El presente artículo recoge un correo que mandé a la lista de mi promoción (del colegio), escrito como respuesta de un debate armado a partir de la columna de César Hildebrandt, «Compre peruano (¿dónde?)» (publicado en La Primera en febrero de este año), este texto iba seguido con una larga soflama anti-chilena que se centraba totalmente en los negocios chilenos en Perú, primero en los centros comerciales controlados por ellos, y luego anunciaba lo perjudicial que era para los peruanos además de indicar que todo era un proyecto geopolítico chileno para «conquistar» (no lo ponían literalmente, pero casi, incluso lo vinculaban con el diferendo territorial marítimo) Perú, seguido por una lista de marcas chilenas, o productos hechos en Chile (porque habían marcas suizas cuyos productos llegan al Perú hechos en Chile y eran tachados como «no aptos», así como marcas originarias en Chile que se producen en Perú y eran igualmente «vetados»). A esto respondí así (cambio los nombres de mis compañeros y modifico, eso sí, un par de cosas):
César Hildebrandt tiene bastante razón, pero no solo con el «dónde«, sino también con el «Qué«. La disertación antichilena que sigue al artículo del columnista de La Primera (que ya tiene varios meses, sea dicho) se fija solamente en las empresas chilenas (a las que se ataca con furia inusitada), mientras que el artículo ironiza sobre la base: la producción peruana.
Si hablamos de dividendos que se van del país por parte de sus dueños extranjeros, tenemos que la gran mayoría de empresas y marcas mandan dividendos fuera, y si nos fijamos en la producción, tenemos que la nuestra no llega ni a artesanal en muchos sectores, en otros la inventiva es nula y en demasiados es simplemente patética. Y ya si hablamos de los insumos utilizados nos vamos directamente a la porra.
Para colmo, muchas de las «grandes marcas peruanas», cuando exportan el producto, no lo hacen desde el Perú (con lo cual, los beneficios en dividendos de la exportación nunca llega al Perú), el ejemplo más claro es Inca Kola, que como saben, desde hace tiempo es de la Coca Cola, pues bien, TODAS las Inca Kolas que se encuentren fuera de Perú importadas regularmente se están embotellando en Florida (o Miami, ya no meacuerdo, encima NO sabe igual ni por asomo), con lo que hay una reinversión en Perú de las exportaciones simplemente NULA. Aunque Fulano [en referencia a una respuesta ya dada] se «olvida» de algo, no es lo mismo que la empresa mande dividendos fuera a que los mismos se queden en Perú (no todas las empresas -y empresarios- peruanas mantienen sus dividendos en el País, miren el párrafo siguiente), no todo es reinversión, y la parte de impuestos que se dejan de cobrar cuando el capital se va es alto. Pero acá da igual si se va a Chile, a España, a Estados Unidos o a Panamá (no, a Panamá es peor, es un paraíso fiscal).
Se menciona que pronto el BCP puede caer en manos chilenas [en el texto tras el artículo de Hildebrandt], pues bien, BCP fue fundado por italianos (¿les debimos prohibir invertir en Perú por no ser peruanos?), y hace un tiempo (1993) compró un banco boliviano. ¿Nos parece mal que empresas «de Perú» compren «empresas de fuera? ¿No? ¿Entonces por qué nos parece mal que una empresa peruana sea comprada por una foránea? ¿Por la reinversión? Eso lo ha explicado bien Fulano la verdad. Pero iré más lejos: El problema no es que los medios de producción tengan dueños peruanos o extranjeros, es que tengan dueños, así de simple (o complicado). ¿Qué más da si el explotador es chileno, gringo, español o peruano? ¡Sigue siendo un explotador! ¿O es que la porquería propia huele mejor que la ajena?
¿Wong trata mal a sus empleados? ¡Sin dudas! ¿Los trataba bien antes y tras la compra por parte de los chilenos eso cambió? Al menos, de lo que yo conozco, no. Estaban mal pagados y las prácticas sindicales perseguidas antes y después (conocía a muchos que renunciaron porque les tenían contratados de tal forma que ni vacaciones, con la ley en la mano, les correspondían, y esto ANTES mucho antes de la compra por parte de los chilenos). Plaza Vea (Santa Isabel fue comprado por una empresa holandesa -así que de chilena nada, aunque viniera originalmente de ahí, y fuera recuperada en esas tierras, mas no en Perú-, que en el 2003 fue vendida a Interbank, esta entidad tiene un fuerte accionariado estadounidense, aunque el principal accionista sea peruano y la sede quede en Perú) también trata, trataba y tratará fatal a los trabajadores. Tiene prácticas antisindicales fortísimas, vean cualquier reporte de CGTP al respecto.
