Los ecuatorianos, el próximo 15 de Abril, decidirán si quieren un nuevo proceso constituyente mediante un referendo convocado por el Congreso Nacional del Ecuador. Una polémica decisión del Congreso, impulsada desde el ejecutivo de Rafael Correa, servirá para preguntar a los ciudadanos ecuatorianos si confían en una nueva asamblea constituyente para redactar una nueva Carta Magna para el país andino, sumido en los últimos años en la mayor de las inestabilidades políticas y que, con Correa, afronta un periodo de reforma institucional.
57 de los 100 congresistas votaron que sí a una norma que, según los opositores a la misma, permitirá la destrucción del país. Los que han votado a favor ven una oportunidad de mejorar lo que actualmente tienen. El Partido Sociedad Patriótica, segunda fuerza política del país, comandado por el ex presidente Lucio Gutiérrez, fue pieza clave en la aprobación del texto, en tanto que cuenta con 24 escaños, que permitían que el partido oficialista y otros más cercanos al mismo pudieran sacar adelante la norma. Junto con el PSP votaron a favor: Los socialdemócratas de Izquierda Democrática (ID), el Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik (movimiento indigenista, brazo político de la CONAI), el Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE, del ex presidente Bucaram), la Alianza Red Ética y Democracia (RED), los marxistas-maoístas del Movimiento Popular Democrático (MPD), el Movimiento Nuevo País, del Partido Socialista Ecuatoriano – Frente Amplio (PSFA) y Acción Regional por la Equidad (ARE). Además, dos de los cinco diputados de Unión Demócrata Cristiana (UDC) votaron a favor de la propuesta.La oposición, en general, se ausentó de la votación. Desde el Partido Social Cristiano (PSC) acusó a quienes votarían a favor de la propuesta que «serán los responsables de la destrucción del país«. El texto aprobado anoche sólo tuvo un voto en contra, del congresista Federico Pérez, perteneciente al Partido Renovador Institucional de Acción Nacional (PRIAM, principal fuerza política de Ecuador, dirigido por Álvaro Noboa).
Hay que mencionar el buen hacer de la cámara, comandada por el Congresista Jorge Cevallos (PRIAM), que actuó en todo momento con normalidad. Cevallos, una vez dado paso a la propuesta para tratar el texto finalmente aprobado como un «texto único» cedió la dirección de la sesión del parlamento al primer Vicepresidente, Édison Chávez (PSP), quien se acercó al presidente de la cámara para darle un abrazo por el gesto. Cevallos indicó que se retiraba con la conciencia tranquila, permitió que la cámara actuara por mayorías sin problemas y se negó, junto con su partido, a participar en una norma en la que no cree.
El texto final contiene una enmienda que no ha agradado al gobierno, que la considera «inviable», se eliminó el requisito del 0.5% de firmas sobre el padrón electoral para poder presentar candidatos a la Asamblea Constituyente. Al parecer, la eliminación de la barrera de acceso a la carrera del constituyente es una forma que tiene el PSP de fraccionar a los movimientos de izquierda para que los mismos no se agrupen en candidaturas únicas al poder presentarse sin problemas por separado.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE), al momento de conocer la norma aprobada, se declaró en «sesión permanente«, cuya primera decisión fue establecer el día concreto del referendo, según la ley electoral en cuanto a los plazo: Será el próximo 15 de abril. Ecuador ya entró en «periodo electoral«, en una carrera para elegir a los asamblearistas constituyentes. Otra de las decisiones que deberá tomar el TSE en el menor tiempo posible es el tema de la inscripción de candidatos, y reglamentar ese proceso de inscripción.
Las reacciones del gobierno son de júbilo, salvo las precisiones ya realizadas sobre el acceso al registro de candidaturas, pero aún así consideran un gran triunfo del Congreso haber podido consensuar una norma abocada, en un principio, al fracaso. «(La convocatoria a consulta) es la salida que la mayoría del pueblo ecuatoriana estaba esperando: tener la consulta y la asamblea constituyente«, subrayó el segundo personero del Ministerio de Gobierno. El Jefe del Estado, Rafael Correa, señaló que «la lucha recién empieza» y emplazó a los ecuatorianos a «aplastar en las urnas» a las «mafias políticas» del PSC, PRIAM y PSP (que votó a favor de esta norma).
Desde la oposición se remarca esta posible constituyente como una asamblea que no solucionará nada, ninguno de los problemas cotidianos de los ecuatorianos, y que responde al primer capítulo de la «bolivarización» de Ecuador.
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