Jugando con los resultados: Primero Galicia

Sigo bastante sorprendido con la remontada de la participación, vean lo que pasó en Ourense, de estar siete puntos por debajo que en el 2009 a las 5pm (como bien recordaban todas las noticias entre las 5 y las 8pm) pasó a tener más participación (por dos puntos). No piensen mal, no estoy diciendo nada raro, creo que por una vez el clima junto con los medios han animado y desanimado a la participación más que nunca, eso y una verdadera movilización por parte del partido que le vio las orejas al lobo mirando lo que pasó en Andalucía. En fin, ayer les prometí jugar un poco con los resultados (parecido a lo que hice hace tres años), y acá va el caso gallego (mientras proceso el vasco):

Consideraciones iniciales
Huelga decir que, claro, que los sistemas electorales influyen en nuestras elecciones, si el sistema fuera distinto se votaría, a su vez, diferente, esto no pasa de ser un pequeño ejercicio para que quede claro cómo el sistema tampoco es neutro (más allá de condicionar nuestra cultura electoral, y que esta cultura condicione, a su vez, el sistema), decidir que hay múltiples distritos electorales (en este caso coinciden con las provincias, y acá es importante cuántos se reparten por circunscripción también) y que dentro de ellas se reparta mediante el sistema D’Hondt en vez de, por ejemplo, el de Resto Mayor usando el método Hare no es, ni mucho menos, inocente. Depende de lo que políticamente se busque (más concentración de poder en pocas formaciones, más pluralismo en las instituciones, y esto a su vez influye en cómo se vota, en la preferencia o no por el «voto útil» y la capacidad de los partidos de ser «atrapavotos»).

Los resultados cambian

Como vemos en el cuadro, con el 45,72% de los votos el Partido Popular (PP) aumenta su cuota hasta los 41 curules, esto es, el 54,67% de la cámara, el PP ha caído en dos provincias y subido en otras dos (en cuanto a porcentaje de votos), que se ha traducido en mantener su posición en una (Pontevedra, donde más cayó) y aumentar un diputado en cada una de las otras, ¿cómo? porque las elecciones son un tema relativo, no solo importa el resultado individual, sino el de tus competidores mezclado con el sistema de reparto, y ahí la fragmentación en la izquierda jugó a favor del PP, y dentro de esta fragmentación, la gran caída del PSdeG-PSOE (partido que debe plantearse de forma seria por qué ha perdido tantos votantes en tan poco tiempo, por qué se les sigue castigando, por qué, en otras palabras, ya no es una opción de gobierno real).

La mayoría absoluta está en 38 escaños, como vemos en el cuadro de arriba, con los otros repartos propuestos (sistema D’Hondt con distrito único, sistema de Resto Mayor con método Hare con distrito único y con distrito múltiple) el Partido Popular mantendría dicha mayoría solo en un caso, con D’Hondt en distrito único (justo los 38), de las otras dos formas se quedaría cerca, eso sí, con posibilidades de mantener el gobierno (un paco con SCD y DO no sería descabellado, o incluso con UPyD), siendo más difícil para la oposición unirse para conformar un gobierno alternativo. En todos los casos el PP acaba sobrerrepresentado, por poco cuando hablamos de DU Hare, por mucho si hablamos del reparto actual (hay unos nueve puntos de diferencia entre lo que tuvo en votos y lo que tiene en la cámara).

El Partido Socialista de Galicia (PSOE), por su lado, o mantiene su actual número de diputados autonómicos (18) o pierde más, también en favor de acercarse mejor a su porcentaje de votos (actualmente tiene 3,5 puntos de sobrerrepresentación), así que más cercano sería 16, y aun así estaría algo sobrerrepresentado. Como suele ser habitual en estos ejercicios, son los partidos pequeños los que se ven favorecidos en los nuevos repartos, así la coalición electoral AGE sacaría entre uno y dos escaños más (en un caso queda ligeramente subrepresentado, en el otro sobrerrepresentado) y el BNG justo un escaño más en todo caso (quedando ligeramente sobrerrepresentado, en vez de la actual subrepresentación).

La mayor diferencia entre repartir con distrito múltiple o distrito único en el caso de aplicar Hare está, como es evidente, en los partidos de presencia en un solo lugar, presencia suficiente para rascar un escaño, como DO, que solo se presentó en una provincia teniendo, en la misma, más del 2%, otros partidos con baja participación en cada circunscripción pero más pareja (como Escaños en Blanco) se ven, justamente, perjudicados por su nula presencia local.

El próximo parlamento gallego tendrá cuatro partidos (rompiendo su esquema de tres), pues bien, con un distrito único podría llegar a tener nueve (uno de ellos es Eb, con lo que habría un escaño vacío en el parlamento autonómico, ¡quiero ver eso!), incluso aplicando el temido D’Hondt en un distrito único habría un partido más (UPyD, ojo, que no he puesto barreras electorales).

¿A cuántos representan?
Como hice hace unos meses con otras elecciones creo que no sobra recordar a cuántos representan realmente los electos, ya sé que la ficción es extrapolar el resultado al conjunto de una sociedad dada (esto es, si un 45% de los votos válidos van a un partido se juega como si fuera un 45% de los habitantes los que apuestan por esa formación, así se obvia tanto la abstención como los nulos) y que en el fondo lo que importa es el número de diputados (así para el PP es un gran resultado, sin ni pizca de autocrítica por la caída de votos absolutos y la pequeña caída del porcentaje de votos). Por eso para el PP, por ejemplo, existe un apoyo social amplio, pero solo el 28,43% de los ciudadanos con derecho a voto apoyan a dicho partido, o el 23,39% de los que viven en Galicia (sabiendo que ciudadanos y pobladores son conceptos muy distintos). Un cuadro simple:

(Por cierto, nulos y blancos se han disparado.)