Revisando El Norte de Castilla, me encontré con una nota que titulaban algo así como «inyección de 150 millones euros a la economía local», se referían a que la rebaja del IRPF en el tramo autonómico era dejar de cobrar esa cantidad nada pequeña de dinero, lo que suponía, explicaba la Consejera, «inyectar» ese dinero por medio de los consumidores. En la nota que encontré en la web sobre el tema, se aborda el tema de forma diferente. El término «inyectar» es incorrecto mírese por donde se mire (hablamos del tramo autonómico, así que en todo caso ese dinero se gastaría en los presupuestos autonómicos, no saldría de la comunidad salvo si se consume fuera, algo que puede hacer la Junta -al contratar empresas extra-castellanoleonesas- y los ciudadanos -por lo mismo-); además, tampoco supone que todo el dinero (que se deja de cobrar) en los bolsillos del contribuyente se vaya al consumo, y menos al consumo local. Esto es, parte de esa cantidad irá, sin dudas, al ahorro, otra parte al consumo, sí, pero puede que fuera de la autonomía e, incluso, del país.