Solemos mirar con recelo los movimientos de la aun mayor potencia mundial en cuanto al tratamiento de los inmigrantes, es demasiado irónico que una población mayoritariamente inmigrante margine y desprecie a los inmigrantes «nuevos» por no ser «auténticos americanos», pero el resto del primer (y no tan primer) mundo no se queda atrás en el maltrato a los que vienen de fuera. El país en la «Unión Europea de los derechos humanos» que se lleva la palma en este sentido no es otro que Italia (aunque seguido bien de cerca por Francia, máxime si los inmigrantes son gitanos), que lleva un tiempo persiguiendo a los inmigrantes (criminalizándolos) y hoy ha dado un paso más: «Italia podrá confinar a los inmigrantes hasta 18 meses».