Por decimosexta vez la Asamblea General de las Naciones Unidas denunció el bloqueo impuesto sobre Cuba por parte de el Omnipotente Estados Unidos por ser «injusto e inhumano». Un bloqueo que ya dura 45 años. Ojo, 184 de los 192 países que agrupa la ONU han votado a favor de esta petición, que, por supuesto, va a ser desoída por la potencia mundial del norte. ¿Quiénes votaron en contra? ¿Fueron las grandes potencias democráticas que se oponen al régimen cubano? No, fueron Estados Unidos, Israel (así paga los favores de protección en el Consejo de Seguridad), Islas de Palau y Marshall. Cuatro. Sólo cuatro países (de los cuales dos son… son lo que son y el otro no es que sea un gran cumplidor de las recomendaciones de la ONU o fiel defensor de los derechos humanos). Micronesia se abstuvo.
El bloqueo sigue endureciéndose (aunque se aplica de forma discrecional, por ejemplo, no se sanciona a Venezuela con la pérdida de contratos con Estados Unidos por su relación con Cuba, pero claro, petróleo manda) cuando cada vez se muestra más anacrónico y perjudicial para todos, incluso en Estados Unidos las críticas internas hacia la política con respecto a Cuba van creciendo, y no es por gusto (por no decir que resulta curiosa la situación, siendo Estados Unidos dueño de una cárcel en territorio cubano en donde los derechos humanos no existen, y donde la administración defiende que no se aplican las leyes estadounidenses ni de ninguna parte).
«El bloqueo no se había aplicado nunca con tal ensañamiento como en el último año. El 14 de agosto de 2006, el gobierno de Estados Unidos llegó al extremo de multar a la Alianza de Iglesias Bautistas, alegando que algunos de sus feligreses hicieron turismo durante una visita con fines religiosos a Cuba. En diciembre de 2006 el gobierno de Estados Unidos prohibió a las compañías norteamericanas proveer servicios de Internet a Cuba» declaró el Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Felipe Pérez Roque, en la Asamblea General.
La práctica demuestra que no es un tema de «Estados Unidos y Cuba en exclusiva», en tanto que produce efectos sobre distintos países que ven coartados sus derechos de libertad de comercio (otra paradoja en todo este tema) al verse con una amenaza si se atreve a relacionarse con Cuba. Desde EUA se defiende el embargo apelando a las faltas de libertades en Cuba. Habría que recordar que muchos socios de EUA tienen regímenes completamente vulneratorios de los derechos humanos, y que ellos, sin ir más lejos, llevan la guerra a medio mundo y mantienen, como ya he dicho, un reducto sin derechos en la isla caribeña. Y que ellos, durante los años que ha durado el bloqueo, han aupado dictaduras mucho más duras que la vivida en Cuba, con los propios datos de EUA. Así que el argumento no puede ser aceptado por la hipocresía que demuestra, porque la realidad dice que el tema del embargo no tiene nada que ver con la falta de derechos en un lugar. Eso nunca ha importado para EUA. Nunca.
¿Cómo sería Cuba sin el embargo? Esperemos poder verlo.
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Cual es el Poder del Derecho Internacional de la ONU que no resuelve situaciones claramente contrarias al orden de la comunidad internacional; que constituyen una clara violación a derechos humanos protegidos en distintos instrumentos jurídicos internacional.