Ya es malo que el PSOE siga insistiendo en lo de «socialista» cuando se supone que quiere decir «socialdemócrata», pero aun es peor que, vista la política impositiva de Rodríguez Zapatero y todo su gobierno, sigan hablando de socialdemocracia (o progresismo) cuando tendrían que quitar lo de «social» del nombre. Y lo de obrero de paso. Lo de subir impuestos indirectos para llenar una caja que se vacía a todo galopar es, en general, mal síntoma. A punta de impuestos especiales que no hacen sino engordar, pero bueno, uno es sobre un producto de ocio ya cargadísimo y el otro sobre los hidrocarburos.