El título de la entrada es amarillista, al menos parcialmente. Viernes, sábado y domingo tuvimos el «agrado» de tener, en Valladolid, a la crème de la crème del Partido Popular (que gobierna España, Castilla y León, Valladolid y casi todo lo que puede); así que les recibimos como bien pudimos: manifestaciones cada uno de los días (hubo más de las enlazadas, sea dicho). Demasiado por lo que protestar. El domingo, último día, fue la «grande», promovida por Parados en Movimiento, y con la adhesión y el acompañamiento de una gran variedad de fuerzas políticas (por ahí estaba Izquierda Castellana, IU y otros), sociales (todo tipo de asociaciones de vecinos, de colectivos afectados por la crisis) y sindicales (se echó muy en falta la presencia de CC.OO. y UGT, ¿dónde estaban «nuestros amigos» de amarillo?, ¿acaso si ellos no convocan, no van? a otras, como la educación el 1/2, al menos la federación de enseñanza de CC.OO. sí estuvo).
A esta última, la del domingo, me sumé. La verdad es que pensé que íbamos a ser tres y el apuntador (aunque los compañeros de Parados en Movimiento cada vez hacen crecer más y mejor sus convocatorias, hay que reconocerles ese esfuerzo y capacidad de aunar voluntades), pero la manifestación fue bastante populosa (Último Cero, El norte de Castilla), en ella, como digo, la variedad de pancartas y sensibilidades era amplia, pero todas juntas caminaron hacia la Plaza Mayor con una misma protesta (¡todas!).
La presencia policial era brutal (en todos los sentidos de la palabra), querían zurrar y se notaba (no es la primera vez, ni será la última, que los «refuerzos» quieren justificar su viaje con la porra en mano, y los «locales» acompañan encantados). Al final hubo una carga. Pero bien al final, en una de esas pequeñas concentraciones frente a un restaurante donde almorzaba gente del PP (Parados en Movimiento, El Plural, Último Cero -galería de fotos-, Hablando República, El Día de Valladolid y vídeo por IU Valladolid), bajo una pancarta contra la criminalización de la protesta social. La policía «creó» un «perímetro de seguridad» ante el local hostelero mientras los manifestantes seguían con sus consignas y se negaban a disolverse (esto, por lo visto, era lo que exigía la policía; si ven las fotos, casi más policías que manifestantes, y estos no hacen gestos de entrar al local).
En fin, que, como iba diciendo, según el gobierno la actuación de la policía fue para disolver la protesta no comunicada (¿en serio?, siguen confundiendo comunicación con autorización; reprimen como si se requiriera permiso para estar en la calle), ante la imaginaria intención de entrar al local (ni siquiera en los «escarches» practicados en otros locales se intentó ingresar, ¡no somos idiotas!); por lo que se ve en vídeos (como el de IU enlazado), fotos y demás, fue el cordón de la policía el que tiró el primer porrazo contra los manifestantes (por cierto, los manifestantes ya estaban en «U» antes de los que los policías trataran de «ordenarlos» más atrás), y ahí lo que hubo fue forcejeos por parte de los agredidos (los manifestantes), pero no una «batalla» (lo propio si los agresores iniciales fueran los de la protesta). Otro de los vídeos muestra uno de esos «toma y daca» que menciono, un par de policías jala a un manifestante (al que luego, por cierto, reducen entre cuatro, previos golpes, claro) y una chica intenta tirar de él para el otro lado, ¿cómo la paran? otro agente le da un porrazo porque sí, por meterse donde no la llaman; podría haber tirado de ella, podría haberse interpuesto, pero con la porra en mano lo que hacen es golpear, es lo único que realmente saben hacer.
Si siguen viendo, no hay palos de los manifestantes a la policía, no hay bates de béisbol, no hay lanzamientos de piedras y, por supuesto, no hay cócteles molotov ni nada que se le parezca. Hay porrazos en una carga. ¿Que tres policías salieron con heridas leves?, es que si entre cuatro apalean o «reducen» a una persona, esta intentará defenderse, alguna patada suelta. No hay proporcionalidad alguna entre lo que ocurre y la reacción de la policía, no hay justificación alguna para la mano larga que tienen los agentes de seguridad al soltar la porra.
La gente del PP que aparecía acá y allá no dejaba de provocar (no tengo fotos de ello, es cierto, pero no pocos comentan las mismas historias, las concentraciones frente a los sitios donde se les vio a los sujetos se saldaban con «peinetas», besos volados y similares, incluso el propio domingo la gente se molestó con uno de esos «gestos»), esto es, «respondían» de la peor forma a los manifestantes (sí, eso es peor que ignorarnos, lo que siempre han hecho y lo que harán desde hoy mismo).
Pero los violentos somos nosotros, los que salimos a las calles. No ellos y las medidas con las que nos reprimen, tanto física como normativamente hablando; no ellos que se escudan tras unas fuerzas represoras -que están más preocupadas en defender los intereses del amo que en cuidar, de verdad, a la ciudadanía-. Este gobierno solo responde, ante las peticiones realizadas en las manifestaciones, con palos; entienden la democracia como un «yo mando y tú obedeces, yo te pego y tú te callas».