En De Igual a Igual, durante un tiempo, tuvimos una tira cómica (permítanme llamarla así) en que Franco hablaba. La imagen de dicho Franco es una foto de un busto en la Plaza Mayor de Salamanca (donde hay una serie de personajes de distinta importancia, y otras alegorías varias, entre las que se encuentran unas de la segunda y la primera república), en otras palabras, Franco está entre los ilustres que adornan la plaza más importante de Salamanca. Este es uno de los cientos de ejemplos que se pueden ver, aún hoy, en toda España. Franco sigue presente, el franquismo dejó una huella fuerte, y los homenajes (nombres de calles, hospitales, y demás) dados a represores siguen en vigencia. Y al parecer, por fin, las distintas administraciones estarán obligadas a cambiar dichas referencias al franquismo. Uno de los puntos de la Ley de la Memoria Histórica impondrá dicha obligación.