«Si la “representación proporcional” que prescribe la constitución es entendida como principio político que apunta a definir un determinado tipo de de democracia representativa, habría que convenir en la existencia de una discordancia entre tal prescripción y el plano de la práctica y la legalidad electoral, dando alguna base para exigir el respeto a la previsión constitucional y corregir el rumbo desviado que fomentan las normas de desarrollo de la misma»*
Rodríguez Zapatero tiene, en parte, razón, cuando afirma que «a priori» la ley electoral vigente (Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General, LOREG) no beneficia a nadie. Y digo en parte porque tendríamos que ir a supuestos muy abstractos y de una real fragmentación de partidos (digamos, que en cada circunscripción electoral, la provincia, se presentaran partidos diferentes que en el resto de circunscripciones) para encontrar un supuesto en que la ley electoral que rige en España, que se basa en las disposiciones constitucionales sobre la demarcación territorial, no beneficiaria a ninguna formación. Pero la realidad es otra, la realidad es que la ley electoral penaliza al tercer y cuarto partido de todas las circunscripciones pequeñas y deja poco margen para los mismos en las circunscripciones grandes.
Unión, Progreso y Democracia (UPyD) e Izquierda Unida (IU) son los dos partidos más perjudicados por la ley electoral, en tanto que ambos son la tercera y cuarta fuerza política, respectivamente, de muchas circunscripciones electorales que solo reparten escaños entre los dos grandes partidos, con lo cual ambas formaciones, con un ámbito de actuación nacional, se ven «disminuidas» en el Congreso de los Diputados, así pues, UPyD tiene solo un escaño con 306 mil votos e IU-ICV tiene dos escaños con 969 mil votos, mientras que Nafarroa Bai tiene un escaño, como UPyD, con 62 sufragios.
Ojo, esto no significa que los partidos nacionalistas estén «sobrerrepresentados», no necesariamente, sino que los partidos grandes son los que aglutinan más escaños que los que por simple porcentaje de votos le correspondería, así el PSOE tiene el 43% de los votos válidos y acapara el 48% de la cámara baja, el PP tiene 39,9% de los votos y aglutina el 44% de los diputados electos, mientras que Na-Bai tiene el 0,24% de votos y el 0,29% de diputados, mucho mejor representado hablando en proporción que el PP o el PSOE.
Desde UPyD se ha pedido muchas veces la reforma para perjudicar directamente a los partidos nacionalistas (pidiendo, por ejemplo, una valla nacional, como existe en Perú, sea dicho), aunque esta vez pidió, Rosa Díez en la sesión de Control al gobierno, que la reforma se hiciera para que todos los votos valiesen igual, y recordó que a quien más beneficia la actual legislación es a los dos grandes partidos. Izquierda Unida lleva años pidiendo una reforma del método de reparto. Ahora bien, tanto IU como UPyD no se atreven a pedir una reforma constitucional en este sentido, para cambiar las circunscripciones, que son las que más afectan, por la cantidad y el tamaño, a la distribución de escaños.
Sí es posible mejorar el sistema tocando tan solo el sistema de reparto y agregando diputados hasta llegar al máximo marcado por la carta magna, será una mejora limitada y parcial y no se conseguiría el objetivo de «todos los votos valen igual» (solo en una circunscripción única ello sería posible), pero al menos partidos como IU o UPyD no estarían tan subrepresentados en la cámara baja.
¿Qué se puede hacer sin tocar la constitución? Por un lado, y esto sí lo ha propuesto UPyD e IU más de una vez, es aumentar hasta 400 el número de congresistas (que es el máximo marcado por el artículo 68 de la Constitución española), poner el mínimo por circunscripción electoral en uno (actualmente son dos) y repartir proporcionalmente el resto de curules entre todas las demás provincias (este reparto actualmente se hace de forma bastante correcta) y aplicar, como método de reparto, el sistema de Resto Mayor usando la cuota Hare, con ello se conseguiría una mejora sustancial de la proporcionalidad, aun recordando que dos circunscripciones (Ceuta y Melilla) se rigen por el sistema mayoritario (cada una elige un solo diputado).
