Luis Pizarro, del PSOE-A, se niega a ver la realidad. Alfonso Guerra el otro día declaró que tanto en Castilla – La Mancha como en Andalucía el Partido Popular está creciendo más de lo que quisieran, con todo lo que ello significa. Pero Luis Pizarro salta con que realmente el PP no está creciendo, que es la Ley D’Hondt la que les ha jugado una mala pasada en todo caso. ¡Y esto lo dice el partido con la mayoría en ambos sitios! Sólo hay que ver los resultados del PSOE en las presentes elecciones para saber que el histórico líder, Alfonso Guerra, son ciertas frente al triunfalismo e idioticia de Luis Pizarro.
Lo más deleznable es que desde el PSOE – A se eche la culpa a la Ley D’Hondt cuando ellos son los más beneficiados de: A) Las circunscripciones pequeñas; B) El reparto mediante el método D’Hondt. por enésima vez voy a recordar algo, el sistema D’Hondt es proporcional, dentro de esta categoría, eso sí, es el «más mayoritario» (así que entre todos los sistemas proporcionales, este es el que más favorece al PSOE en esas comunidades, en tanto que es el partido más votado). Por otra parte, y no me cansaré de decirlo, el problema son las circunscripciones pequeñas, es lo que impide a los terceros partidos, en circunstancias normales, entrar en el parlamento. ¡Nunca perjudica al partido grande!
Vamos a analizar los resultados que Luis Pizarro se niega a ver y también pondré en relevancia cómo resulta patético culpar al sistema electoral la caída del PSOE:
El PSOE-A, en las elecciones andaluzas, pasa de dos 2.260.545 de votos a 2.148.328, esto es, el PSOE ha dejado de «ingresar» un total de 112.217 votos brutos, en unas elecciones donde la población aumentó y la participación tan sólo tuvo un punto de diferencia a favor del 2004. En términos relativos, el PSOE-A pasó de acaparar el 50.36% de votos válidos a sólo conseguir el 48.19% de los mismos, esto es, una caída de algo más de dos puntos. Estos datos, así dichos, no tienen nada que ver con el sistema de reparto electoral. Si vemos cómo favorece el reparto al PSOE podemos indicar: El en 2004, con el 50.36% de votos, el PSOE-A obtuvo el control del 55.96% de la cámara, esto es, estaba sobrerrepresentado en más de cinco puntos. Ahora pasa a controlar el 51.37 de la cámara mientras que tiene el 48.19% de los votos, el PSOE-A sigue estando sobrerrepresentado, en estas elecciones por tres puntos enteros.
Con estos datos: ¿Es posible echarle la culpa a un sistema electoral que premia a tu partido con más escaños que los votos obtenidos o más bien se debiera mirar por qué el PP ha pasado del 31.78% de los votos válidos al 38.63%, lo que son 295.190 votos más? En otras palabras, el PP ha recortado 407.407 votos, y han pasado de estar distanciados por casi 19 puntos porcentuales a poco menos de 10. ¿Es una cuestión del sistema de reparto usado en las elecciones o el PP realmente ha crecido más de lo que al PSOE le gustaría?
Atendiendo a los resultados en las elecciones generales, en Castilla – La Mancha la situación es básicamente similar, ya que el PSOE ha perdido 3 mil votos mientras que el PP ha ganado unos 47 mil en total. Es, además, una zona agraciada con un escaños más por el aumento demográfico, pasa de repartir 20 a 21, con lo cual el PP se aprovecha de este aumento para sacar tres escaños de diferencia. En el 2004 la diferencia entre las dos formaciones era irrisoria, poco más de 10 mil votos a favor del PP, ahora la diferencia es de 61 mil votos. ¿Ha crecido el PP o es que el reparto perjudica al PSOE? El PSOE se ha estancado y el PP, en esa comunidad, crece, poco, pero crece. Y esto hay que ponerlo en relación con las elecciones autonómicas, donde el PSOE las ganó con más de 570 mil votos frente a 466 mil del PP, y eso que ya era un retroceso del PSOE a favor del PP (el PSOE pasó de 29 a 26 curules, en un parlamento con 47 escaños, el PP ganó esos tres escaños). El PSOE está o retrocediendo o estancándose, según la forma en que lo veamos, pero en ningún caso está «simplemente» perjudicado por el sistema electoral (en el caso concreto y bipartidista de Castilla – La Mancha, sí podríamos decir que el PP está sobrerrepresentado, pero eso no quita a que el PP esté aumentando ventaja en las generales y esto se puede traducir en recortar la ventaja en las autonómicas).
Las generales en Andalucía dejan, más o menos, patente el voto útil, esto es, el PSOE sigue perdiendo votos con respecto al 2004, pero gana en relación a las autonómicas que se celebraron simultáneamente. ¿Por qué lo digo? Sencillo, tanto el voto de IULV-CA y CA bajan sensiblemente entre las autonómicas y la paralela elección a las cortes generales (el primero cae 86.750 y 55.432 votos el segundo), y el PSOE aumenta 164.572 votos. Aún así lo cierto es que el PP aumenta casi 5 puntos gracias al crecimiento en 198.678 votos que le ha valido arrebatar dos escaños al PSOE en uno de sus feudos históricos. En Andalucía el PP ha recortado 263.233 votos.
Luis Pizarro afirma que un análisis más detallado de las elecciones permitiría «comprobar que el PP ha conseguido más diputados no por su crecimiento en votos sino al beneficiarse de los restos por la Ley D’Hondt», teniendo en cuenta el brutal aumento del PP con respecto al PSOE en esas dos comunidades (sobre todo en Andalucía, de donde este señor es), y que el PSOE está comenzando a vivir gracias al voto útil (el caso Andaluz), resulta un tanto patético que el líder socialista eche la culpa a un sistema que le beneficia (eso sí, esta vez le ha beneficiado menos que la pasada). Los que salen perjudicados, tanto en un lado como el otro, es Izquierda Unida y el Partido Andalucista.