El PSOE insiste en el plan de quitar, desde el 2011, las deducciones por compra de vivienda (a la par que el alquiler es tratado fiscalmente más favorable para los particulares que pongan en alquiler viviendas, y tratado de igual forma que la compra para quienes tienen que pagar mensualmente no una letra, sino un alquiler), este recorte fiscal solo se producirá para los salarios superiores a 24 mil euros al año, y es posiblemente la mejor de las medidas anunciadas en el debate del estado de la nación de la pasada semana. IU, ICV entre otros partidos de izquierda le dijeron que bien, que era deseable y que llevan años pidiéndolo, pero increíblemente quieren «subir» ese mínimo agraciado. Por su parte, el PP culpa a esta medida de un futuro sin compra de casas por parte de los jóvenes. Que ya estamos en campaña.
Sin dudas las desgravaciones fiscales estaban sumándose al precio final de la vivienda, y muchas veces, lamentablemente, en el llamado Dinero B, o negro, vamos, «por lo bajo» y sin que el fisco se entere (¡qué se habrá creído hacienda cobrando impuestos!), como pasa ahora con las ayudas directas para el alquiler (es patético encontrarse con que, en medio de la entrevista, te digan que si cobras la ayuda eso «se suma» al alquiler, no pues, la ayuda es para pagar el alquiler acordado, no para que este aumente, leñes). No creo, como bramó el presidente del gobierno, que sea este sistema (el actual es del 99) el culpable del aumento desmedido de precio de las viviendas, pero su pequeña ayuda a ese fenómeno sí que dio (con otras muchísimas concausas más, y todas posiblemente de más calado que una desgravación). La medida, además, no afecta a quienes ya disfrutan de la deducción, con lo que, sinceramente, poco hace al corto plazo y no arruina, eso sí, ningún bolsillo sobre endeudado.
El principal punto de la discordia, una vez superado el trance de la inminente desaparición de la desgravación de acá a dos años, es el límite de los 24 mil euros para que el beneficio fiscal siga existiendo. Voy a recalcar algo: Beneficio fiscal. Es importante entender que el fisco es un instrumento de política social y distributiva, así que atender a las rentas más bajas con beneficios sociales que no se dan a las más altas es otra forma más de hacer progresivo el sistema (que bastante malo es actualmente, sea dicho).
Veinticuatro mil euros parecen pocos a todo el mundo, y eso me sorprende. Será que sus señorías, con esos sueldos de más de tres mil euros al menos (la retribución base, sin complementos ni nada), no conciben que el salario medio en España ronda esa cifra. Mariano Rajoy, además, afirma que sin el beneficio fiscal y sin que los créditos lleguen, los jóvenes de esta generación no podrán acceder a una vivienda…
¿Cuál es el salario promedio en España? ¿A quiénes nos referimos con clases medias, esas a las que tanto defiende Rajoy? ¿Pueden los jóvenes acceder a una vivienda incluso con el sistema actual? Independientemente de esto: ¿Por qué el Estado tendría que favorecer la adquisición de vivienda puramente privada?
Salarios en España
No voy a responder a todas las preguntas antes planteadas, salvo la del tema salarial. Se sabe que en España la distancia entre el salario y el precio de la vivienda ha ido incrementándose a velocidades pasmosas, teniendo en cuenta que el salario crece con el IPC y la vivienda lo ha estado haciendo 10, 15 o 20 puntos por encima del IPC, pues no son necesarios grandes cálculos para entender cómo las hipotecas a 40 años se han disparado sobre las de 20 de antes.
Los datos que usaré para salir de la ignorancia sobre salarios medios, y entre ellos distinguiendo los jóvenes de los mayores y los hombres de las mujeres, serán extraídos de la Encuesta de Estructura Salarial (que son del 2006, los últimos publicados) del INE. Pueden aplicar, sobre las magnitudes, una corrección del 3% más o menos por año para adecuarlo a las fluctuaciones anuales de los salarios.
Así pues, tenemos que para toda España el salario medio bruto anual fue de 19680,88 euros (esto para el 2006, y hablamos de salario bruto, no del neto), lo que, incluso aplicando las correcciones del IPC, nos mantiene muy alejados de los 24 mil euros como «tope» de ingresos para verse beneficiado en la compra de viviendas (donde la hipoteca media -en toda España- está en casi 150 mil euros).
Si nos fijamos en los jóvenes, la media para los menores de 20 años es de 10150,32 euros brutos al año, mientras que el promedio para el colectivo entre 20 y 29 años tenemos que el promedio de salario bruto anual se pone en 14739,03 euros. Y el grupo de los no tan jóvenes, entre 30 y 39 años, tienen un ingreso bruto salarial medio de 19614,92 euros al año. Esos tres grupos, que tanto preocupan a Rajoy, seguirían viéndose beneficiados de la rebaja fiscal, el problema, como él mismo señaló (al margen del precio de la vivienda, claro) es que los bancos no les dan créditos, así que o tiramos por una banca pública o decimos que es cosa del mercado y por tanto está bien. (Como dato extra, hasta los que se encuentran en el percentil 90 entre los jóvenes menores de 29 años seguirían con el beneficio fiscal.)
