¿Los dos ganaron? ¿Nadie ganó? ¿Qué objetivos se cumplieron?

Nada está claro. Cada vez, incluso, las situaciones son más opacas, más ténues. Es increíble que ambos bandos se hayan adjudicado una victoria, esto me trae a la cabeza una frase bastante buena de Jean-Paul Sartre "Cuando los ricos se hacen la guerra, son los pobres los que mueren". ¿Quién ha ganado? ¡¡Las factorías de armas!! No se me ocurre otro vencedor en una guerra como esta.
Por el lado israelí, se alegran de la matanza de militantes de Hizbulá, y habla de al menos 530 guerrilleros muertos por los bombardeos, lo cual no cuadra con las cifras de muertos en Líbano, al menos si no consideramos que todo libanés es un terrorista hasta que se pruebe lo contrario. Muertos hay 1109 contados, más o menos cuatro mil heridos, casi un millón de desplazados y un porrón de desaparecidos… Y aún así Israel suelta que son 530 los guerrilleros muertos. No cuadra. No se puede comprobar. Me da que están contando a todos los hombres fallecidos como terroristas, porque si no, no se explica.

A su vez, desde el gobierno de Israel se habla de una victoria diplomática… ¿Qué entiende esta gente por diplomacia? ¿Bombardear un país hasta que el permisivo -con ellos- Consejo de Seguridad de la ONU pida un alto al fuego? Si eso es diplomacia, no me extraña la cantidad de guerras que hay ¡¡qué diplomático es el mundo!! Por otra parte, hay que recordar que ni siquiera han garantizado la vuelta de los soldados secuestrados por Hizbulá por lo que el primer Ministro de Israel, Ehud Olmert, está siendo bastante criticado en sus tierras. No es una victoria diplomática de Israel, en tanto que le han "cortado las alas" y no le han dado la razón en un ataque que ellos justificaban por legítima defensa. ¿Cómo puedes ganar si no te dan la razón?

Está claro que no podemos esperar que el mandatario israelí salte diciendo que los han derrotado, ni diplomática ni físicamente, sobre todo cuando su principal aliado, los Estados Unidos de América (EUA) habla de victoria israelí… En los dos frentes en que combatió Israel (el diplomático y sobre el territorio libanés) no se ha dado la victoria del bando sionista, no se puede hablar de victoria cuando ni te dan la razón ni consigues los objetivos (cualquiera de los declarados y comprobables -en este sentido un interesante artículo de Uri Avnery que en su momento recogió, entre otros, Rubén Kotler en su bitácora-), pero hay un mundo entre no aceptar la propia derrota (porque TODOS han perdido) a declarar contra la lógica de la razón, una victoria que no ha conseguido.

Sabemos por qué lo hace, sabemos por qué declaran esa victoria ¿Cómo justificar las masacres si es que no han matado a muchos de Hizbulá? ¿Cómo justificar la retirada del Líbano sin cumplir sus objetivos ante los electores si es que no lo hacen hablando de victoria diplomática? Recurren a la mentira para quedar bien. Pura propaganda. Y de la mala. Encima se "reservan el derecho" de perseguir a Hizbulá "donde sea". Por supuesto, se siguen considerando por encima del resto, de los Derechos de los demás.

Por su parte, el líder chií de Hizbulá, Hasan Nasralá, se apunta el tanto de la victoria. Para él y todo el pueblo del Líbano, por supuesto. Es cierto que, militarmente, no han perdido. Es cierto que Israel no ha ganado, es cierto que ellos eran la "defensa", y por tanto, se puede hablar de victoria si no gana el atacante… ¿Pero de verdad han vencido ellos? Su pueblo, sus protegidos, han sufrido lo indecible justificándose, el ejército invasor, sobre un acto de secuestro y ataque de Hizbulá. Y, por otro lado, el cese al fuego no lo han conseguido ellos, o gracias a ellos, lo ha conseguido un ineficaz y lento CSNU ante los hechos atroces cometidos por el ejército de Israel. Si Israel sólo se hubiese dedicado a objetivos "militares", por más resistencia de Hizbulá, hoy por hoy seguirían atacando "a saco".

Por otro lado, el líder chií no se olvida de los suyos, por lo que sea, ha ofrecido cubrir los alquileres durante un año para los que se han quedado sin casa. Y asegura que uno de los objetivos de Israel, una guerra religiosa entre los libaneses al verse enfrentados por las culpas por los bombardeos (chiís contra sunís) ha fracasado. La verdad, los ha unido más que nunca.

No estoy diciendo que Hizbulá sea el culpable de los bombardeos de Israel ni mucho menos, si yo veo a un ladrón cogiendo algo y luego a la policía bombardeando el barrio donde vive el ladrón, jamás diría que el ladrón tiene la culpa de la prepotencia y estupidez manifiesta de esa policía que se pasa tres pueblos por conseguir un objetivo que jamás se podrá cumplir con los medios y formas empleados.

Pero tampoco puedo considerar esto una victoria de Hizbulá, demasiados muertos para una nada conseguida. Lo que me recuerda otra frase, esta vez de Pierre Joseph Proudhon: "La paz obtenida con el filo de la espada no es más que una simple tregua". Y leyendo las declaraciones de gringos e iranís, es difícil pensar en una paz duradera que sale de una guerra en que dos de las más grandes potencias militares del mundo hablan de imponer un nuevo orden en una zona y se alegran que el método empleado sea la fuerza, así EUA se alegra, aplaude, y bendice el uso exagerado de la fuerza por parte del gobierno Israelí. Y luego sale Irán y muestra lo idiota que es echando leña a su alrededor para que vengan otros a prenderle fuego. Así no habrá paz, mientras que todo lo que haga el ejército de Israel esté bendecido y permitido.

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