Si lo que dice Sarkosy es cierto (en la literalidad de sus palabras), tanto José Luis Rodríguez Zapatero como Romano Prodi debieran dar un paso al costado. Sin más. El presidente francés asegura que desde España e Italia se pide la organización de «operaciones de expulsión colectiva de inmigrantes» según la información recogida en Público, aunque claro, «las autoridades italianas y españolas niegan las palabras del presidente francés y aclaran que la Unión Europea se limita a organizar repatriaciones conjuntas desde diversos países» dice la entradilla del diario español.
Las cosas son diametralmente distintas. No hay que olvidar que la actual política española con respecto a las expulsiones gracias a una ley que pasó una buena criba (aunque insuficiente) por parte del Tribunal Constitucional deja, realmente, en indefensión al inmigrante «a expulsar» (con «mala» suerte, la expulsión demora menos de 24 horas y el recurso contra la expulsión se deberá plantear desde el país de origen, con «buena» suerte, tienes un mes para mover todo el asunto legal, algo técnicamente casi imposible), en otras palabras, en esencia pierden el derecho al recurso.
En fin, si ya la situación actual me parece negativa, el que se plantee la organización de macroexpulsiones suena más a querer intimidar a alguien, no sé a quién, puesto que las mafias que estafan a los inmigrantes no les detendrá esto, y las personas que se ven en la necesidad de emigrar a cualquier precio, se juega una vida para cruzar una frontera, ¿creen que les detendrá la ley de extranjería? ¿Creen que la conocen acaso?
Otra cosa es lo que se acordó en el 2005 y que se viene haciendo (como bien indican en Público), igual de deplorable, que es juntar cual ganado a los inmigrantes ilegales para mandarlos de vuelta a casa con una patada en el trasero. Esa es la Europa de los derechos humanos, la que habla de eliminar fronteras mientras recuerda que mejorarán los controles y se fijarán más en los pasaportes, esa es la Europa que pide aperturas donde ellos ponen cerraduras, esa es la Europa de los tratados de espaldas a sus pueblos… Las «cuotas», señores, es tratar como ganado, como maquinaria, a las personas, y eso, señores, es totalmente intolerable.
En fin, poco progresistas son, realmente, los gobiernos de «izquierda» europeos en estos temas de la inmigración, tan reaccionarios y nacionalistas como los que suelen criticar.