Antes y después de las elecciones en el País Vasco, política con minúscula
O politiqueo puro y duro. Como prefieran decirlo. Lo de hoy, y todos estos días y semanas previas, contando las intervenciones del ahora lehendakari, Patxi López, pasando por la de Basagoiti, Ibarretxe y demás, han sido la demostración la muestra más clara de por qué cuando decimos que la democracia formal no es democracia, y que todo lo que montan esos políticos profesionales no es más que un circo engañabobos, como mucho. Y lo peor es que nos lo tragamos como si realmente importara. Quien diga que el desalojo del PNV de Ajuria Enea es una cuestión de principios, o que el PNV quería mantenerse ahí por principios, es que mira para atrás cuando les escucha hablar…
Hasta el último cartucho
El Partido Nacionalista Vasco (PNV) intentó venderse, no es la primera vez, ya lo ha hecho, más bien, vive haciéndolo y así ha mantenido el poder en el País Vasco durante 30 años (que se dice pronto), y esta vez otro vendido le ha ganado la mano, con un full, un flush frente al full, gana el full, claro, por poco, pero gana. Y es lo que ha pasado. Eso sí, antes de jugar se hechó a uno de los contendientes, y para quien ha perdido la última mano eso ha sido trampa, pero antes, cuando parecía que su flush sería escalera, no dijo ni mu. Es lo que tiene la hipocresía e inconsistencia. Ahora dice que ya no quieren jugar más, que así no se puede. A buenas horas mangas verdes, que dicen nuestros abuelos.
El PNV se intentó vender a los dos mejores postores, lanzó un farol al PSE-EE, le recordó que el PSOE les necesita en Madrid, que sin su ayuda leyes tan importantes como los presupuestos que sufrimos este curso serían imposibles, y tienen razón, recuerdan, además, que ellos solo colaboran si son gobierno, que la relación Madrid – Victoria es la que existe, no PNV – PSOE, ya que ellos buscaban prebendas para sus señoríos, no otros intercambios más ideológicos o prácticos, era un favor por favor entre gobiernos. Si no son gobierno, no colaboran. Y han cumplido con su amenaza, de ser los mejores aliados a los peores enemigos. El PSE-EE tenía una oferta mejor y se vendió por mucho. O dejó comprar, ya no lo sé. El PNV, para mantener el poder, invitó al PSE-EE a una «alianza estratégica», como la existente entre el PSOE-PSE y el PNV años atrás, cuando el PSOE sacó 19 curules frente a los 17 escaños del PNV (teniendo el PNV más votos, cosas de las circunscripciones electorales con igual peso en el parlamento pero una demografía completamente dispar), que al final acabó con gobierno del PNV y la caída en icado del PSE-PSOE. Claro, con ese antecedente ni querían recordar esa historieta los de Patxi.
El PNV también tentó las puertas del Partido Popular, cariño, recuerda lo que fuimos, comentó Ibarretxe en Génova, haciendo morritos y rememorando aquellas no tan lejanas épocas en que Aznar hablaba euskera, catalán, inglés y demás lenguas de sus aliados en la intimidad, Botella, Ana, no la de vino, no sabía si estaba en la ONU o en Texas cada vez que entraba en su alcoba. El PNV intentó la del mafioso de toda la vida: Vamos colega, lo que te dé el PSE-EE yo lo doblo, lo triplico, le dijo con cara de sabes que puedo, pero los hijos del carlismo no se daban cuenta que no era el PSE-EE el que ofrecía regalías para comprar al PP, era el PP el que compra a López, lo hipoteca encima. El PNV ofreció Vitoria (done el PP y el PSE-EE empatan a 9 concejales y el resto de grupos, contando los 6 de PNV, «dejaron» que el PSE-EE gobierne en minoría siendo el partido más votado del municipio, el PP gobernó la villa hasta el 2007). ¿La Diputación Álava (gobernada en minoría por el PNV gracias al apoyo del PSE-EE) también estaba en la oferta? Un dos por uno tal vez.
El PNV se siente el alma del pueblo, recuerdan que el voto en el País Vasco es, sobre todo, nacionalista, olvidan matizar que, siendo nacionalista, no es peneuvista, que no es lo mismo uno que otro (EE, colegas inseparables del PSE, es un partido nacionalista vasco también, sin ir muy lejos), se enrabietan diciendo que tienen más derechos para gobernar que otros, que se han trastocado las reglas de la democracia, pero ya estaban toqueteadas y con ellos en el gobierno, pero en ese entonces, siempre y cuando ellos mandaran, no había problema alguno, no real. Lo que les fastidia es perder el poder con lo que ello significa, no digieren la derrota con las reglas del juego (que no es ni puede ser democrático) y el que presentaran candidato a lehendakari más bien suena a una vaga esperanza de un tamayazo a la vasca, que alguno del PP se negara a votar por los del PSE, o que alguno del PSE hiciera un yo con ellos ni a misa y no votaran ni por su candidato, como pasó en Madrid. Pero nada, al final nada de eso y el barco de Ibarretxe se hundió, con él dentro, no digno pero sí presente. ¿Será el líder de la oposición o dirá que sin ser el jefe él ya no juega más?