Incluso, solo cambiando de método de reparto se mejora bastante, véase en este sentido los cuadros que en su día hice cuando extrapolé los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo como si fueran al Congreso de los Diputados, utilicé, eso sí, la ley actual y el reparto de curules por provincia usados en 2008, y apliqué tanto el Sainte-Laguë como el de Resto Mayor con las cuotas Hare y la Droop. Si se fijan en la tabla, usando el sistema D’Hondt (criticadísimo por IU, que no termina de comprender que su problema está más en el tamaño de las circunscripciones que en el sistema de reparto de los escaños dentro de cada circunscripción, véase infra) IU repetiría con un escaño (aunque sus compañeros en Cataluña de ICV pasarían a dos), mientras que usando el Sistema de Resto Mayor con la cuota Hare esta formación pasaría a once curules (ICV seguiría con dos curiosamente), UPyD con el D’Hondt obtendría 2 diputados mientras que con Hare sacaría 4. Por otro lado tenemos al PP, que pasaría de 169 posibles con el D’Hondt a 158 con el Hare, once escaños menos. Eso sí, la aplicación de Hare abre las puertas a catorce formaciones a la cámara baja mientras que con el D’Hondt solo entrarían 10 partidos (actualmente hay 12).
Siguiendo con los datos acá mostrados (pueden ver el reparto por provincia en este documento en ods, click para descargar) podemos observar que el PP y el PSOE aglutinan, con la aplicación del sistema D’Hondt, 318 escaños (actualmente tienen 320 entre los dos), esto es, el 90,85% de la cámara baja, mientras que suman, entre los dos grandes partidos, el 80,9% de los votos válidos (tienen 10 puntos de sobrerrepresentación), aplicando el Hare, ambas formaciones acapararían 296 curules, el 84,57% del Congreso de los Diputados, con lo cual, aunque siguen teniendo más escaños que votos, se acercan más a la proporcionalidad. Y todo esto sin cambiar la circunscripción electoral.
Pero si se quiere reformar el sistema para que este sea proporcional totalmente, lo que se debe tocar son las circunscripciones, y hacer una única para toda España, a fin de cuentas, los diputados son los representantes del pueblo español (artículo 66 de la Constitución), no de su provincia (ni siquiera son las comunidades autónomas las que acá valgan, sino las provincias), así pues, sería interesante una circunscripción única para el Congreso, y unas territoriales para el Senado, como cámara territorial que se supone que debería ser (según el artículo 69,1 de la carta magna), ahora claro, no tiene sentido que si la distribución sub estatal principal es la Comunidad Autónoma, la circunscripción electoral para el senado sea también la provincia (y las islas), y si bien el extra elegido por CCAA está bien, tampoco lo veo totalmente deseable, ni corrige la tontería de tener un sistema mayoritario para el Senado y no uno proporcional…
Pero para no enrollarme mucho en el Senado (que es otro mundo), seguiré con el Congreso. Como decía, me parece necesario que se modifique el artículo 68 de la Constitución, que se eliminen las circunscripciones electorales múltiples en favor de una sola y que se aplique, por supuesto, un sistema proporcional, incluso aunque sea el Sistema D’Hondt, eso sí, eliminando además las vallas o barreras electorales. En su momento, con los resultados de las elecciones del 2004, hice un reparto con el D’Hondt (De Vallas y Distritos, jugando con su desaparición), también lo hice para las elecciones del País Vasco y Galicia de marzo de este año (Galicia y País Vasco: Jugando con los escaños), pero para no abundar demasiados, aplicaré, a los resultados del Parlamento Europeo del pasado junio de 2009, un reparto con el sistema D’Hondt para que vean las diferencias con el reparto por circunscripciones mostrado más arriba.
