Bueno, me he salido totalmente del tema, es que escribir es gratis (vaya, ni pago por escribir ni me pagan por hacerlo), y ya puestos, uno suelta todo lo posible y se va por las ramas… A lo que iba, vi el festival, me puse a pensar mis posibles respuestas a las cuestiones “guía” y lo dejé “para otro día”… Los otros días fueron pasando, y hoy entré a la bitácora de
El Útero de de Marita (llevada por Ocram) y tenía un mensaje del 17 de enero titulado “
Blogs y Periodistas”, que está muy bueno, debieran leerlo, y recordé el festival de marras, pasé corriendo a la noticia del festival y ya había acabado el plazo ¡¡lástima!! Esto de no participar porque se acaba el plazo y has estado “dejándolo para mañana” ya es una tónica general del día a día.
Pero entré a ver, ya que estaba en la bitácora de Blogs Perú, toda la bitácora, a ver qué nuevas nos traían, y una de ellas era una ampliación del plazo, así que tras esta larguísima y sin sentido presentación del tema, acá tienen mi granito de arena al festival:
“¿Es ser periodista una condición para ser blogger?”
Primero habría que definir qué es un “Blogger”, si nos ceñimos a caracterizarlo como aquel que lleva una Bitácora (no me gusta el término anglosajón), no, definitivamente no es una condición ser periodista para poder ser bitacorero (expresión que usaré en vez de “blogger”), de partida “no tiene una cosa que ver con la otra”, la forma en que se iniciaron estas “Bitácoras de Internet” es distinto al periodismo.
Ya sé, los conceptos evolucionan y tal, pero el “periodismo” como actividad NO es lo que prima en las bitácoras (cuantitativamente), más tendríamos que hablar de diarios públicos y diarios temáticos que de publicaciones periodísticas como tales (que haberlas haylas, incluso ya hay alguna empresa hispana para la publicación de bitácoras de noticias temáticas, vamos, periódicos en línea con pinta de bitácoras :P), o entradas con este sentido en Bitácoras más de opinión (incluso yo he hecho alguna de esas… pero sólo una o dos… y siendo generosos con eso de “entrada periodística”).
“¿Están mejor preparados los periodistas para llevar un blog que los bloggers por afición?”
Mmmm, un bitacorero que escribe porque una empresa (la que sea y de lo que sea) le paga y no escribe notas periodísticas ¿estaríamos hablando de un aficionado? Y un periodista que además de su trabajo lleva una bitácora sobre su vida íntima ¿Estaríamos hablando de una bitácora periodística sólo porque quien escribe es un periodista?
La preparación es realmente relativa, creo que la mitad de los periodistas no tienen preparación cuando hablan de temas científicos, técnicos, jurídicos, históricos y similares; y se nota cuando hablan de “oídas” y cuando han consultado a “algún experto” para la materia en particular a tratar… Y si entramos al estilo, pues he visto barbaridades en periódicos de tirada nacional (no sólo faltas ortográficas y gramaticales GORDAS, sino invención de palabras por no conocer la “existente” y estilos ilegibles) y son gente “preparada”, cuando seguro un licenciado en filología hispánica les de mil patadas en redacción…
Pero realmente, en la Bitácora, depende de lo que escriban y para qué lo escriben, y que sepan escribir (aunque parece que no es un requisito).
“¿Son los bloggers periodistas frustrados?”
Iba a poner que no, y que bla bla, que no es periodismo lo que se hace en las bitácoras (en esta, definitivamente NO se hace), que es parte de la respuesta, se induce de las anteriores, esto es, DEPENDE!! Pero voy a agregar algo, me ha encantado la “vuelta de torta” que ha hecho Maese Ocram en este aspecto, así que lo enlazo, leen la entrada y ven su respuesta a esta pregunta.
“¿Se hacen antipáticos ante el resto de la comunidad blogger los periodistas? ¿Presumen mucho de que el medio les pertenece a ellos y el resto son solo advenedizos?”
