Tengo un serio problema con los modelos que usan los economistas para entender la realidad, y sé que cualquiera de ellos puede venir y darme una colleja por parecerme que simplifican todo de forma innecesaria y abrupta y justificarme, «científicamente» la bondad del modelo, el porqué se usan y cómo es casi imposible acercarnos a la realidad sin antes definir correctamente el mismo y usarlo junto con muchos otros. Todo eso lo entiendo, pero, a la hora de sacar conclusiones para el mundo real, el modelo siempre hará aguas desde su formulación. Algo así me pasa con el interesante artículo publicado por el Banco de España publicado en marzo dentro de su boletín económico, «Fluctuaciones del empleo en un mercado de trabajo con contratación dual» (archivo PDF, 109 KB) de James Costain, Juan F. Jimeno y Carlos Thomas.
Cuando nos roban a todos
Absurdo el ponernos a hablar sobre determinadas expresiones usadas en el auto que ordena la prisión preventiva para el ex presidente de la Comunidad Autónoma Islas Baleares, supongo que producidas simplemente por el hartazgo de la tomadura de pelo ante determinadas evidencias documentales, cuando el caso no solo es grave, sino que es un perfecto compendio de malas prácticas administrativas (desde la clásica división, contra legen, de una obra en tres o cuatro para que su importe sea «menor» y no tener que pasar por concurso hasta los típicos pagos mediante peticiones de estudios a personas que NO pueden hacerlos y que, claro, no los hacen pero sí cobran, hasta las peores prácticas en la adjudicación y realización de obras), sumado todo con financiación ilegal de un partido político (y este calla y mantiene en puestos a imputados, el colmo de la sinvergüencería), o, por lo menos, con pruebas de malas prácticas electorales reconocidas (pagar en negro determinados servicios para no pasarse el límite máximo que imponen las subvenciones a gastos electorales -si no quieres tener límites, no aceptes subvenciones-), imperdonable que se pague con dinero público actos puramente partidistas (durante las elecciones)… En fin, me sumo a la recomendación: Lean el auto de medidas cautelares de naturaleza penal dadas en Mallorca a 30/03/2010 por el Juzgado de Instrucción Nº 3 de Palma de Mallorca en las Diligencias Previas Nº 2677/08, PDF.
Hace falta resucitar a la izquierda
He comentado la columna de hoy de Juan Carlos Escudier, «La izquierda ha muerto», en De Igual a Igual, pueden leerlo dando click acá: «Hace falta resucitar a la izquierda». La pregunta sigue siendo «¿cómo?»; algo que no contesto, por supuesto (sino no estaría acá)…
Comentario a «La Corrosión del carácter» de Richard Sennett
En la asignatura de «Teoría de las Relaciones Laborales» (dentro de «Ciencias del Trabajo») el profesor, Antonio San Martín, nos pidió que hiciéramos dos trabajos (más comentario personal que otro tipo de artículo) eligiendo dos de tres libros, por mi parte escogí «La Corrosión del Carácter. Las consecuencias personales del trabajo en el nuevo capitalismo» de Richard Sennett y «Cabeza de Turco. Abajo del todo» de Günter Wallraff, y acá les copio el trabajo de «la Corrosión…» (el trabajo es de febrero de este año):
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Bipartidismo y LOREG
«En lo que afecta a intereses económicos o de poder y al reparto de la influencia electoral o mediática, su política [del PSOE-PP] es compartida.»
Gaspar Llamazares, diputado de IU
Dos años y poco de una comisión para revisar la legislación electoral, Izquierda Unida (IU) y Unión, Progreso y Democracia (UPyD) ponen toda la carne en el asador, esos dos partidos son los más perjudicados por la legislación vigente, los que peor relación de votos – escaños tienen en todo el hemiciclo, es lógico, son el tercer o cuarto partido en (casi) todos lados y las pequeñas circunscripciones (la mayoría), unidas al sistema de reparto (con menos efectos de los normalmente atribuidos) hacen que, a la postre, sean los que menos curules ocupen.
Sindicatos de oficio y sindicatos de clase: De Perú a España y viceversa
El estallido de los conflictos laborales en las ONG peruanas ha puesto sobre la mesa, una vez más, la necesidad de que los trabajadores de dichas entidades se organicen y defiendan sus derechos laborales (que hay que empezar por casa, señores de oenegés), no es una necesidad nueva, claro, ya se ha intentado antes y se sigue intentando (pueden verlo en la bitácora del «Sindicato Nacional de Trabajadores en ONGs y afines»), solo que ahora (tal vez y por lo que veo y leo) existe más consciencia de su necesidad por parte de los trabajadores (hay cierta idea de «sacrificio» entre los trabajadores en favor de la causa de la ONG que, sin dudas, es encomiable, pero no debe mezclarse con el «que se salten la legislación laboral conmigo», que termina siendo lo que pasa).
Sistema electoral francés, breve aproximación
Lo siento, sigo sin ver nada positivo al sistema electoral francés. Es la cuna de la república como actualmente la entendemos, la segunda democracia constitucional del mundo, y todo lo que quieran, pero sigo sin ver nada positivo en su sistema electoral, tan favorable a la lista ganadora, excluyente total de las minorías, que reparte, en las elecciones regionales, como le da la santísima gana los escaños, pasándose por las narices, con perdón, los votos obtenidos en los departamentos para asignar los escaños en función del porcentaje interno de cada lista con respecto a los departamentos… En fin, un despropósito.
