Uno de los pedidos más repetidos en las manifestaciones de este mes y pico es la convocatoria de una Asamblea Constituyente que redacte una nueva carta maga; esto no nos debería extrañar, en el discurso político peruano es un lugar común la necesidad de refundar nuestro sistema político; se debe a dos cuestiones, la actual Constitución Política del Perú viene de una asamblea constituyente que nació tras un autogolpe de Estado de Fujimori y con un proceso cuestionable; y, por otro lado, existe una permanente crisis de legitimidad en el ejecutivo y legislativo que lo desconectan por completo de la gente que deben representar. Esta falta de legitimidad se entiende dentro de un marco político agotado, con lo que una «refundación de la democracia», la lucha contra la corrupción y atender a lo que cada agente considera que son las necesidades de la población pasa, casi necesariamente, por escribir un nuevo texto supremo en el país.
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