También cabe destacar que el salario bruto más frecuente en la encuesta citada es de 14466,46 euros al año, y el salario bruto mediano es de 15760,46 euros, ambos muy por debajo de la media de los salarios. Se pueden hacer indicaciones extras, como que los españoles ganan poco, muy poco más que la media, que los residentes nacionales de países miembros de la UE, Estados Unidos y Canadá ganan más que la media, y que el resto de inmigrantes gana mucho menos que la media, también se puede decir las mujeres en hostelería tienen la media más baja, 11 mil euros al año, y que los hombres en la intermediación financiera tienen la media salarial más alta, 45 mil euros. Se puede matizar, además, por comunidades autónomas, provincias o núcleos urbanos, con ello se ve que Madrid tiene un salario medio más alto (casi 24 mil euros, también un coste de vida más elevado) mientras que Extremadura es el que tiene una media salarial más baja (15 mil euros). El resto de comunidades autónomas (y ciudades autónomas) que superan la media nacional son, de más a menos: País Vasco, Navarra, Cataluña, Asturias, Ceuta y Melilla, pero todas ellas lejos de los 24 mil euros anuales. También se puede recordar que el salario mínimo interprofesional (SMI) está fijado en 8736 euros al año y que el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM, que desde mediados del 2004 reemplaza al SMI para calcular el umbral de ingresos en muchos ámbitos, como ayudas para viviendas, becas, subsidios, etc.) es de 527,24 euros al mes (según para lo que se use, son a 12 o 14 pagas al año).
Consideraciones finales
El salario es la principal, si es que no única, fuente de ingresos de la gran mayoría de residentes en España, así que tomar como referencia única o fundamental el salario bruto resulta esclarecedor para entender que esos 24 mil euros, en el conjunto de España, marcan un límite superior a la media de ingresos personales.
Sería justo, para no hablar de cifras absolutas, que esa cantidad máxima de ingresos anuales para poder tener acceso al beneficio fiscal sea variable según la ciudad, o la comunidad autónoma, está más que comprobado que tanto el coste de vida como los salarios medios son más altos, por ejemplo, en Madrid y Barcelona que en Extremadura, con lo que se puede perfilar un poco más quién y cómo debe recibir del fisco el trato favorable.
También, o en paralelo, se puede hacer por tramos, lo cual redundaría en un sistema aun más progresivo, esto es, aplicar variables distintas de las cantidades máximas desgravables según los ingresos (aunque claro, todas las rentas más bajas salen ya a devolver, y existe un máximo para esta devolución que por mucha vivienda comprada no se ve aumentado).
El actual sistema beneficia sobre todo a las clases medidas acomodadas, medias altas y a las clases altas, puesto que son, por un lado, los que más capacidad adquisitiva tienen, y por otro, los que más tienen que pagar en cada ejercicio fiscal con lo que toda desgravación es bienvenida. Ni con el actual sistema ni con el que se va a poner se favorece el acceso a la vivienda por parte de los jóvenes, y es por el precio y la falta de préstamos, sumado a precaridad laboral y salarios medios bastante bajos (por debajo de la media), no porque se dé o no una desgravación. Dudo, eso sí, que el actual cambio legislativo esté siendo del todo correcto, faltarían los matices que he mencionado, y que espero sean corregidos en el debate parlamentario (uno que es así de inocente).
Téngase en cuenta, y con esto acabo, que para pagar una hipoteca media (150 mil euros) con el tope máximo de ingresos propuesto por el gobierno para ser beneficiario de la desgravación (y hablando en números brutos, sin entrar en impuestos, intereses ni nada de nada) se tendría que invertir seis años y un cuarto para pagar la vivienda. Ahí, señores, está el problema (si es que decidimos que se debe impulsar la propiedad de viviendas de promoción privada).
[Para verlo desde otra perspectiva, se puede consultar la Encuesta Trimestral de Coste laboral, donde el coste salarial promedio es de 1897 euros para el cuarto trimestre de 2008.]
Excurso: El argumento más rocambolesco en contra de esta medida se la escuché a un tertuliano, que indignado decía que esto iba contra el alquiler de viviendas, porque si no te podías desgravar parte de la compra no existía el incentivo de comprar viviendas para alquilarlas, como inversión… Y digo que es patético porque la desgravación solo se da (o debería dar) para la vivienda habitual, y está claro que si pones en alquiler una vivienda, esa no es la habitual y NO debería ser desgravable…
Estuve en una conferencia de Alberto Recarte (recien empece a leer su libro) justo despues del debate del estado del estado (que ya no nacion) y decia que le parecia buena la medida y que ya era hora, entre otras cosas lo de bueno es que el no esta alarmado por la caida del sector inmobiliario en si, sino en los temas de competitividad del sector productivo español, pero como sabras… de eso ha hablado muy poco el cejas.
Salud
El problema no era tanto lo inflada de la burbuja, sino que toda la economía girara en torno a esa burbuja y a la hostelería-turismo, y claro, en crisis como las actuales eso vuela sin problemas. Por no hablar del poco valor añadido y la temporalidad del empleo en ambos sectores.
El problema, sin dudas, es la falta de competitividad, en general de tejido industrial y diversificación del mismo, y en concreto el tipo de industria (que tampoco es plan de tirar los salarios por los suelos y ser montadores en plan fábricas chinas, ¿no?). En este debate al menos RZ habló mucho del sistema productivo (no diciendo que era una porquería, pero sí insistiendo en la necesidad de cambio, y a uno de inversión, otra cosa es que sea pura retórica -que no haya plan a largo plazo ni, mucho menos, capacidad para implementar ninguno-, pero no todos los días se ve al presidente reconociendo algo así).
Hasta luego y gracias por el comentario ;)