¿»Poner freno» al TC?
En el fondo lo que quieren es carta blanca. «Piden que se ponga freno al TC en materia económica» titula Perú21. La cuestión, como tantas otras veces, se plantea como un «límite» a un organismo fiscalizador cuyas resoluciones no gustan sobre un tema concreto, en este, las «vinculadas a aspectos del manejo económico», esto es, cuando hay dinero de por medio, limitar la labor del máximo intérprete de la constitución en el país, norma suprema del ordenamiento jurídico cuya garantía, a la postre, es la del Estado de Derecho en sí mismo.
¡Cuánta mentira junta! El PP y el Derecho Penal
«La civilización no suprime la barbarie; la perfecciona.»
François Marie Arouet (Voltaire).
El fin constitucional de las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad es la reinserción social y la reeducación del condenado (art. 25 de la carta magna), comencemos por ahí. Trillo, del Partido Popular (PP, ese partido que arropa y aúpa a presuntos corruptos), se desmelena y dice que el «buenismo correccionista» de la izquierda es una idea «decimonónica» hace que el Código Penal sea demasiado suave y no cumpla con el fin de disuadir a los delincuentes, por lo que está aumentando la delincuencia en España.
Ya hay contratos para jóvenes
Artículo publicado en De Igual a Igual sobre la propuesta-ejemplo de la patronal para precarizar el empleo joven: Ya hay contratos para «jóvenes»
Remuneraciones y convenios colectivos
No sé cómo comenzar esta reflexión en voz alta realmente, ni hacia dónde la quiero llevar… Se dice que a igual trabajo debe corresponder igual salario, parece lógico. Se dice también que los convenios colectivos son la expresión de la autonomía colectiva y el medio más correcto de articular las relaciones laborales para que: a) se adapten a cada sector productivo mejor de lo que lo haría una imposición desde el Estado (siempre más lento); b) puedan equilibrar, mediante la fuerza colectiva, al trabajador con el empresario (jurídicamente el dominador en la relación, y no hablemos de la realidad).
AlB: Dibujos medievales de héroes actuales
O algo así, ya saben que lo mío con los titulares es de juzgado de guardia. Al lío, click sobre las miniaturas para ver el dibujo entero (se abre en otra ventana):
Como pueden ver, versiones «medievales» de héroes de la DC, pertenecientes (o que han pasado en algún momento) a la Liga de la Justicia de América (Justice League of America), en concreto, son (o pretender ser) Batman, Flash (Wally West) y Superman.
¿El hambre con las ganas de comer?
Si en su día un irreconocible UPP se juntó con Ollanta Humala y aceptó en su seno a personas provinientes de otro partido (el PNP, que no consiguió la inscripción), hoy la alianza «contranatura» (parcialmente) sería la del PPC (sin la carga de UN) y el PNP juntos en las locales. ¿Qué hace un partido apoyado por izquierdistas conocidos juntándose con el partido conservador por antonomasia de nuestro país?
Inmigrantes y burbuja inmobiliaria
Grandes afirmaciones requieren de grandes pruebas. Entiendo que, en un programa de radio durante una tertulia, sea difícil siquiera citar las pruebas que se tienen para realizar una de esas sentencias que llenarían titulares si un líder político las propinara. En «Días como Hoy», programa matinal de Radio Nacional de España, una de las tertulianas (que suele ir una vez a la semana, que está adscrita a la FAES), cuyo nombre no recuerdo, en medio intercambio de «y tú más» con un socialdemócrata sobre cuándo se originó la burbuja inmobiliaria en España soltó la perla doble (no es totalmente literal, no tengo tanta memoria): «el bum inmobiliario se dio por los pensionistas europeos que compraron pisos en España y por la política de Zapatero de «papeles para todos»». Toma ya.
Pactismo y sindicatos, una historia antigua
Un momento de incertidumbre atenazaba los corazones españoles, Franco llevaba años muerto y los distintos grupos intentaban que sus tesis vencieran, desde las más conservadoras (una continuación «suave» de la dictadura) hasta las más progresistas (república popular) jugaban sus cartas sobre el tablero político, con mucha prudencia por parte de todos, por su lado, el recién nacido (como entidad separada del Sindicato Vertical, al que minó por dentro) CC.OO. junto con la re-legalizada UGT se juntaban con la patronal para sentar las bases del sistema socio-laboral, tesis antagónicas con el Estado aun franquista de mediador, crisis fuerte y destrucción de empleo a la vista, acá todos ceden, se dijo, unos aminoran la lucha por mejoras salariales y extrasalariales (para mejorar la «competitividad» de las empresas españolas, ¿les suena?) y garantizan cierta paz social, y los otros se comprometen a repartir menos beneficios y reinvertir más en sus empresas (reservas) para que o la destrucción de empleo no fuera tan fuerte o al menos el tejido empresarial no se cayera con empresas descapitalizadas, así como aceptan sin rechistar el naciente estado social (con los derechos hacia los trabajadores, sanidad, seguridad, etc.). Los primeros, los sindicatos, cumplieron a rajatabla (no les quedaba otra), los segundos no. Y así han sido todos los grandes pactos desde entonces, documentos llenos de buena voluntad, negociados, con derechos y deberes para los tres agentes sentados, pero donde solo a los trabajadores se nos supervisa y exige el cumplimiento de lo pactado. Mientras tanto, paz social. ¿Volverá a pasar?