El PP y el Matrimonio Homosexual

Hay que admitir que el Partido Popular es, ante todo, cazurro. Y está bien, a veces. El conservador «Foro de la Familia» promovió una iniciativa popular para derogar la ley de matrimonios homosexuales. Es curioso que se dé una iniciativa con el fin de reducir los derechos de un colectivo, pero esto es España y estas cosas no resultan raras tampoco. En fin, el Foro hace lo que creen oportuno y se mueven, dentro de la Constitución, para logarlo. El Partido Popular (PP), último bastión contra el matrimonio Homosexual, avisa que votará a favor de esta medida.

Se espera que las dos diputadas del PP que votaron a favor de la Ley que regularizó los matrimonios homosexuales vuelvan a repetir plato y voten, esta vez, en contra de una norma que busca derogar la ampliación de derechos a un colectivo que hasta hace no demasiado se perseguí penalmente por, simplemente, ser lo que son. La ley propuesta por el Foro de la Familia, y apoyada desde otras formaciones conservadoras como Hazte Oir (la recordarán por el tema de «Playas Familiares«), pretende reformar el artículo 44 del Código Civil para puntualizar que el matrimonio siempre es entre un hombre y una mujer y a la par desean que se modifique el artículo 175 del mismo código para indicar que la adopción de menores no puede ser llevada a cabo por parejas homosexuales (y manteniendo la adopción unipersonal, que en realidad, es la norma general). La iniciativa popular (pocas son las iniciativas populares que consiguen llegar al parlamento, es de lo único que me alegro en esta noticia) ha contando con un millón y medio de firmas a favor.

El PP está siendo coherente, hay que remarcarlo puesto que es una de las pocas veces que lo es. La vez pasada, cuando se aprobó la medida que dio derechos a los homosexuales con los que no contaba (allá a finales de Junio del 2005), el PP votó en contra de ese, por entonces, proyecto de Ley y presentó un recurso ante el Tribunal Constitucional, a la par que se sumó a toda cuanta manifestación tuviera de lema el «Zapatero destruye a la familia» que jamás entendí. También es cierto que el PP castigó a quienes incumplieron la disciplina de partido votando a favor de la regularización de los matrimonios homosexuales. Esto es, atacó por todos los frentes a una norma que siguen creyendo, destruyó a las familias españolas (hoy por hoy no tiene efecto negativo alguno en el resto de familias).

En este intento de reforma se demuestra, una vez más, que el problema no es de «nombres», es de «derechos», y que a nombres distintos corresponden derechos distintos. ¿Por qué lo digo? Una de las defensas para regularizar a las parejas homosexuales bajo un nombre distinto a «matrimonio», es que «matrimonio» significa algo en concreto que no puede ser cambiado y que la nueva institución podrá gozar de los mismos derechos pero bajo un nombre diferente, a la par, los que dicen esto, sueltan que la adopción debe estar vetada para las parejas formalizadas entre dos homosexuales. ¿Qué significa? Que no creen en dos instituciones con los mismos derechos, creen en una superior, cuasisagrada (sino sagrada por completo) como es el Matrimonio, y una suerte de convivencia formal, para el resto que no pueda acceder al matrimonio.

Uno de los grandes problemas de las parejas homosexuales (sobre todo en los sitios en que ya podían registrarse como parejas de hecho y obtener algunos de los beneficios de los casados) era la adopción, si la misma no es concedida de poco les sirve la formalización de la relación fuera de la institución-contrato del matrimonio.

Es totalmente hipócrita decir que esto no va contra los derechos de un colectivo, pues están demostrando, con la regularización pedida, que realmente quieren reducir los derechos a un colectivo, quieren impedir que en pareja puedan adoptar (individualmente ya pueden, y muchos homosexuales ya tienen hijos -propios- que desean que sean adoptados por su pareja). No sólo quieren que se mantenga el significado tradicional de matrimonio (más entendible el pedido, inútil y redundante, pero entendible), sino que aprovechan para quitar un derecho a las parejas homosexuales. Derecho que viene por la utilización del mismo nombre.

Y lo peor es que el PP, y el Foro de la Familia, siguen insistiendo en que la regularización de las parejas de homosexuales con un nombre diferente al de «matrimonio» se haría conservando los mismos derechos que a las parejas heterosexuales formalizadas bajo el matrimonio, cuestión que saben que es mentira desde el momento en que piden retirar el derecho de adopción de los colectivos homosexuales. Que sean un poco más sinceros, que digan desde un comienzo que la homosexualidad no les parece natural (de vez en cuando lo dicen, pero no lo alto y fuerte que lo creen), que el Homosexual, si por ellos fuera, seguiría siendo perseguido por las leyes y que, en todo caso, no debiera contar con los mismos derechos que el resto.

Por suerte, esta iniciativa popular fracasará olímpicamente.

Aviso a los navegantes: ¿Y qué hago yo defendiendo el matrimonio Homosexual si no creo en el matrimonio -a secas-? Sencillo, ya que existe, debe intentar ser lo más justo posible y no discriminar. Y para quien venga diciendo que con esto estoy apoyando los matrimonios polígamos u otras fórmulas, pues, sobre los polígamos, sí, sin lugar a dudas (de personas con personas, sin importar el sexo de los mismos). Sobre las otras fórmulas, habría que decirlas y ver si también me parecen admisibles (por un lado, no concibo la posibilidad de «con animales» en tanto no son sujetos de derecho, lo cual les hace incapaces de dar el consentimiento necesario en cualquier relación jurídico-humana).

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