Hablando de Interbank, la sede social del holding financiero del grupo Interbank, Intergroup Financial Services Corp., está en Panamá, aunque solo hagan operaciones en Perú, ¿saben por qué? Evasión de impuestos. ¡Compre peruano! Que evadirán impuestos igual que los extranjeros. (Menganita acá tiene razón, es importante que compremos a empresas que cumplan con sus obligaciones fiscales y laborales, lamentablemente el que sean peruanas o extranjeras no es un indicador válido para dicha discriminación, conozco pocas empresas peruanas que cumplen bien con sus trabajadores y que no evadan impuestos.)
El problema laboral va más allá (y acá otra vez Fulano lo explica bien, desde la perspectiva liberal en su apartado laboral; y está claro que se globaliza el capital y se ahondan las desigualdades sociales pero esto último es gracias a la legislación propia, que permite la explotación, y es lo que «atrae» al «inversor» extranjero) del propietario del medio, incluso es un problema en la administración, más del 60% de los que trabajan para ella ahora están con la modalidad del CAS, que es un intermedio entre un service y un contrato laboral, y hasta hace poco trabajaban solo como service (el CAS se aplica de forma efectiva desde enero de este año), hay gente que llevaba más de 15 años con contratos de servicio, esto es, 15 años sin derechos laborales, sin vacaciones (con el CAS ahora solo tienen 15 días), con solo 12 pagas (con el CAS esto se mantiene), sin CTS (esto no recuerdo si ya lo tienen), planes de pensiones (salvo los privados, ahora el Estado sí aporta lo que le toca -desde este año-), etc.
Las MYPES no están obligadas a cumplir la mayoría de normas laborales (las vacaciones solo de 15 días al año, sin CTS, sin asignaciones varias, solo 12 pagas al año, etc.), y es MUY FÁCIL ser considerado MYPE (incluso, se ha aumentado el límite máximo para mantenerse como MYPE), con lo cual, tenemos que esos mínimos derechos laborales no los cumple el mayor tejido generador de empleo (más del 60% del trabajo asalariado), que no solo es peruano, sino que es el motor de nuestra maltrecha economía. ¿Si quiero asegurar buen cumplimiento de las normas laborales -y no regímenes especiales atentatorios a los trabajadores- debo dejar de comprar a las MYPES? (El régimen especial de las MYPES debió acabarse el año pasado -se inició en el 2003-, pero el gobierno lo amplió 5 años más, y así seguirá.)
Tenemos un serio problema tanto productivo, como de inversión en nuevas tecnologías, pasando por uno laboral (en que los principales agentes «incumplidores» SON PERUANOS) y social, y ¿nos vamos a fijar en el pasaporte de los dueños de las cadenas de distribución? (y solo quejarnos cuando son «chilenos».) Eso es ver el árbol en vez del bosque.
Ya para acabar, porque vaya rollo les estoy soltando, muchos productos que llevan la marca «hecho en Perú» se realizan con insumos importados, por empresas extranjeras (independientemente del país de procedencia de capitales e insumos) que no califican como «producto peruano» para las exportaciones bajo TLC como el de Perú con Estados Unidos. Pero ese es el «producto peruano» que se promociona dentro de nuestras fronteras.
Sobre el CAS, no hay CTS, y la pensión no es obligatoria para los contratos que han pasado de SNP a CAS. Y además la pensión es descuento del bruto sin aporte alguno del empleador. Uno de los derechos que sí se obtuvo es la pertenencia a EsSalud, aunque aún no la hacen efectiva :S.
Y sobre el comprar a unos y a otros no, como bien implicas, da igual si al final queda en los bolsillos de unos pocos y tratan su cadena de producción y venta igual.
Salud
Gracias por el apunte y los comentarios ;)
Hasta luego.
Hola Jomra:
La debilidad de los trabajadores con respecto a los empleadores gracias a una legislación laboral complaciente, es uno de los pilares para que las inversiones miren nuestro país, les aportamos esclavos a los capitalistas, gracias al rótulo de país viable, esa es una de las peores traiciones de Fujimori, la continuó Toledo y ni que decir de Alan.