Claro que hacía –y hace– falta

Esta entrada es un poco cajón de sastre de varios temas con distinta gradación de importancia, pero muy mezclados… vaya por delante. –A todo esto, mientras escribía esta entrada, Barbijaputa sacó una nota titulada «Salir a la calle por nosotras y por todas» que más o menos aborda lo mismo que este artículo, pero bastante mejor expuesto que lo que haré a continuación–.

Cada poco vemos noticias en que se consigue un pequeño triunfo o se visibiliza, de forma positiva, lo que está aún tachado por la sociedad de forma negativa. Estoy hablando de esos hechos que significan victorias del movimiento del feminista o del LGBTQI. Cada vez que alguien hace algo para significar o normalizar uno de estos temas, alguien en alguna parte salta que «no hacía falta», casi siempre desde la mentira de «yo no soy machista/homófobo», pero ven mal el triunfo del feminismo o de la igualdad de trato. Es simple, sí son machistas u homófobos y ese hecho lo sienten como un ataque –y lo es a sus privilegios, en el caso de los varones machistas heterosexuales–. Pero vayamos a la mentada frase: «no hacía falta» o «no era necesario».

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Trump: lo que hace no es nada nuevo [De Igual a Igual]

Es increíble lo ciegos que podemos ser. Ya sea para defender o para atacar algo. Incluso para darnos cuenta que ya vivimos en esa situación –que criticamos o hemos criticado; en este apartado sin dudas me incluyo más veces de las que me gustaría, pero no por lo que hoy hablaré–. Parece que la opinión publicada –que no pública– se muestra contrariada y horrorizada por el muro que el presidente estadounidense ordena construir y el tema de los visados y la prohibición parcial de refugiados. En la imagen que precede este texto les presento la construcción de «el muro». La fotografía, en la que podemos ver la construcción de un muro de concreto por parte de Naval Mobile Construction Battalions (NMCB) 133 y NMCB-14 en Arizona, fue tomada en 2009 –al ser una foto de la Armada estadounidense, está en dominio público–. No es el que han ordenado, claro, tiene muchos kilómetros de «valla» y otras formas de barreras –unos novecientos kilómetros por ahora, como mínimo–, además de otros tantos de «zonas vigiladas con sensores y otras tecnologías» que serán reemplazados por un material más duro –pueden ver una galería de fotografías de lo que ahora está construido en la frontera en Wikimedia; también pueden usar Google Maps para ver lo que hay construido en muchísimos kilómetros–. [Continúe leyendo en De Igual a Igual.net].