΔ o Nueva Democracia), los partidos que no solo arruinaron Grecia (eso le puede pasar a cualquiera) sino que son responsables de falsear las propias cuentas del Estado, no un simple juego de números de no me cuentes esta deuda y se me olvidó apuntar este gasto, no, señores, no, hablamos de falsear ingresos y gastos por todos lados para poder «entrar en el Euro» y estar así durante años de años; ambos partidos mantenían al gobierno de Antonis Samarás (Αντώνης Σαμαράς) que ha forzado estos nuevos comicios. ¿Cómo pueden esos mercados confiar en los mismos que mintieron y se equivocaron tanto antes que en nuevos agentes? Más que «confianza» hablamos de «agentes» suyos y el control que ejercen sobre ellos, contando el poder deponer al gobierno y poner «tecnócratas» (se vio en quién fue nombrado para dirigir el país, ¡el que falseaba las cuentas!, es que ni siquiera son sutiles). Siga leyendo…

No todo lo que tenga usuarios es p2p; esos nuevos intermediarios

Desde hace un tiempo mantengo la opinión que en estos lides interneteros (y permítanme el palabro) estamos viendo un cambio de intermediarios más que una eliminación de los mismos. Estos «nuevos» intermediarios odian el lenguaje antiguo, no quieren llamarse agencia inmobiliaria o de viajes (o todos los nombres posibles) y prefieren cancamusa de la Web2.0 y neologismos como «consumo colaborativo». Dentro de este concepto, curiosamente, toma fuerza el uso de plataformas «en línea» y todo el sistema de reputaciones, comentarios y el servicio cerrado de un tercero de confianza, más que el propio hecho de «entre particulares» que parecería darle su origen o sentido. ¿Cómo puede ser algo persona a persona cuando lo más importante es el intermediario?

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