Mariano Rajoy ha hablado, otra vez, para señalar el mercado laboral como el problema de la economía española. No, no busquen en el PSOE una respuesta contundente, desde hace unas semanas el gobierno mira dicho mercado con las gafas de la CEOE y está de acuerdo, faltan perfilar detalles, por eso CiU está más próximo al gobierno, CiU y su propuesta de indemnización de 20 días por año para los despidos improcedentes (la misma que para los procedentes no disciplinarios).
El problema, para Rajoy, es el mismo que ve la patronal (que hace meses hablaba del «Contrato del Siglo XXI»), demasiados contratos temporales (un 30%) y muy pocos indefinidos, ante este «problema» proponen un nuevo contrato (no, no acabar con los temporales, no, tampoco, mandar a la inspección para ver si se cumplen los requisitos para que dichos trabajadores sean temporales y no indefinidos, no nada de eso, sino otro contrato), dicho nuevo contrato básicamente es una rebaja en el coste de despido improcedente del contrato indefinido actual. Lo que es peor, lo ponen en relación con el tiempo en que efectivamente se ha prestado trabajo, con lo que los «jóvenes» lo tienen crudo, y los recién contratados también, su despido será casi gratuito. Sí señor, así se lucha contra la inestabilidad laboral.
Rajoy dice una media verdad cuando se muestra «preocupado» por ese 30% de españoles con contratos temporales porque «no tienen indemnización por despido, cero», ya que, si hablamos de despido (no de fin de contrato), la indemnización la tienen en los mismos términos que los indefinidos, y si hablamos de fin de contrato, lo que hay es una (irrisoria) indemnización de ocho días por año trabajado (salvo para casos de interinidad y formativos), y esos ocho días vienen de una ley del 2001 (la 12/2001), en la redacción original del artículo 49.1.c del ET no se establecía indemnización alguna. Lo que se suele hacer es prorratear la indemnización en cada nómina cobrada
No es la primera vez (ni será la última) que como «fomento de la contratación» se propone o establece un tipo de ese estilo, uno «barato», así la «Ley 12/2001, de 9 de julio, de medidas urgentes de reforma del mercado de trabajo para el incremento del empleo y la mejora de su calidad» se creó una serie de incentivos (en las cotizaciones entre otros) para realizar contratos indefinidos o convertir los temporales en indefinidos (esto para el 2002), y en la Disposición Adicional Primera se creó en «contrato para el fomento de la contratación indefinida» (que básicamente no incluye en su ámbito a los varones entre 31 y 44 años que no sean minusválidos o no estén en el paro durante más de seis meses), ese contrato tenía como «incentivo» el abaratar el despido (en casos improcedentes de 45 a 33 días, y con un tope de 24 mensualidades en vez de 42).
¿Y este contrato se usa mucho? Nada, se usa poquísimo la verdad, se sigue prefiriendo la contratación temporal (curiosamente, el PSOE quiere relanzar este tipo de contratos como solución a la temporalidad). En su día el gobierno incluyó la conversión de contratos temporales a indefinidos dentro de las ventajas de este contrato (en el 2006, para todo contrato celebrado antes de una fecha del 2007), fueron pocos los que se sumaron a esta iniciativa (funcionan algo mejor las subvenciones directas a los contratos indefinidos). ¿Por qué? Porque los empresarios siguen prefiriendo temporales que indefinidos, y siendo el sistema completamente indolente ante los fraudes de ley, las empresas celebran contratos temporales para puestos fijos, y nadie les dice nada.
¿El problema de los cuatro millones de desempleados está en el coste del despido? ¡Por supuesto que no! Ese argumento no se sostiene, si fuera cierto no estaríamos ante tanto despedido mediante ERE que aligeraban plantillas, sino única y exclusivamente ante contratos extinguidos por cierre de empresas, que no es el caso de esos cuatro millones de parados; por otro lado más de dos millones de los actuales cuatro trabajaban con los 45 días por año en caso de despido improcedente (todos los ERE y demás son despidos objetivos, indemnización de 20 días por año), así que ese no es el problema.
El mercado español tiene serios problemas estructurales, pero que tienen que ver más con el tejido productivo y los sectores que tiran el carro de la economía española que con el coste laboral en sí mismo, esto es, si tu economía es agraria en cultivos extensivos, lo que tienes es un empleo completamente estacional, si tu trabajo se fundamenta en el sector de la construcción, en cuanto se deja de construir se va todo a la porra (como ha pasado) y el trabajo será por obra (temporal a más no poder, antes del inicio de la burbuja habían más contratos fijos que temporales, en los puntos más altos duplicaban los temporales a los fijos, y ahora con la crisis volvió el trabajo temporal a estar por debajo del fijo en el sector, pero es porque los temporales ahora son «parados», para que lo vean, la tasa de variación de los contratos temporales entre el segundo trimestre de 2006 y el del 2009 es del -49,78%), y si tu trabajo está en el sector servicio, sobre todo entre comercio y hostelería, tienes solo trabajo estacional (playa, campo o montaña, son trabajos con alto componente estacional, lo mismo para el comercio, tiene épocas de fuerte empleo y otras con bastante menos), y da igual que el despido sea regalado, si el tejido productivo es ese, el trabajo seguirá siendo temporal.
¿Fomenta el trabajo estable el abaratar el despido? No, para nada, lo que se fomenta es que en las macro-cifras «parezca» más estable el trabajo (esto es, que en la EPA o la ECL salga que hay un 90% de contratos fijos, por ejemplo), pero que en la práctica haya tanta movilidad como ahora (¡o más!), en otras palabras, abaratar el despido simplemente vuelve más temporales a los actuales fijos (y no mucho, con la facilidad que por estos barrios se despide).
Si se quiere acabar con el trabajo temporal, hay dos vías paralelas, una es la fiscalización de los contratos (para que se cumplan los supuestos) y la otra es ir cambiando el tejido productivo poco a poco. ¿Se cambia el tejido productivo favoreciendo la flexibilidad de los contratos temporales? No, está claro que no, todas las reformas sobre los temporales han favorecido a la flexibilización y el tejido se ha desindustrializado (crisis del 73 y siguientes, claro, pero de ahí el camino ha sido a la playa).
Excurso: Rajoy habló también de la negociación colectiva, dijo que algo iba mal cuando el convenio del metal se aplica a los trabajadores de HP, bueno, acá va mal las prácticas de empresas como HP, lo que pasa (lo que le pasó a Airis por ejemplo) es que para ahorrarse unos cuartos en sus instalaciones las registran de una forma determinada (como «fábricas», por ejemplo), así que les corresponde aplicar, para su labor, el convenio del metal, si tienen en su seno a ingenieros haciendo software y no fabrican nada, lo que está mal en principio es la clasificación del centro como «fábrica», y eso lo hace la propia empresa… ya ven, por ahorrar por un lado lo pagan aplicando el convenio del metal, uno bastante bueno.
Buenos dias, serian tan amables de explicarme que se entiende por abaratamiento del despido? Soy Licenciado en Derecho y en la Universidad se da mucha teoria ,pero poca practica..
En que consiste en abaratar el despido? Y a quien beneficia el mismo? A la patronal o a los trabajdores?
Gracias por todo…
Un saludo
Juan Jose.