En esta nueva autonomía, que definitivamente superaría el actual marco jurídico del estado de las autonomías español, tendría el estatus jurídico, siempre según Otegi, de Autonomía Política, que no definió realmente. En la nueva formación política, todos los ciudadanos debieran tener el derecho de decidir libremente su futuro político e institucional. Esto se puede traducir de dos formas: En un futuro no lejano, se podrían dar referendos en búsqueda de la independencia, y, por otra parte, los distintos territorios podrían tener una opinión discrepante del resto. También se puede entender que sería el ciudadano quien, en un futuro cambio de estados, eligiera su futuro nacional (optase por una o por otra nacionalidad de forma libre).
La formación abertzale indicó, eso sí, que no se olvidan del país vasco-francés, que esa Autonomía Política (una autonomía dentro del Estado, según sus palabras) es una fase de transición, en otras palabras, que la Independencia sigue siendo el fin último.
Pues, para estarnos rindiendo a ETA (palabras de la Derecha mediática y política de nivel nacional de Este País), es Batasuna quien rebaja considerablemente las exigencias al gobierno central. Pero fuera de la constitución, difícil que se llegue a cualquier acuerdo entre las dos partes. Unos por no querer estar dentro de ese marco jurídico (sin proponer una alternativa real y que mejore lo existente) y los otros por no querer tocar un texto que ni conocen ni cumplen pero rejuran que es lo mejor del mundo y parte del Extranjero.
Publicado en De Igual a Igual.