Un manifiesto

Hubo un pequeño momento, realmente pequeño, en que él pensó que era una buena idea. Soltó todo lo que tenía en mente, tras tantos años de rumiarlo, de carrerilla. En su cabeza eso funcionaba igual que una oposición: tenía que soltar la larga parrafada reflexionada y llena de florituras, circunloquios y palabros anticuados, tal cual la había aprendido, que era como la sentía pero en palabras más bien poco claras, aparentemente directas y sin tapujos. Todos los puntos sobre las íes se pusieron en una larga perorata digna de tal nombre.

Siga leyendo…

AlB: ¡Lee los lunes nº 3!

¡¡Salió ya LEE LOS LUNES 03!! No tengo ni idea de cómo he dejado tanto tiempo sin avisarles… bueno, «tanto tiempo» es desde ayer.

Portada de Lee Los Lunes N03

Mi participación esta vez, más allá del maquetado de la revista, es: entintado y pintada de la portada (dibujo de la infatigable Carla); segunda parte del cuento de Diego (estas cosas raras de la vida; en uno de los ejercicios del taller escribí eso, a Diego le gustó y me preguntó si podía empalmar su cuento con el mío); la tira de cuatro páginas de Igualito junto con RiK; y la historieta de Canto del héroe Enano Gript, basada en un poema épico de A. Blasborg. Ah, además presté mi voz para uno de los personajes de El Carrusel, de León Seguro.

Siga leyendo…

Cosas de Lee Los Lunes y un cuentito

El taller de Lee Los Lunes (llamémoslo así) va como debe ir… y pronto estará la tercera revista (bueno, «pronto»; mejor con comillas). En fin, hoy estuvimos actualizando la web, y al margen de toda la parte en que explico las perspectivas que aún no subo, ya estamos casi al día con las distintas actividades que hemos realizado. Una de ellas -en el cap. XIII– fue, con un final dado, escribir un cuento. Divertido (de veras), pueden ver los resultados de todos los participantes acá (contando el mío, que, además, reproduzco más abajo en esta nota). Por cierto, teníamos más finales (todos ellos escritos por Mtt); ¿se animan a escribir comienzos y nudos para todos esos finales? ¡Espero que sí!

Siga leyendo…

AlB: Desarrollo de personajes e Igualito

Comienzo por el final. Imagino que ya se fijaron en que De Igual a Igual anda caidísima (de hecho, tengo que quitar los cosos de la barra referidos a dicha web, al menos temporalmente). Pero Igualito sigue trabajando, aunque las últimas tiras se refieren literalmente al servidor y metafóricamente a la vida misma. Pueden ver la tira 80ª y la 81ª en la galería de respaldo entre mis garabatos. Fuera de tonterías, estas dos últimas tiras han resultado la mar de gratificantes de hacer, es ese «cómic que rompe la cuarta pared» tonto, absurdo, y hasta con mensaje que me gusta. La 79ª, antes de la gran quemadura, tuvo como invitado principal al Chapulín Colorado, que ya saben que soy más que fan.

Siga leyendo…

El soldado oruga

«Vista de oruga». Sentía el calor de la sangre escapándose de su cuerpo, el estruendo exterior casi no le dejaba escuchar sus ya débiles pensamientos. Ya casi ni parpadeaba. El sudor se mezclaba con el olor del barro, polvo, vómito, orina y excremento que inundaban el ambiente, al lado de la omnipresente sangre. Sangre formando lodo. Su propia sangre como cama de último reposo para él, como para tantos otros.

La batalla continuaba, él lo sabía, llevaba un rato en el suelo, esperando su final, recibiendo pisotones de soldados a pie y de caballos, no siempre con jinete. Vista de oruga, pero mal encuadre, todo estaba de lado. Solo podía ver por el ojo derecho, el izquierdo… ¿aún tendría el ojo izquierdo? No podía ver mucho, polvo y movimiento. Él intentaba recordar qué había pasado, cómo había llegado a besar el terroso suelo, y por qué carajo solo podía pensar en que lo que veía era un puñetero plano oruga… y cómo sabía que era eso. Antes del último suspiro tenía que recordar.

Siga leyendo…

Flama

La tormenta no amainaba. Cuarto día de lluvia sin cesar; el río principal que cruza el pueblo se había desbordado dos días atrás llevándose parte de uno de los barrios bajos. Las cuadrillas trabajaban todo lo que podía moviendo tierra para evitar que algo así ocurriera de nuevo. Simples y meros parches que no pararían a la fuerza de la naturaleza que representaba el agua en movimiento. Aun así, sabiéndolo, seguían intentando parar lo inevitable, tal vez con el sueño fugaz de controlar el propio destino.

–Pardillos –sentenció una hastiada Nìreçaq mientras, por la ventana, veía cómo un grupo de malhumorados pueblerinos volvían a sus húmedas casas tras un día de construir pequeños diques, ampliar el muro en la rivera o cualquier tarea relacionada.

–Siempre tan positiva –ironizó Raxdan, su hermana mayor, mientras cruzaba la puerta de la sala–, me encanta cuando te pones tan empática con el dolor ajeno.

Siga leyendo…

El poder del templo perdido

Se escuchaban con fuerza los cánticos fervorosos hacia Si y hacia Ai Apaec, adoración y miedo mezclados durante la adoración de la diosa Luna y ante el dios degollador, esa noche era grande y todo mundo lo celebraba en la Huaca de Si. Todos menos Illuque Chumbi, absorto como siempre entre cientos de mapas y pergaminos.

Chomuña, el Cie-quich no estará contento si se entera de que no estás con el resto de sacerdotes –se escuchó la melodiosa voz de Chiya Suy desde el oscuro umbral de la puerta, se adivinaba esa sonrisa comprensiva que solía esbozar cada vez que le reprochaba su falta de atención a los asuntos comunes y su reclusión en esos antiguos textos.

–Esto es más importante, no sumo nada gritando por el favor de Ai Apaec –sin apartar la vista de los cueros e inscripciones–; además, nadie notará mi ausencia.

–Yo lo he notado –manifestó en tono firme y reconciliador mientras se acercaba a él, con toda la intención de jalarlo y sacarle de ese cuartucho mal iluminado.

Siga leyendo…

Cambio

-Te veo realmente contenta- dijo Sinclair, mientras terminaba de preparar el desayuno, cuando vio a su esposa cruzar el umbral de la puerta de la cocina.

-¿Cómo no estarlo? ¡Por fin!-contestó ella con una sonrisa entre perezosa y entusiasmada, de recién levantada.

Ambos continuaron sus quehaceres matinales sin más interrupción, solo con el zumbido de fondo de la televisión; tenían puesto el canal de noticias, así que escuchaban todas y cada una de las posibilidades planteadas en los días anteriores sobre el gran acontecimiento, oyeron interminables debates entre expertos, expertos de todo y nada, sobre qué pasaría si tal o cual fuera el elegido.

Siga leyendo…

La última pelea

– Mira, no lo entiendes – cortó en seco Joaquín mientras se daba media vuelta. Se dirigió hasta la puerta donde se detuvo unos instantes, parecía que iba a rectificar, que giraría aunque sea un poco la cabeza para decir algo más, Marta contuvo la respiración en lo que sintió como una eternidad, como una espera imposible, pero Joaquín solo atinó a bajar un poco la cabeza y marcharse dando un sonoro portazo.

Siga leyendo…