Como decíamos ayer, hoy más, pero no mejor. Vamos a ver las preferencias electorales con los datos segmentados, por un lado, por edad, y por otro, por la autoconsideración de izquierda-derecha que tiene el individuo sobre sí mismo, y vamos a mostrar los datos con respecto a la clasificación que esos mismos individuos tienen de Enríquez-Ominami (como se deduce del artículo anterior, no es lo mismo hablar de una media o una mediana que de un subgrupo determinado), mantenemos la visión en seis categorías de derecha a izquierda e indefinidos en vez de usar la escala dada en la encuesta.
Antes de iniciar, unos apuntes: Dentro de los grupos de edad entre 18 a 24 y de 25 a 34 nos fijaremos en cuatro categorías (de izquierda al centro y los indefinidos), y solo teniendo en cuenta qué consideración tienen ellos sobre el candidato «independiente» (aunque se puede hacer con cualquiera, y sería bueno al menos contar con Frei para la comparativa, tal vez en otra ocasión, que estas entradas son lo que son), por tanto, se trabaja con unos subgrupos muy fragmentados.
Grupo de 18 a 24 años:
- Dentro del subgrupo de izquierdas: Recordemos que el 50% de estos jóvenes votaría a Frei y el 44% al independiente. Lo primero que llama la atención es que el 75% que se considera izquierdas y vota a Marco Enríquez-Ominami, creen que este es de izquierdas (el otro 25% lo ven entre el centro y el centro izquierda), mientras que los que votan por Frei dentro de este grupo ven más a Marco Enríquez-Ominami en el centro izquierda hacia la derecha (solo el 25% de los que votan por Frei y se consideran de izquierdas ven a Marco como izquierdista).
- Centro-izquierda: Recordemos que el 59,5% darían su apoyo al «independiente», solo el 11,9% votaría por el oficialista y el 14,3% lo haría por Arrate. Piñeda obtendría el 7,1% de los sufragios. El 32% de los que votan a Enríquez-Ominami dentro de este grupo lo ven de centro izquierda, como ellos mismos, el 20% lo perciben como izquierdista y el 24% como de centro, esto es, el 76% de los que votarían por él, desde una posición de centro izquierda, lo ven como alguien que se mueve entre la izquierda y el centro, lo increíble es que el 24% lo vean escorado al centro derecha o no saben definirlo y aun así le voten. Dentro de este colectivo, el 80% de los pocos que votarán por el oficialista consideran que el candidato ex PS es de centro izquierda, como ellos.
- Centro: En el centro, el candidato «independiente» cuenta con un apoyo del 41,4% de los votantes, el de la derecha con el 32,9% y el oficialista con el 18,6%. Tan solo el 27,6% de esos votantes de Marco lo sitúan también en el centro, el 10,3% a la izquierda del todo y el 27,6% en el centro izquierda, de estos votantes solo el 10,3% lo sitúan en el centro derecha, y el mismo número en la derecha, mientras que el 13,8% no sabrían cómo definir al candidato al que votarán. Los votantes de Frei ven a Enríquez-Ominami más a la derecha, así pues, solo el 16,2% dirían que es un candidato de centro izquierda, el 25% de centro, y el 50% lo ven como de centro o centro derecha (a partes iguales).
- Indefinidos: Este grupo, que representa el 18% de los jóvenes de esta edad, dan más apoyo al oficialismo (28,6%), pero no marca distancias ni con Piñeda ni con Enríquez-Ominami (ambos con 26,7%). El 56% de este grupo tampoco sabe o quiere definir al candidato «independiente», así pues, el 72,7% de sus votantes no definen qué es o puede ser su candidato elegido, y los que sí lo saben lo ubican, a partes iguales, entre en centro izquierda y el centro derecha. El 38% de los que votan por Frei consideran que Marco es de centro derecha o derecha (aunque dentro de este grupo prima también los que no saben definirlo).
Grupo de 25 a 34 años:
- Izquierdistas: El «independiente» cuenta con el apoyo del 47,4%, seguido por el derechista por 26,3%, luego el izquierdista con 15,8% y por último el oficialista con 5,3%. Dentro de este grupo nadie ve de centro derecha o derecha a Marco, nadie. El 75% de los que votarán por Enríquez-Ominami lo hacen creyendo que este candidato es de izquierdas. Del total del grupo de izquierdistas de esta edad, el 56,3% ven al candidato como de izquierdas.