La jugada a dos bandas del Partido Popular
Chapó. Estuve dándole unas cuantas vueltas ala cuestión, y al final el PP Vasco ha conseguido mucho. Por un lado, se ha apuntado el triunfo del PSE-EE con un resultado electoral realmente desastroso. Pero malo de verdad. Y no solo se lo han apuntado ellos, sino que, a un mes de las elecciones europeas, el tanto lo suben al marcador personal de Mayor Oreja, ex candidato a la presidencia vasca por el PP que, desde el 2004, es parlamentario europeo y repetirá como cabeza de lista del PP, vamos, que es pura publicidad electoral. Eso o una mala broma. O los dos.
El PP, y el PSE-EE, se ha apresurado a decir que el apoyo al PSE-EE es para el cambio, que no tiene nada que ver con puestos políticos y por eso no pidieron lugares en el gobierno (para marcar distancias con el tripartito que intentó ser cuatripartito y si hubiese sido por el PNV tendríamos milipartitos o algo así), pero no es del todo cierto. Más bien, el PP gana puestos que, con los parlamentarios que tienen, son casi un chiste, por un lado, ni más ni menos que la presidencia del Parlamento Vasco, se me ocurren pocos puestos de tanta visibilidad (como desgaste político), tendrán «poco poder» estos presidentes, pero son relevantes públicamente. El PPV pasa de no tener nada a un puesto muy mediático.
Por otro lado, al parecer, sí se ha hablado de la Diputación de Álava, el PSE-EE en algún momento dejará de apoyar al del PNV y el camino estará libre para el del PP. Ya el jefe de Álava ha tenido algún exabrupto, llamando a la moción de censura si realmente le quieren echar del puesto, pero que eso es Numancia y ni Dios lo mueve sin batalla.
Y lo más importante, el PP gana el control del gobierno vasco. A no ser que el PSE-EE llegue a un acuerdo con el PNV, para sacar hasta la más pequeña ley necesitarán el acuerdo con el PP, lo que se traduce, en teoría parlamentaria de la importancia de las minorías, en bajarse los pantalones un día sí y otro también. Sin ganar y sin gobernar, han ganado y gobernarán. Son como la consciencia del Rey. Como poco.
No hay que olvidar que hasta ahora el PP siguió la táctica del acoso y derribo no solo del PNV, sino también del propio PSE-EE, lo han fustigado a más no poder y hasta intentaron que se procesara penalmente a los líderes del PNV y el PSE-EE por el tema de las negociaciones con ETA, han proclamado a los cuatro vientos que el PSE-EE se había rendido a ETA, que el PSOE había entregado Navarra a ETA, que España se rompe y todo culpa del PSE y el PSOE, al punto que algún político del PP declaró que si ETA mata es por culpa de Zapatero. Tal cual. ¿Y ahora pactan con ellos porque son un cambio positivo? No señor, porque el politiqueo barato les permite ganar con ese pacto bastante más que si no pactaban.
Pero no solo consiguen prebendas en tierras vascas, no, ni mucho menos, quitan al PSOE (al que gobierna España) el apoyo parlamentario más estable, le quitan al PNV y le devuelven la puñalada de UPN al cubo. El PSN, cuando apoyó a UPN en Navarra, apuñaló por detrás al PP y consiguió que la marca electoral del partido nacionalista español marcara su propio terreno, apoyara (uno de los dos diputados que tenían) las políticas del gobierno y finalmente se produjo el fin del largo matrimonio, y ahora, lo más probable, es que el PP combata contra UPN. Y eso es gracias a las jugarretas del PSN-PSOE, apoyo para mantener el poder en Navarra, pago manteniendo votaciones en Las Cortes.
Ahora el PP se ha servido la venganza en frío, ha vuelto al PNV, principal aliado parlamentario en Las Cortes de Rodríguez Zapatero, gracias a los cuales hay Presupuestos Generales para España, en el azote del gobierno. Y en 21 veces (o más) el PP ha votado junto al PNV en contra del gobierno, se ha sumado, el PP, a propuestas de PNV solo por fastidiar, propuestas que no existirían si siguieran los amoríos entre gobierno vasco llamado PNV y gobierno de España llamado Rodríguez.
El PP, apoyando al PSE-EE, consigue gobernar mediante el veto en el País Vasco y que el PNV se vuelva su mejor aliado contra el PSOE en el gobierno estatal. ¡Mejor imposible! Y completamente paradójico, son el grano en el trasero a nivel nacional y el agua de mayo a nivel autonómico. Ni Maquiavelo lo hubiese planteado con tanta ironía.
El PSE-EE
Sus amoríos están descritos en líneas previas, solo quiero indicar: Pocas veces el ansia de poder juega tan malas pasadas a un partido, nunca una victoria supuso una amargura futura tan clara. ¡Qué cruz deberá arrastrar Patxi López! Él dirá: sarna con gusto no pica,pero mortifica, le recordaremos.