Venezuela: baja participación para la constituyente [nota para Elecciones – D=a=]

El chavismo oficialista tiene un discurso victorioso del que no se baja, aunque le contradigan los resultados

El presidente Nicolás Maduro salió a declarar, tras los comicios para la Asamblea Constituyente, que había sido la mejor jornada electoral… ¿Cómo? ¿Con al menos 10 muertos en todo el país? (La oposición habla de 17, pero 10 están admitidos). Ojo, algunos de los casos «claros» de asesinatos se dieron con tiroteos desde motocicletas contra una manifestación. Si eso es «ganó la paz» y «tranquilidad» (que afirman desde el Poder Electoral), vamos mal con los conceptos. ¿Cómo puede ser «una de las participaciones más emblemáticas que ha logrado la Revolución Bolivariana en estos 18 años», que afirmó Maduro? Estamos hablando de un 41,53% de participación, menos de la mitad de los llamados a votar, veamos las dos últimas elecciones a la Asamblea Nacional: 2010, 66,45%; 2015, 74,17%. Es cierto que la participación fue mayor que en 2005 (las últimas elecciones boicoteadas por la oposición), donde la participación se quedó en el 25,26%; por lo visto, esta como la del 2005, al gobierno le da igual cuántos voten mientras le voten a su opción. [Continúe leyendo en Elecciones – De Igual a Igual].

Tres proyectos de reforma electoral

En realidad, en estos momentos, la comisión Constitución y Reglamento del Congreso de la República del Perú contiene muchos proyectos de ley que modifican el panorama electoral y de partidos, algunos mil veces iniciado (como el distrito electoral para los que vivimos fuera; en cualquier caso, la situación actual, que es que todos votamos como limeños, creo que carece de sentido), otros bastante novedosos… en fin, que hay bastante (contando el Código Electoral presentado por el JNE –Proyecto de Ley 01313/2016-JNE-), pero en este momento me quedo con tres: Proyecto de Ley 01565/2016-CR (copia PDF), Proyecto de Ley 01485/2016-CR (copia PDF) y Proyecto de Ley 01595/2016-CR (copia PDF). Dicho así, no significan nada. Claro. Vamos uno por uno y comento lo que vengo a contarles.

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Su casa, sus reglas

Cada vez se repite con más frecuencia: una persona con cierta llegada o un colectivo ven cómo su página o usuario en una -mal llamada- red social es bloqueado. Las explicaciones suelen ser nulas y las razones se encuentran, no pocas veces, en una coordinación de los «reportes» de algo que ha publicado esa persona o colectivo. Por supuesto, en esas redes hay mil mensajes peores -en todos los sentidos- que nadie ha reportado o no lo suficiente para su bloqueo. Además, en algunas de estas plataformas, por lo que quieren ser, directamente impiden que se suba o publique determinados contenidos, lo cual hasta obliga a cambiar logotipo a algunos colectivos.

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