Cabe recordar que para las elecciones al Parlamento Europeo se utiliza un Distrito Único (como el que estoy proponiendo para el Congreso de los Diputados) y que los partidos de ámbito regional o no-estatales se agrupan en grandes coaliciones. En el reparto mostrado en la otra gráfica desagregué los resultados en tanto que me moví por las provincias, en este caso ello no era posible así que muestro la suma de los escaños obtenidos en el cuadro anterior para mostrarlo acá. Pueden ver una explicación más detallada sobre las coaliciones en «Elecciones Parlamento Europeo: Partidos en España». Pero al grano:
Lo primero que llama la atención es la fuerte bajada de los dos partidos mayoritarios, de sumar 318 escaños pasan a ocupar tan solo 294 (menos que con el hare aplicado a las provincias, gracias en gran medida a la eliminación de las dos circunscripciones con sistema mayoritario), siendo el 84% de los escaños (los partidos en el congreso, su suma total, siempre estará por encima del total de votos válidos, por todos los partidos que no consiguen entrar en la cámara pero sí tienen votos, en concreto, con estos resultados, se reparte la cámara el 96,73% de los votos válidos).
Otros partidos algo perjudicados (en 3 escaño) son los grandes en sus respectivas circunscripciones (CiU, PNV y CC), que pasan de ocupar 21 asientos a 18 curule, siendo su representación, con distrito único, casi proporcional (5,10% de los votos y 5,14% de la cámara). Izquierda Unida – ICV y Unión Progreso y Democracia, en cambio, son los grandes beneficiarios, IU-ICV pasaría de 3 escaños (2 de ICV, 1 de IU, que representan el 0,86% de los diputados) a 13 (3,74% del Congreso, exactamente su porcentaje de votos válidos recibidos), UPyD daría el salto de 2 a 10 escaños. Ambos partidos son de ámbito nacional pero en ninguna circunscripción son el primer o segundo partido, y eso se nota en el reparto con distrito múltiple.
Los partidos que formaron Europa de los Pueblos – Los Verdes son pequeñas potencias en sus respectivas circunscripciones, que en el ámbito territorial tienen más poder que en el reparto nacional, con este distrito único y gracias a su coalición, pasan de 4 (obtenidos solo por ERC, con respecto al 2008 BNG perdería los 3 diputados que ahora tiene) a 9 en total, lo que significa dar el salto de estar subrepresentado (1,14% de la cámara con el 2,89% de los votos) a tener una representación bastante proporcional (8 centésimas por encima de los votos conseguidos). Iniciativa Internacionalista se situaría con 4 curules, dos más que en el distrito múltiple y mejor proporcionalidad, y entraría un último partido, Los Verdes – Grupo Verde Europeo, con dos escaños y una representación bastante proporcional (0,56% de votos frente al 0,57% de diputados).
Creo que no hace falta ni que ponga unas palabras finales, ya he dejado más o menos clara mi postura y una aplicación de posibles cambios electorales, sea en el sentido del sistema de reparto o sea en el sentido de las circunscripciones (se pueden combinar ambos, claro, no son excluyentes). Sí creo que es necesario es acabar con la sobrerrepresentación de los dos grandes partidos, que encima llevan al voto útil sobre cualquiera de las dos formaciones para evitar que la otra gobierne. Además, la constitución manda un sistema proporcional, y la ley electoral, junto con las disposiciones del propio texto supremo, no ayudan a conseguir uno.
*SANTOLAYA, Pablo. “Significado y alcance de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General”. Revista de Estudios Políticos. Nº53 (Septiembre – Octubre de 1986) p. 29.
Nota: Los repartos se han hecho con «Elecciones D’Hondt» (programa multiplataforma hecho en C++ por Fj), usando tanto esa versión como una beta no publicada aun (para todos los sistemas que no sean D’Hondt).
Me ha gustado mucho el artículo. Me pregunto si puedo obtener del autor un esquema didáctico del que se desprenda:
1.- La distribución territorial de los escaños españoles;
2.- La formula matemática de la que depende la asignación de un escaño;
3.- Explicación sencila acerca del motivo por él que un partido (como por. ej. UPyD) puede obtener menos escaños con más votos.
Estoy dispuesto abonar el trabajo, previo indicación de su coste y mi aceptación por medio de e-mail.
Gracias y saludos. L.S.