Éstas las contesto juntas, en realidad esto depende del bitacorero en cuestión, en el medio peruano no he visto (la verdad) mucho pavoneo en este sentido, aunque sí hay cierta antipatía hacia ellos (pero creo que más tiene que ver con la mezcla de su trabajo con su afición y las reservas que tengan a su trabajo que por su actividad pura y dura de bitacorero)…
Aunque en otras “esferas” sí he leído algún comentario (más que entrada) en que hacen suya la “bitacósfera” (jijiji), lo cual es un error tanto de forma como de fondo, la bitácora es un medio de publicación, cuyo contenido ya no es definido, al contrario, tiende a abrirse cada vez más (mutándose a otras formas multimedia de presentación del contenido). ¿Acaso alguien puede decir que las páginas hechas por una sola persona son sólo de un tipo determinado? ¿Y sobre las grupales lo mismo? Nada, la “bitacósfera” es tan variada que nadie se puede apropiar de su “esencia”.
“¿Los bloggers no periodistas están preparados para esta movida? ¿No moriran en el intento por preservar lo que una vez fue sólo suyo?”
Al comienzo pensé en saltármelas, así, como quien no quiere la cosa, pero el texto es ya largo, así que unas cuantas líneas más no importarán, ni se notarán (y como quien quiere lee y quien no, pues nada).
No hay que estar preparado para escribir tus opiniones, no hay que estar preparado para mostrar un recopilatorio de los últimos chistes que te mandaron al correo, no hay que estar preparado para comentar el último partido que viviste desde la grada, ni para hablar del tema en que trabajas (bueno, más allá de la preparación que ya tienes para trabajar en ese tema) ¿De qué preparación hablamos? ¿De la que se necesita para “producir” contenidos periodísticos? ¿Es que presuponemos que todos tenemos que hacer periodismo? Nono, la pregunta parte de un error de base, en el concepto de Bitácora mismo… De esto hablé ya hace un tiempo, y como no me he autoenlazado, ahora lo hago, pueden leerlo acá.
“¿Pueden los bloggers aprender de los periodistas y los periodistas aprender de los bloggers?”
Sí, siempre podemos aprender algo de otra persona. Listo. Esta ha sido fácil y corta.
“¿Podemos entre todos elevar el nivel del blogging local y formar una comunidad responsable y cuyas futuras acciones tengan efecto sobre otras esferas o seguiremos rezagados en la intrascendencia para quedar bien con todos?”
¿Elevar el nivel? ¿Comunidad responsable? ¿Intrascendencia para quedar bien con todos? Creo que me he perdido muchos capítulos de esta serie, esto está un poco con el artículo que hace un momento enlacé (sí, el autoenlace :P), no creo que una bitácora deba ser trascendente, que deba intentar nada, que sea, por sí misma, nada. Ni que debamos hablar de un “nivel” de la bitacósfera en cuanto a lo mencionado, podríamos hablar de un nivel en cuanto a la escritura de todos los que buscan escribir bien (habrá quien lo haga mal a propósito, los menos, pero los habrá), y que lo que hagan lo lleven a cabo de la forma más óptima posible, pero esto tomando cada bitácora como una unidad, no como perteneciente a un grupo del que tiene lazos estrechos y fines comunes.
He dejado una de las primeras preguntas para el final, para acabar “bonita” la presente entrada “¿Sería válido que dichos blogs se agrupen y constituyan una comunidad aparte de blogs?”
Claro que es válido, hay esferas concretas, para literatura, para bitácoras de un determinado país, y no sé, habrá muchas que no conozco, las redes (esferas) específicas ayudan (y mucho) a buscar nuevas páginas (léase bitácoras) sobre un tema que interese, y no andar rebuscando en los apartados temáticos de los distintos directorios… Incluso hay esferas para determinadas líneas de pensamiento político. Mantener su propia esfera de Bitácoras periodísticas (ojo, que no se definan por quien escribe, sino por lo que escriben) es completamente “positivo” para quienes les guste leer noticias en formato bitácora.
Ahora, si se quieren apartar de toda la comunidad para reclamar una forma específica de hacer y “vivir la experiencia” bitacorera (¡qué huachafo me ha quedado! Jajaja), pues perderían un medio de “publicidad” como son los directorios genéricos. Sería una decisión un poco “tonta” y que SÍ ganaría la antipatía del resto de bitacoreros (potenciales lectores, y si hacen eso, principales críticos :P).
Gracias por aguantar estos desvaríos.