- Centroizquierdistas: Marco se lleva el 53,3% de los votos de esta franja, el oficialismo el 24,4% y tanto el derechista como el izquierdista obtienen un apoyo del 8,9%. De los votantes de Enríquez-Ominami, el 37,5% lo ven como ellos, centroizquierdistas, el 16,7% lo perciben más bien como centrista, otros tantos como izquierdista y un significativo 20,8%, consideran que está en el centro derecha. En cambio, el 50% de los que votarán por Frei ven al candidato entre el centro y la centro derecha, solo el 40% lo ubica en su misma categoría y hay un 10% que lo ve en la derecha.
- Centristas: El candidato de la derecha se posiciona primero con una intención de voto del 30,9%, el «independiente» pasa al segundo lugar con un 27,2% seguido de cerca por el oficialista, con el 23,5% de los sufragios. Entre los centristas que votarán por Marco encontramos que solo el 4,8% lo identifican con su propio grupo, el 71,4% lo consideran más bien de centro izquierda y el 9,5% de izquierdas, o de centro derecha, donde saca ese mismo resultado. Entre los votantes por Piñeda, en cambio, el 36% creen que el «independiente» es de centro, el 20% lo ven de centro derecha y el 16% de centro izquierda. Los que votan a Frei, por su parte, ven más al candidato en el centro izquierda (36,8%) o no lo ven claro (indefinido, 21,1%), la misma cantidad (10,5%) lo ve a la derecha o a la izquierda.
- Indefinidos: Piñeda tiene el apoyo del 31,4% de este grupo, el 22,9% se decanta por el ex PS, y el oficialismo raspa un 18,6%. Como en el subgrupo de edad anterior, aunque en menor medida, en este la gran mayoría son incapaces o no quieren clasificar al candidato, en concreto el 61,4% están en esta circunstancia
¿Conclusiones? Consideraciones finales
Solo dentro de los subgrupos de izquierda hay una relación fuerte entre la propia consideración y la clasificación del candidato (dejemos a un lado de si esa clasificación o la propia consideración tienen alguna base real), en el resto, aunque puede existir, no es tan clara. Por lo demás, los votantes de izquierda lo consideran un candidato escorado a esa parte del espectro político. Faltaría ver cómo se comportan los votantes en consideración con otros candidatos como Frei o Piñeda, máxime viendo en qué lugar del espectro político se encuentran los mismos y los votantes (las medias y medianas ya mencionadas en en artículo anterior).
Me sigue dando la impresión (así que es pura especulación) que existe un gran porcentaje de voto de castigo al oficialismo, y que el mismo se traslada en gran medida al ex PS, pero no totalmente, que la Derecha, estando en el mismo sitio que estaba hace años, y siendo considerada aun muy derecha, está recibiendo votos incluso desde la izquierda, lo que no se puede explicar fácilmente sin consideraciones de voto-castigo y de voto-útil a la par (votar por Arrate, ya para muchos, es tirar la papeleta, tal vez ahora con el techo de voto de Piñeda se pueda ver como opción de voto útil a Enríquez-Ominami).
Otro tanto que se queda en el tintero es ver las relaciones de edad y el candidato elegido (a primera vista tenemos que los jóvenes votan por un joven, frente a un ex presidente ya muy entrado en años), así como otra serie de consideraciones que, supongo y espero, Carlos Meléndez (Jorobado) sabrá no solo analizar mejor, sino más concisamente que lo que acá hago.
Un cuadrito hubiera ayudado…
Usted no sólo ha hecho un análisis más detallado que el mío, sino que ha dado muchas pistas por donde seguir. Bueno, es un tema del que seguiremos hablando por las próximas semanas. Salud.
Salud
@Fjra: Sí, una tabla o un gráfico hubiesen estado bien… Para otra :P
@Carlos Meléndez: Poco análisis hay acá, solo datos en bruto y muchos prejuicios :P, pero bueno, como bien dice, seguiremos hablando del tema ;) -tengo ganas de ver su próxima columna al respecto-.
Hasta luego y gracias por sus comentarios ;)
Creo que en Chile hay mucho por hacer.
La Concertacion debe seguir en el poder.
Se ha logrado bastante.
Chile tiene que seguir en la senda de el desarrollo
y convertirlo en un estado mas libre, mas justo y mas igualitario,