De todas formas, ese no es el punto

Durante la tertulia mañanera del programa «Las Mañanas» de RNE, uno de los periodistas le pregunta al otro, de forma retórica –evidentemente–, si conocía alguna región en Europa que contara con más autonomía que Cataluña; el otro le responde que no, pero que él no era un experto tampoco. Está claro, ninguno de los dos son expertos en estas materias. Lo de «en ningún sitio hay tanta autonomía como en…» se suele aplicar para el País Vasco y Navarra, dentro de España son las dos comunidades con más autonomía (gracias al Concierto y al Convenio, respectivamente), de hecho, ese «otro tratamiento fiscal» es lo que ahora quiere Cataluña. ¿Cómo es posible que el argumento sea que ningún otro territorio tiene más autonomía si en España ya hay dos claros ejemplos?

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Con votos y sin confianza (real)

Una pequeña nota de prensa, por lo visto, fue todo lo que necesitó el PPC para cambiar el sentido del voto. Ya saben, no hay como decir «verde» para que dicho color sea verídico y palpable. Así que, con esa advertencia cromática, ya podemos dar por hecho, al menos en principio, que la primera dama, Nadine Heredia, no influirá nadita en este gobierno de gabinete con confianza recién ganada. Por los pelos. Ollanta Humala respira tranquilo.

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Sin confianza

Lo que normalmente es un trámite se ha convertido en una nueva crisis del gobierno de Ollanta Humala. Ni en primera ni en segunda votación el nuevo gabinete consiguió el voto de confianza por parte del Congreso. Mientras el presidente de la república juega la carta «díganme amén a todo para que el país avance» -típica salida tangencial- los ministros han obrado como se espera en un caso así, poniendo el cargo a disposición del Jefe del Estado.

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Gallardón y los corruptos

El titular fue que el gobierno no indultaba (ahora ni nunca) corruptos. La lucha contra este tipo de delitos contra todos, aseguraba Gallardón, Ministro de Justicia, la llevaba adelante el gobierno desde todos los planos: ley de transparencia, persecusión y, claro, no dando indultos, que son para evitar los abusos de una aplicación dura de la ley (sí, para eso son). La mayoría de medios simplemente repitió lo que dijo el ministro. Así suelen funcionar las rotativas. Algunos tertulianos, además, aprovecharon para sacar pecho por «su» gobierno. Claro, la realidad es otra cosa. Hemos tenido que esperar, básicamente, a que una asociación de jueces recuerde los indultos de este gobierno para delitos de «corrupción» (prevaricación urbanística y delitos contra la Administración son delitos de corrupción, por si alguien no lo pilla). Evidentemente, el gobierno mintió (otra vez). Los medios, esos que hablan de su papel fiscalizador y de que son el cuarto poder, ¿por qué transmitieron, cual loros, las palabras del ministro sin media línea de búsqueda de la realidad? ¿La memoria para ellos, dueños de grandes hemerotecas, también es de corto plazo? Luego Gallardón matizó. Luego. Haciendo trampas al solitario, manteniendo el engaño. Ya soltó la frase de propaganda y la coló en grandes titulares, ya ganó en el juego publicitario.